Tecnología para mejorar en ajedrez

lunes, 20 de julio de 2009 · 01:00
 MÉXICO, D F, 15 de julio (apro)- Hoy día el acceso a las computadoras es algo por demás cotidiano El acceso al ordenador, como dicen en España, es cada vez mayor, y en los años por venir se convertirá, sin duda, en una realidad cotidiana para la mayoría de los habitantes del planeta
 
Aunado a la red internet, el cómputo se ha hecho miles de veces más poderoso por la posibilidad de conseguir información prácticamente de manera instantánea y esto es, de verdad, notable Nunca antes la civilización tuvo acceso a tanta y tan variada información de todos los tópicos habidos y por haber
El ajedrez no ha escapado, por supuesto, a estos asuntos tecnológicos Por ejemplo, hoy día se pueden jugar partidas de ajedrez en torneos a través de la red Hay "clubes" virtuales en donde los ajedrecistas más connotados aparecen a jugar Uno de ellos es Playchesscom, de la empresa alemana Chessbase (wwwchessbasecom) y otro muy popular es el ICC (Internet Chess Club ? wwwchessclubcom) Pero además de jugar, el ajedrecista busca mejorar Para ello la computadora es, sin duda, una herramienta a la cual se le puede sacar provecho
Existen algunas empresas que generan discos compactos con colecciones de partidas, con monografías de aperturas, con estudios de finales, con cuidadosos trabajos sobre las relaciones de las piezas en el medio juego o bien, aquellos discos que tratan sobre las biografías de los grandes jugadores de todos los tiempos, incluidos los análisis de sus mejores partidas Ya con este cúmulo de información sería suficiente para necesitar más de una vida
Pero aparte de esto, existen otras alternativas Hoy en día los teléfonos celulares, por ejemplo, son prácticamente computadoras que contienen la posibilidad de, además, ser teléfonos Tienen juegos, agenda, control y registro de llamadas, cámara fotográfica, etcétera Las posibilidades resultan crecer en la medida que pasan los años y la telefonía móvil permite a sus usuarios portar en unos doscientos gramos de peso, todo un sinfín de posibilidades tecnológicas De hecho, los asistentes personales, PDA, como la Palm, ha desplazado su negocio a los teléfonos celulares y, desafortunadamente, estos asistentes (de nuevo, computadoras prácticamente de bolsillo), tenderán a desaparecer
Pues bien, en el teléfono celular se pueden conseguir programas de ajedrez por demás notables El iPhone, por ejemplo, tiene entre sus aplicaciones más de un juego de ajedrez Aparte del diseño gráfico de las piezas, del cuidado que los programadores de esas aplicaciones toman para hacerlos atractivos a la vista, los juegos de ajedrez en los teléfonos celulares son cada vez más potentes y juegan como un fuerte jugador de primera fuerza Los precios ?dependiendo del teléfono que se use? oscilan entre 5 a 20 dólares en lo que se refiere a los programas de ajedrez Una ganga si consideramos que el software en el teléfono puede batir fácilmente al 90% de los aficionados en el mundo
Además de esto, existen también las Pocket PC, que son asistentes personales basados en la computadora de escritorio y que, además, usan Windows (en su versión portátil) Me acabo de hacer de una de estas máquinas y me compré, en wwwchessokcom un programa, no para jugar, sino para estudiar táctica El sistema pone posiciones de estudio en donde hay que encontrar como juegan las blancas, o negras, y ganan, o empatan El sistema tiene más de mil ejercicios y los tiene validados por grado de dificultad Cuando uno no hace la jugada correcta el sistema lo advierte e incluso da tips para hallar la jugada correcta
Todos estos programas son la nueva manera de trabajar en ajedrez Yo, por ejemplo, antes de dormir hago unos 10 a 20 ejercicios en la Pocket PC Entreno mi capacidad de visión táctica y me encuentro siempre dispuesto al análisis de posiciones complejas Así entonces, es posible ayudarse en el avance de nivel en el juego ciencia utilizando la tecnología de cómputo casera Los programas actuales hacen maravillas y no cuestan más que un libro promedio, con la diferencia de que normalmente tiene decenas o cientos de veces más información que lo que puede aparecer en una obra impresa

Comentarios