Desengaño y enojo
MÉXICO, D F, 17 de junio (apro)- Carta a Doña Iniciativa Privada Presente
Muy señora mía: pena da ?y también coraje-- ver y comprobar como el desastre financiero la ha dejado en cuerpos vivos, vamos, en pelota, como decían los clásicos, y la exhiba culpable de todas las angustias y desencantos del mundo por ser autora del mismo Por si eso no bastara, todavía se nos muestra como una desvergonzada cínica, ¿pues cómo explicar que después de haber echado pestes del Estado y haya dicho por boca de uno de sus representantes que "el Estado no es la solución, sino el problema", en esta crisis reclame y hasta exija descaradamente la ayuda del mismo?
Sí, por supuesto, la culpa, en gran medida, está por haber creído en usted ¿Pero cómo no hacerlo? Por décadas, sus fanáticos seguidores nos pusieron la cabeza como bombo al golpeárnoslas y golpeárnoslas con la idea de que usted era lo máximo en lo individual, en lo social, en lo económico y hasta en lo político, ya que sabía hacer más cosas y mejor que los gobiernos, pues era más competente, más competitiva, más emprendedora, más garante de la libertad e igualdad de las personas e instituciones poderosas a su servicio, como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, con sus cuestionamientos, recomendaciones y las sanciones de no otorgar préstamos si no se seguían las mimas impusieron esta globalidad en las que nos movemos, conformada y regida por su filosofía; es decir, por la visión empresarial de la historia
¡Carajo! ¿Por qué esos sus partidarios no advirtieron y nos advirtieron que usted, la Iniciativa Privada, podía ser --¿y vaya si lo ha sido!?tan corrupta y corruptora, tan autoritaria y tan discriminadora como el peor de los gobiernos Innegable es que usted, la Iniciativa Privada, es capaz de generar grandes riquezas, pero también lo es por aquello de "el que parte y bien reparte, guarda para si la mejo parte"; de distribuir esa riqueza inequitativamente, como lo señala de manera irrefutable la profundidad de la brecha que separa a ricos y pobres, el mercado aumento de la desigualdad en la distribución del ingreso, así en lo individual como en lo regional, acompañada en no pocos casos con la disminución del poder adquisitivo de los salarios, el crecimiento del desempleo y, para acabarla de amolar, con la proclividad a aumentar los impuestos indirectos y a disminuir los mismos a los empresarios, ¡para incentivar a usted!, mi señora Iniciativa Privada
Por más que le duela, tiene que admitir que todas estas realidades irrefutables no hablan nada bien de la globalidad conformada y regentada por usted ¿O sí? Y no me venga con la socorrida justificación de que toda medida económica tiene siempre ganadores y perdedores, ya que su actuar raya en el cinismo y la desvergüenza cuando, como está sucediendo ahora en el mundo, usted pierde, mi señora Iniciativa Privada, todos los que han perdido por su causa, tienen que pagar, a través del erario de los gobiernos, las pérdidas de usted ¿Qué cómodo! claro, para usted
Lo que es en verdad más desquiciante es ese su pensar, hablar y actuar que la pinta de cuerpo entero como corrupta y corruptora Recuerde, todos sus valedores, en su predicación de cruzada, durante años repitieron y repitieron hasta el cansancio que, en nombre de la libertad y el bien de todos, es legítimo, correcto y hasta moral que tanto individuos como empresas e incluso instituciones, así sean de arte o de beneficio social, deben perseguir el lucro, ya que, como dijera Adam Smith, el conjunto de las decisiones y acciones que tienen por objeto al lucro coinciden en la construcción del bien social, benefician a la comunidad ¡Sopla, que idea! También recuerde que igualmente ha hecho suya la idea expresada en el dicho de H Spencer, que "la caridad aumenta el número de individuos que no contribuyen al desarrollo de la sociedad"? ¿y también esa caridad que es el rescate de empresas, bancos, instituciones financieras y de seguros? ¿O eso es otra cosa? nada más pregunto ¿Qué dice?
