EU: Los costos del descuido
Ante el desinterés mostrado por la administración Bush hacia Latinoamérica, no sólo surgió en la región una ola de gobiernos de izquierda y tendencias nacionalistas, sino organismos de integración regional que excluyen a Estados Unidos Al mismo tiempo, potencias como China y Rusia han establecido acuerdos en materia de inversión y desarrollo que les permiten posicionarse en la región Tal el escenario al que se enfrenta Barack Obama, quien asistirá a la V Cumbre de las Américas que se realizará esta semana en Trinidad y Tobago
A continuación un extracto del reportaje, que viene publicado en la edición 1693
Francisco Marín
VALPARAÍSO, CHILE- Cuando el presidente Barack Obama acuda a la V Cumbre de las Américas, el viernes 17 en Trinidad y Tobago, podrá constatar que la influencia de Estados Unidos en América Latina disminuyó de manera significativa
Un ejemplo: en 2008 la buena opinión respecto de Estados Unidos era compartida por un 58% de los latinoamericanos, 15% menos que en 2001, año en que George W Bush asumió la presidencia y se produjo el ataque terrorista a las torres gemelas y al Pentágono, de acuerdo con la encuesta Latinobarómetro, que mide actitudes y opiniones sobre diversos temas en 18 países de Latinoamérica y el Caribe
Durante el gobierno de Bush (enero 2001 a enero de 2009) buena parte de los países de la región eligieron gobiernos de izquierda y con tintes nacionalistas Entre éstos destacan los de Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), Rafael Correa (Ecuador), Evo Morales (Bolivia), Daniel Ortega (Nicaragua), Cristina Fernández (Argentina) y Fernando Lugo (Paraguay) Además, en la región se encuentran Venezuela, gobernada por Hugo Chávez, y Cuba, por los hermanos Raúl y Fidel Castro
El caso reciente: el triunfo del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN) en elecciones de El Salvador celebradas el pasado 15 de marzo Washington apoyó durante dos décadas al rival del FMLN, la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena), con el fin de mantener el control en esa zona
Más aún, Estados Unidos sufrió un revés en agosto pasado con el ingreso de Honduras ?uno de sus aliados tradicionales? a la Alternativa Bolivariana de las Américas (Alba), bloque político y económico impulsado por Venezuela como una alternativa al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), promovido por Washington
A continuación un extracto del reportaje, que viene publicado en la edición 1693
Francisco Marín
VALPARAÍSO, CHILE- Cuando el presidente Barack Obama acuda a la V Cumbre de las Américas, el viernes 17 en Trinidad y Tobago, podrá constatar que la influencia de Estados Unidos en América Latina disminuyó de manera significativa
Un ejemplo: en 2008 la buena opinión respecto de Estados Unidos era compartida por un 58% de los latinoamericanos, 15% menos que en 2001, año en que George W Bush asumió la presidencia y se produjo el ataque terrorista a las torres gemelas y al Pentágono, de acuerdo con la encuesta Latinobarómetro, que mide actitudes y opiniones sobre diversos temas en 18 países de Latinoamérica y el Caribe
Durante el gobierno de Bush (enero 2001 a enero de 2009) buena parte de los países de la región eligieron gobiernos de izquierda y con tintes nacionalistas Entre éstos destacan los de Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), Rafael Correa (Ecuador), Evo Morales (Bolivia), Daniel Ortega (Nicaragua), Cristina Fernández (Argentina) y Fernando Lugo (Paraguay) Además, en la región se encuentran Venezuela, gobernada por Hugo Chávez, y Cuba, por los hermanos Raúl y Fidel Castro
El caso reciente: el triunfo del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN) en elecciones de El Salvador celebradas el pasado 15 de marzo Washington apoyó durante dos décadas al rival del FMLN, la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena), con el fin de mantener el control en esa zona
Más aún, Estados Unidos sufrió un revés en agosto pasado con el ingreso de Honduras ?uno de sus aliados tradicionales? a la Alternativa Bolivariana de las Américas (Alba), bloque político y económico impulsado por Venezuela como una alternativa al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), promovido por Washington