Elogia Papa lucha antinarco de Calderón
MÉXICO, D F, 10 de julio (apro)- El Papa Benedicto XVI encomió hoy la lucha del gobierno del presidente Felipe Calderón contra el narcotráfico y contra la violencia, flagelos a los que calificó de "contrariedades" que es necesario combatir porque amenazan al país
En un mensaje entregado en el Palacio Apostólico a Héctor Federico Ling Altamirano, quien presentó las cartas credenciales que lo acreditan como nuevo embajador Extraordinario y Plenipotenciario de México ante El Vaticano, el pontífice expresó:
"Vale la pena destacar la atención y el empeño con que las autoridades están encarando cuestiones tan graves como la violencia, el narcotráfico, las desigualdades y la pobreza, que son campo abonado para la delincuencia", señaló el pontífice
Más aún, precisó que las medidas técnicas o de seguridad no son suficientes para lograr una solución duradera a esos problemas; por ello pidió propiciar una renovación moral que incluya la educación de las conciencias y la construcción de una cultura de la vida
El Papa afirmó que acompaña con sus rezos al "querido pueblo mexicano", el cual enfrenta con "valentía, decisión y unidad las vicisitudes del momento presente"
AsÍ mismo, pidió a las autoridades civiles promover "leyes justas y políticas públicas efectivas" en favor del derecho a la vida porque "toda persona merece respeto y solidaridad desde el momento de su concepción hasta su muerte natural"
El pontífice saludó "con gozo" la eliminación de la pena de muerte de las leyes mexicanas en 2005 y las recientes medidas que algunos de los estados de la República han adoptado para proteger la vida humana desde su comienzo
Se refirió también a la libertad religiosa que, dijo, "no es un derecho más ni tampoco un privilegio que la Iglesia católica reclama", sino más bien la "roca firme" donde los derechos humanos se asientan sólidamente
"La libertad religiosa pertenece a lo más esencial de cada persona y de cada pueblo El significado medular de la misma no consiente limitarla a una mera convivencia de ciudadanos que practican privadamente su religión, o restringirla al libre ejercicio del culto", sostuvo
"La Iglesia católica, a la vez que sostiene e impulsa esta visión positiva del papel de la religión en la sociedad, no desea interferir en la debida autonomía de las instituciones civiles", añadió
En un mensaje entregado en el Palacio Apostólico a Héctor Federico Ling Altamirano, quien presentó las cartas credenciales que lo acreditan como nuevo embajador Extraordinario y Plenipotenciario de México ante El Vaticano, el pontífice expresó:
"Vale la pena destacar la atención y el empeño con que las autoridades están encarando cuestiones tan graves como la violencia, el narcotráfico, las desigualdades y la pobreza, que son campo abonado para la delincuencia", señaló el pontífice
Más aún, precisó que las medidas técnicas o de seguridad no son suficientes para lograr una solución duradera a esos problemas; por ello pidió propiciar una renovación moral que incluya la educación de las conciencias y la construcción de una cultura de la vida
El Papa afirmó que acompaña con sus rezos al "querido pueblo mexicano", el cual enfrenta con "valentía, decisión y unidad las vicisitudes del momento presente"
AsÍ mismo, pidió a las autoridades civiles promover "leyes justas y políticas públicas efectivas" en favor del derecho a la vida porque "toda persona merece respeto y solidaridad desde el momento de su concepción hasta su muerte natural"
El pontífice saludó "con gozo" la eliminación de la pena de muerte de las leyes mexicanas en 2005 y las recientes medidas que algunos de los estados de la República han adoptado para proteger la vida humana desde su comienzo
Se refirió también a la libertad religiosa que, dijo, "no es un derecho más ni tampoco un privilegio que la Iglesia católica reclama", sino más bien la "roca firme" donde los derechos humanos se asientan sólidamente
"La libertad religiosa pertenece a lo más esencial de cada persona y de cada pueblo El significado medular de la misma no consiente limitarla a una mera convivencia de ciudadanos que practican privadamente su religión, o restringirla al libre ejercicio del culto", sostuvo
"La Iglesia católica, a la vez que sostiene e impulsa esta visión positiva del papel de la religión en la sociedad, no desea interferir en la debida autonomía de las instituciones civiles", añadió
