Más alla de la ilusión del "talento" (II)

domingo, 17 de enero de 2010 · 01:00

MEXICO, DF, 17 de enero (apro).- Sobre un artículo de Jonathan Rowson, autor de estupendos libros de ajedrez como “Los siete pecados capitales del ajedrez” o “Ajedrez para Cebras”, he aquí las ideas más relevantes de este connotado gran maestro:
Sin duda que el talento individual debe ser un factor, pero ¿lo es en mayor grado? Sin duda hay gente que tiene una aptitud 'natural' para las matemáticas, la música o el ajedrez, pero este punto contiene algo de verdad, pero mucho desde la perspectiva de cómo definamos el 'talento'. Si lo tomamos como una 'facilidad natural' o algo que no puede ser aprendido, el talento es algo que es mucho menos significativo de lo que usted imagina. Como Gladwell indica: "Los psicólogos han visto las carreras de los más 'talentosos' y han hallado que el rol del talento innato es inversamente proporcional al trabajo que se realiza. Dicho de otra manera, mientras menos talento natural innato, el rol mayor lo juega la preparación.
La 'preparación' es una palabra familiar para el ajedrecista, pero es claro que no se trata meramente de horas de aplicación sobre el tema. Como lo pone Gladwell: "La práctica no es lo que haces una vez que te hace ser bueno en algo. Es lo que haces para ser bueno en alguna actividad".
Los estudios sobre la ‘expertez’ humana (en cualquier campo) sugieren que se necesitan aproximadamente diez años o 10 mil horas de práctica para ser un experto en algún campo, pero es una práctica de un tipo muy particular. La expresión usada para describir el trabajo que se necesita hacer es lo que denomina 'práctica deliberada' que cuenta al tratar de repetir una y otra vez algo que no puedes aún hacer correctamente.
La práctica deliberada no es meramente ósmosis, o sentarse en el tablero de ajedrez con jugadores fuertes esperando que de alguna manera se nos acumulen puntos de rating del aire, como si fuésemos algún tipo de planta. No, más bien es repetir una y otra vez lo que uno sabe porque hay una enorme diferencia entre tener diez años de experiencia y tener un año de experiencia repetida ¡diez veces! En este respecto la expresión 'la práctica hace al maestro', es muy significativa. Sin embargo es más preciso decir que la 'práctica hace el conocimiento permanente', en el sentido que tendemos a hacer todo el trabajo posible aunque no sea lo más adecuado, lo hacemos lo mejor posible.
La idea de la práctica deliberada se describe a detalle en otro libro sobre el talento: What Really Separate World Class Performers from Everybody Else, de Goeff Colvin (Nicolas Brealey Publishing). La práctica deliberada básicamente significa practicar constantemente, usar hora tras hora, día tras día, tratando de hacer cosas que nos siguen costando trabajo hacer. Por ejemplo, una patinadora mediocre está feliz cuando ejecuta un doble giro y lo hace una y otra vez y se siente bien con ella misma por eso, pero una patinadora de clase mundial tratará asiduamente de ejecutar el triple giro aunque inevitablemente, al intentarlo, su trasero caiga en el frío hielo una y otra vez a lo largo del día.
Similarmente un débil jugador de ajedrez ensaya una trampa que en la apertura le ha funcionado con frecuencia, mientras que el jugador fuerte trata de refutar las jugadas más complicadas en sus líneas favoritas, incluso aunque esto signifique ' trabajar duro para obtener una ventaja mínima', como Tibor Karolyi describe en el Yearbook 74 de New in Chess en la línea principal de la eslava.

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