MEXICO, D F  4 de agosto (apro)-  El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, dijo estar dispuesto a formar un gobierno de reconstrucción nacional e incluyente, que zanje la severa crisis que vive esa nación centroamericana
         Sin embargo, advirtió que esta apertura no significaría conceder "amnistías penales" a quienes participaron en su derrocamiento hace 34 días
Durante su primer día de visita en México, Zelaya manifestó su deseo de firmar el llamado Plan Arias --encabezado por el mandatario de Costa Rica, Oscar Arias--, en el que se incluye como primer punto su restitución
"Hay que conceder amnistías políticas no amnistías penales ni civiles a los delitos que se han cometido y, al mismo tiempo, dejarle al pueblo todos los procesos de transformación, ya que los meses de gobierno son limitados", dijo Zelaya durante una conferencia de prensa organizada en la escalinata de la "Casa Miguel", de la residencia oficial de Los Pinos
Por su parte, el presidente Felipe Calderón comentó que México participará activamente en la ejecución del Plan Arias para que Zelaya pueda regresar a Honduras mediante una amplia negociación
"Ojalá pueda rubricarse pronto el Plan Arias  para que pueda, por todas las partes, asumirse un compromiso de reestablecimiento del orden constitucional Estamos dispuestos a estar presentes como país en los actos que permitan la firma del plan Estamos dispuestos a acompañar firmemente este acuerdo no solo como país, sino también como secretaría Pro Témpore del Grupo de Río", señaló Calderón
Durante el intercambio de preguntas y respuestas, Zalaya descalificó las versiones en el sentido de que, en cualquier momento, podría recurrir a la violencia mediante algún tipo de guerrilla o movimiento armado para regresar a su país
         "Si  verdaderamente quisiera utilizar la fuerza, ya lo hubiera hecho, toda vez que el ejército hondureño es muy pequeño Sin embargo, soy un catracho pacífico, que nunca recurría a la violencia como lo han querido manejar los golpistas y algunos medios de comunicación", dijo
Y destacó su vocación por la paz aun cuando, dijo, nació en una región hondureña en la que la gente acostumbra usar tres armas: una en la bota, otra en el cinturón y una más en la espalda
Zelaya --de traje negro, corbata roja y sobrero de palma--, afirmó que el grupo golpista cometió tres graves errores: "Pensaron que el pueblo no iba a protestar; creyeron que el presidente depuesto iba a ser desterrado sin mayores problemas y, sobre todo, se equivocaron de siglo al pretender ocupar el poder por la vía de las armas", indicó
"Pido solidaridad a los medios de comunicación porque no basta condenar el golpe, sino también medir la gravedad del asunto, porque esto puede ser un mal ejemplo y un golpe para la democracia en toda la región", añadió
Calderón recibió con el protocolo correspondiente a jefes de Estado al depuesto mandatario de Honduras, aun cuando en esta nación centroamericana no existe una solución a la grave crisis interna, que ha dejado decenas de muertos y en la que permanece vigente la suspensión de las garantías individuales
En el acto, Zelaya fue arropado por una valla de elementos de guardias presidenciales, así como por un batallón del Estado Mayor Presidencial (EMP), que portó la bandera de Honduras, además de la banda de guerra, que interpretó el himno nacional de ese país
La ceremonia se realizó en la explanada Francisco I Madero, en la que se colocaron las banderas de México y Honduras, así como un templete con alfombra roja 
 En su mensaje de bienvenida, Calderón se refirió en tres ocasiones a Zelaya como presidente constitucional de Honduras, y dijo que la ruptura del orden constitucional es inaceptable y ha sido ya rechazada por todos los pueblos de América Latina
 "México ha abogado por el restablecimiento del orden y la restitución del presidente Zelaya", afirmó 
Por su parte, Zelaya dijo que el golpe militar en su país fue perpetrado por una élite que se niega a perder sus derechos