Predicciones y memoria

lunes, 17 de agosto de 2009 · 01:00
MÉXICO, DF, 12 de agosto (apro) - Respetables y respetados lectores: en anterior a este mismo buzón, considero que mostré suficientemente, contra los que afirman lo contrario, que sí, que Marshall McLuhan fue profeta de este hoy en el que nos movemos En la misma también advertí lo peligroso que podía ser para  el buen Juan, para el hombre común, no estar informado de lo que previó McLuhan, porque los señores del poder, sea este político, económico, industrial o del mercado, que son mucho con los menos, sí lo están y bien que saben hacer uso de esa  información para arrimar el ascua a su sardina, es decir, en provecho de sus muy particulares intereses
En la presente insisto en lo trágico que puede resultar para el hombre común, que somos los más, no estar enterado, no dar importancia y no asumir lo que se le informa, o saber las cosas y olvidarlas luego, las que sean, ya que cada uno de esos hechos y cuantimás los tres juntos, poco o nada contribuyen al saber, al conocer, por mucho que esos hechos y sus resultados afecten poderosamente al entramado de lo social, y de rebote, a los intereses y derechos de cada individuo La ignorancia, la indiferencia hacia los y sus resultados, o el olvido de los mismos, poco o para nada sirven para alimentar el saber, y dejan en la inanición a la memoria, a la capacidad de fijar, retener y evocar un hecho pasado o un conocimiento adquirido ?como pueden ser los que previó McLuhan-- Hay que tener en cuenta que una memoria débil, deficiente o maltrecha, no suministra recursos suficientes para alertar y mover a las personas a planear con anticipación y eficacia medidas contra hechos ya anunciados Recordemos también que sin memoria no hay autoconciencia ni sentimiento de identidad y que el hombre que carece de las mismas puede perder su dignidad, pues al no tener conciencia de ellas, difícilmente las defenderá cuando cualquiera hecho o poder las atropelle
Estimados lectores: al respecto bueno será que tengamos presente y no olvidemos por el bien de todos, lo que dijo el novelista checo Milan Kundera, que "la lucha de los hombres contra el poder es la lucha de la memoria contra el olvido"
Por otra parte, McLuhan, el profeta de la era electrónica, después de recordarnos lo que todos sabemos, que nuestra cultura está fuertemente marcada por la tecnología, afirme que ésta no era más que una extensión, una ampliación de partes de nuestro cuerpo Dijo, por ejemplo, que la rueda es una ampliación del pie; la lengua (el idioma) es una ampliación del oído; el libro lo es del ojo; la indumentaria lo es de la piel; el hábitat lo es de la piel y, en su caso, del pellejo; la ciudad también lo es de la piel, y la técnica de conmutación eléctrica es una ampliación del sistema nervioso
El profeta de la era electrónica también dijo y sostuvo que estas ampliaciones, estas extensiones de partes de nuestro cuerpo ?los inventos científicos y técnicos--, actúan a su vez poderosamente sobre nosotros, los hombres, sus inventores y creadores, en un sistema de relación que nada ni nadie puede romper, lo que genera nuestra insensibilidad hacia su influencia, a nuestra dependencia de los mismos, por lo que tenemos con ellos una relación parecida a la de la hipnosis, "narcosis" la denomina McLuhan
¿A que se deben estas extensiones o ampliaciones de partes de nuestro cuerpo? Según M McLuhan son hijas de nuestras necesidades, a la insatisfacción, al malestar del hombre con su entorno Lo trágico de estas amplificaciones corporales extendidas está en que cada una de ellas supone la autoamputación de la parte corporal extendida Veamos algunas palabras de nuestro profeta en lo que se relaciona con nuestro hoy: "El principio de la insensibilización entra en vigor con la llegada de la tecnología eléctrica Si hay que ampliar y poner a salvo de influencias externas el sistema nervioso central, tenemos que insensibilizarlo o, de lo contrario, moriremos Por eso, la Era del miedo y de los medios electrónicos es también la era de la inconsciencia y de la apatía Pero además, por añadidura, la Era de la inconsciencia consciente"
Ante este panorama profetizado por Marshall McLuhan y que ya vivimos, este servidor de ustedes no sabe qué hacer, pues no lo seduce ser un inconsciente, un pusilánime, un miedoso o ser un Tío Lolo, es decir, uno de esos hombres que se hacen tarugos solos; por añadidura, me desespera pensar que, ante el poder de los medios de información, de poco o nada me va a servir tener memoria, el importarme un pito todo o el olvidarme de lo sabido
Bueno, esta es mi opinión muy personal ¿Cuál es la de ustedes, estimados lectores?
Sin más por el momento y deseándoles lo mejor a todos
LIGORIO D'REVUELTAS

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