Quisiera ser millonario
Dirigida por Danny Boyle, esta película es una hermosa historia de amor; eso sí, un poco cursi, pero muy bien contada, con música excelente, actores carismáticos y ritmo vertiginoso que se desarrolla en una India llena de contrastes, donde los pobres parecen estar condenados a vivir en la miseria
Jamal Malik es un chico bonachón, nacido en un slum de Bombay (en un barrio sumamente pobre), que está a punto de ganar 20 millones de rupias en un programa llamado Who Wants to Be a Millionaire? (¿Quién quiere ser millonario?)
El problema con Jamal es el siguiente: ¿cómo es posible que un 'barrio-bajero' (slumdog) haya llegado tan lejos en este show televisivo? Lo más probable, según la policía, es que Jamal esté haciendo trampa, así que harán todo lo posible para sacarle la confesión
A lo largo de la cinta conoceremos la verdad acerca de Jamal: sus orígenes, sus motivos y la fuente de sus respuestas
El ritmo visual y su estética, al igual que el montaje de audio de Quisiera ser millonario son comparables a lo que Boyle hiciera en Trainspotting; la trama es una historia de amor convencional, o más bien, una historia de amor cortés: tenemos un noble caballero que debe salvar a una damisela en desgracia
Afortunadamente, la historia no se cuenta de una manera lineal, de tal forma que durante toda la cinta debemos ir armando una especie de rompecabezas
Quisiera ser millonario, basada en la novela homónima de Vikas Swarup, peca de comercial pero es sumamente efectiva y conmovedora, ¿legítima ganadora del Oscar?, probablemente sí, si pensamos que el certamen no se destaca por escoger proyectos arriesgados