Sra Iniciativa Privada: me va usted a perdonar, pero a la luz de las realidades expuestas en la presente y otras parecidas que sería largo enumerar en el corto espacio de una carta; realidades que me han generado, como supongo que a otros muchos, desengaño y enojo, considero que las mismas me dan derecho a pensar y poder decir que toda la ardiente propaganda y machacona publicidad que le han hecho sus valedores es, como dijera G Orwel, "el repiqueteo de un palo dentro de un cubo de basura"
De usted, con el debido respeto que me merece
Juan Pópolo
Muy señora mía: pena da ?y también coraje-- ver y comprobar como el desastre financiero la ha dejado en cuerpos vivos, vamos, en pelota, como decían los clásicos, y la exhiba culpable de todas las angustias y desencantos del mundo por ser autora del mismo Por si eso no bastara, todavía se nos muestra como una desvergonzada cínica, ¿pues cómo explicar que después de haber echado pestes del Estado y haya dicho por boca de uno de sus representantes que "el Estado no es la solución, sino el problema", en esta crisis reclame y hasta exija descaradamente la ayuda del mismo?
Sí, por supuesto, la culpa, en gran medida, está por haber creído en usted ¿Pero cómo no hacerlo? Por décadas, sus fanáticos seguidores nos pusieron la cabeza como bombo al golpeárnoslas y golpeárnoslas con la idea de que usted era lo máximo en lo individual, en lo social, en lo económico y hasta en lo político, ya que sabía hacer más cosas y mejor que los gobiernos, pues era más competente, más competitiva, más emprendedora, más garante de la libertad e igualdad de las personas e instituciones poderosas a su servicio, como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, con sus cuestionamientos, recomendaciones y las sanciones de no otorgar préstamos si no se seguían las mimas impusieron esta globalidad en las que nos movemos, conformada y regida por su filosofía; es decir, por la visión empresarial de la historia
¡Carajo! ¿Por qué esos sus partidarios no advirtieron y nos advirtieron que usted, la Iniciativa Privada, podía ser --¿y vaya si lo ha sido!?tan corrupta y corruptora, tan autoritaria y tan discriminadora como el peor de los gobiernos Innegable es que usted, la Iniciativa Privada, es capaz de generar grandes riquezas, pero también lo es por aquello de "el que parte y bien reparte, guarda para si la mejo parte"; de distribuir esa riqueza inequitativamente, como lo señala de manera irrefutable la profundidad de la brecha que separa a ricos y pobres, el mercado aumento de la desigualdad en la distribución del ingreso, así en lo individual como en lo regional, acompañada en no pocos casos con la disminución del poder adquisitivo de los salarios, el crecimiento del desempleo y, para acabarla de amolar, con la proclividad a aumentar los impuestos indirectos y a disminuir los mismos a los empresarios, ¡para incentivar a usted!, mi señora Iniciativa Privada
Por más que le duela, tiene que admitir que todas estas realidades irrefutables no hablan nada bien de la globalidad conformada y regentada por usted ¿O sí? Y no me venga con la socorrida justificación de que toda medida económica tiene siempre ganadores y perdedores, ya que su actuar raya en el cinismo y la desvergüenza cuando, como está sucediendo ahora en el mundo, usted pierde, mi señora Iniciativa Privada, todos los que han perdido por su causa, tienen que pagar, a través del erario de los gobiernos, las pérdidas de usted ¿Qué cómodo! claro, para usted
Lo que es en verdad más desquiciante es ese su pensar, hablar y actuar que la pinta de cuerpo entero como corrupta y corruptora Recuerde, todos sus valedores, en su predicación de cruzada, durante años repitieron y repitieron hasta el cansancio que, en nombre de la libertad y el bien de todos, es legítimo, correcto y hasta moral que tanto individuos como empresas e incluso instituciones, así sean de arte o de beneficio social, deben perseguir el lucro, ya que, como dijera Adam Smith, el conjunto de las decisiones y acciones que tienen por objeto al lucro coinciden en la construcción del bien social, benefician a la comunidad ¡Sopla, que idea! También recuerde que igualmente ha hecho suya la idea expresada en el dicho de H Spencer, que "la caridad aumenta el número de individuos que no contribuyen al desarrollo de la sociedad"? ¿y también esa caridad que es el rescate de empresas, bancos, instituciones financieras y de seguros? ¿O eso es otra cosa? nada más pregunto ¿Qué dice?
Sra Iniciativa Privada: me va usted a perdonar, pero a la luz de las realidades expuestas en la presente y otras parecidas que sería largo enumerar en el corto espacio de una carta; realidades que me han generado, como supongo que a otros muchos, desengaño y enojo, considero que las mismas me dan derecho a pensar y poder decir que toda la ardiente propaganda y machacona publicidad que le han hecho sus valedores es, como dijera G Orwel, "el repiqueteo de un palo dentro de un cubo de basura"
De usted, con el debido respeto que me merece
Juan Pópolo