Por y sobre la democracia
MÉXICO, D F, 29 de abril (apro)- Pues sí, estimados lectores de la presente, si damos crédito a los que nos dicen que saben sobre la historia, difícil es que se tenga una idea o se elabore una teoría de la ciencia, la filosofía o cualquiera otra actividad humana sin que encontremos que algún griego de la vieja Grecia en los cimientos de la misma Eso ocurre para bien o para mal, como veremos más adelante
Esta reflexión sobre la democracia la considero necesaria, pues en la actualidad no somos pocos los que gemimos, lloramos, suspiramos e invocamos tanto y continuamente el nombre de esa forma de gobierno En nuestros días, pocos somos los que no pronunciamos su nombre con fervor, como si su simple nombre fuera un conjuro capaz de suplir todas nuestras carencias, conveniente para satisfacer todas nuestras necesidades e indispensable para cumplir todos nuestros deseos
Mas, ¡ay dolor!, la realidad no responde a ese conjuro La realidad nos muestra y demuestra que el poder de cada uno de nosotros que delegamos, como aconseja la democracia moderna, en los políticos, es un poder no pocas veces postergado, cuando no burlado y hasta traicionado, subordinado a los intereses de aquellos en que los hemos delegado Cuando esto puede pasar ?y ustedes están para negar o afirmar tal suposición-- no nos queda más remedio que asistir impotentes a su codiciosa metida de manos en el erario, en el dinero público alimentado con nuestros impuestos; a su liberal nepotismo, con el que enriquecen a sus parientes y amigos, a veces de manera directa y otras solapadas
Digo, no nos queda de otra que asistir a esos ejemplos sin poder hacer mayor cosa porque, el colmo de los colmos, los políticos que tal cosa pudieran hacer, están amparados por el llamado fuero político, privilegio que los pone a cubierto de toda acción de la ley mientras dure su mandato? protección que a veces puede seguir existiendo por que así lo hace el llamado espíritu de cuerpo o profesión, cuando terminan en sus funciones públicas? ¿O será porque todos tienen cola de paja y entre ellos se protegen? Usted, lector de la presente, ¿qué cree?
E ironía de las ironías, ese fuero del que disfrutan tantos de los que se dicen servidores públicos, lo tienen gracias al poder individual que cada uno de nosotros, los ciudadanos, hemos depositado, delegado en ellos? poder delegado, insisto, que no pocas veces pude ser usado ?ustedes, estimados lectores, pueden decir si digo verdad o no-- contra nuestros legítimos intereses y derechos de nosotros, los ciudadanos? que les hemos dado tal poder con la delegación del nuestro en sus personas ¡Qué circulo perverso! ¿O no es así?
Ante estos hechos que pueden darse ?y ustedes, lectores, están para poder decir si se dan o no-- díganme si tiene o no razón aquel que dijo, de cuyo nombre no me acuerdo en este momento, lo siguiente: "la democracia es el mejor de los sistemas políticos, ya que es el único que nos da libertad para poder elegir a los que por equis tiempo van a tener el poder de jodernos"
Por supuesto, no ignoro que los políticos que puedan ser irresponsables o abusivos en sus funciones, corren el riesgo, en la democracia, de ser castigados por los ciudadanos negándoles su apoyo, no dándoles su voto en próximas elecciones No se si a ustedes, pero a este su servidor tal castigo le parece una bagatela, o sea, una bobería, el hacerse tontos siempre que, por lo que gusten o manden, no haya una clara y verdadera rendición de cuentas, como puede y suele suceder ¿O no es así, mis estimados?
