MÉXICO, D.F., 26 de enero (apro).- Empujados por la pobreza y marginación, más de 3.6 millones de menores forman parte del mercado laboral y de ellos 1.2 lo hacen en el sector agrícola, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

         Durante la presentación del proyecto Alto Trabajo Infantil en la Agricultura, el director de la OIT para México y Cuba, Germán López Morales, afirmó que el sector agrícola y sus subsectores, junto con la construcción y la minería, es uno de los tres más peligrosos para los niños que trabajan.

         Ante el secretario del Trabajo, Javier Lozano; el director de la OIT para América Latina y el Caribe, Jean Maninat, y la directora de la UNICEF en México, Susana Sotoli, el directivo destacó que la mayoría de las niñas y niños mexicanos que han tenido que ingresar al mercado laboral son indígenas.

         Por si fuera poco, López Morales hizo notar que de los 3.6 millones de infantes que actualmente trabajan, 1.5 millones no asisten a la escuela, mientras otro porcentaje similar registra índices reducidos de asistencia.

Asimismo, es el sector donde se registra la mayor deserción escolar.

         De acuerdo con el directivo de la OIT, la mayoría de las niñas y niños mexicanos que trabajan se ven involucrados, de manera estacional, en la siembra y cosecha de distintos cultivos para el consumo nacional y de exportación.

En otros casos, agregó, existe un desplazamiento migratorio de las personas dentro del país, asociado con la búsqueda de oportunidades de trabajo en las agriculturas.

El proyecto Alto Trabajo Infantil en la Agricultura está enfocado a nivel federal y estatal en los estados de Chiapas, Michoacán, Sinaloa y Veracruz. Su objetivo es  aumentar la base de conocimientos sobre el trabajo infantil en el sector agrícola, fortalecer el marco legal institucional y de políticas para la prevención o erradicación de ese fenómeno y en particular, de sus peores formas en el sector referido.