A la luz de todos esos hechos posibles ?ustedes, lectores, dirán si se dan o no en la democracia? considero que le asistía toda la razón al inglés E M Foster, novelista y crítico él, cuando dijo que estaba dispuesto a dar dos burras, pero no tres, a la democracia
Perdón, pero tanto y tanto hablar de la democracia en nuestros días No he expuesto lo que los griegos, padres de la misma, pensaban e hicieron de la misma, a que obedeció su concepción, de cómo ahí nació con deficiencias, de cómo también ahí fue aplicada deficientemente, deficiencias de origen, de pecado, dirían los creyentes, que la han hacho tan ambigua, tan equívoca, contradictoria tantas y tantas veces, desde su nacimiento en Grecia a nuestros días
Les prometo que en próxima carta a este mismo buzón, sí que trataré el tema que les ofrecía al inicio de la presente
Con mis mejores deseos para todos
Ligorio D`Revueltas
Esta reflexión sobre la democracia la considero necesaria, pues en la actualidad no somos pocos los que gemimos, lloramos, suspiramos e invocamos tanto y continuamente el nombre de esa forma de gobierno En nuestros días, pocos somos los que no pronunciamos su nombre con fervor, como si su simple nombre fuera un conjuro capaz de suplir todas nuestras carencias, conveniente para satisfacer todas nuestras necesidades e indispensable para cumplir todos nuestros deseos
Mas, ¡ay dolor!, la realidad no responde a ese conjuro La realidad nos muestra y demuestra que el poder de cada uno de nosotros que delegamos, como aconseja la democracia moderna, en los políticos, es un poder no pocas veces postergado, cuando no burlado y hasta traicionado, subordinado a los intereses de aquellos en que los hemos delegado Cuando esto puede pasar ?y ustedes están para negar o afirmar tal suposición-- no nos queda más remedio que asistir impotentes a su codiciosa metida de manos en el erario, en el dinero público alimentado con nuestros impuestos; a su liberal nepotismo, con el que enriquecen a sus parientes y amigos, a veces de manera directa y otras solapadas
Digo, no nos queda de otra que asistir a esos ejemplos sin poder hacer mayor cosa porque, el colmo de los colmos, los políticos que tal cosa pudieran hacer, están amparados por el llamado fuero político, privilegio que los pone a cubierto de toda acción de la ley mientras dure su mandato? protección que a veces puede seguir existiendo por que así lo hace el llamado espíritu de cuerpo o profesión, cuando terminan en sus funciones públicas? ¿O será porque todos tienen cola de paja y entre ellos se protegen? Usted, lector de la presente, ¿qué cree?
E ironía de las ironías, ese fuero del que disfrutan tantos de los que se dicen servidores públicos, lo tienen gracias al poder individual que cada uno de nosotros, los ciudadanos, hemos depositado, delegado en ellos? poder delegado, insisto, que no pocas veces pude ser usado ?ustedes, estimados lectores, pueden decir si digo verdad o no-- contra nuestros legítimos intereses y derechos de nosotros, los ciudadanos? que les hemos dado tal poder con la delegación del nuestro en sus personas ¡Qué circulo perverso! ¿O no es así?
Ante estos hechos que pueden darse ?y ustedes, lectores, están para poder decir si se dan o no-- díganme si tiene o no razón aquel que dijo, de cuyo nombre no me acuerdo en este momento, lo siguiente: "la democracia es el mejor de los sistemas políticos, ya que es el único que nos da libertad para poder elegir a los que por equis tiempo van a tener el poder de jodernos"
Por supuesto, no ignoro que los políticos que puedan ser irresponsables o abusivos en sus funciones, corren el riesgo, en la democracia, de ser castigados por los ciudadanos negándoles su apoyo, no dándoles su voto en próximas elecciones No se si a ustedes, pero a este su servidor tal castigo le parece una bagatela, o sea, una bobería, el hacerse tontos siempre que, por lo que gusten o manden, no haya una clara y verdadera rendición de cuentas, como puede y suele suceder ¿O no es así, mis estimados?
A la luz de todos esos hechos posibles ?ustedes, lectores, dirán si se dan o no en la democracia? considero que le asistía toda la razón al inglés E M Foster, novelista y crítico él, cuando dijo que estaba dispuesto a dar dos burras, pero no tres, a la democracia
Perdón, pero tanto y tanto hablar de la democracia en nuestros días No he expuesto lo que los griegos, padres de la misma, pensaban e hicieron de la misma, a que obedeció su concepción, de cómo ahí nació con deficiencias, de cómo también ahí fue aplicada deficientemente, deficiencias de origen, de pecado, dirían los creyentes, que la han hacho tan ambigua, tan equívoca, contradictoria tantas y tantas veces, desde su nacimiento en Grecia a nuestros días
Les prometo que en próxima carta a este mismo buzón, sí que trataré el tema que les ofrecía al inicio de la presente
Con mis mejores deseos para todos
Ligorio D`Revueltas