MÉXICO, D.F., 8 de enero (apro).- Arturo Sarukhán, embajador de México en Estados Unidos, admitió hoy que “será difícil y complejo” que en el transcurso de 2010 el Congreso estadunidense apruebe una reforma migratoria integral que beneficie a los más de 11 millones de mexicanos residentes en aquel país.
    En conferencia de prensa, el diplomático mexicano que participó en la XXI Reunión de Embajadores y Cónsules de México, explicó que las principales causas que dificultan la aprobación de la reforma migratoria son las condiciones políticas y económicas que enfrenta Estados Unidos.
    Sarukhán reconoció que si a más tardar en junio no se presenta una iniciativa de reforma, no será viable su aprobación en lo que restaría del 2010, debido a que a finales del año, en el mes de noviembre, habrá elecciones legislativas “y nadie querrá abordar el tema en el contexto de una campaña político electoral.
    El embajador señaló también que para México la reforma migratoria en Estados Unidos es uno de los temas de mayor prioridad en la agenda de política exterior del Estado mexicano.
“Indistintamente la coloratura del partido que ostente el poder político en el país –agregó--, no hay tema más importante para el futuro económico de nuestras dos naciones y de América del Norte en general.”
    En ese sentido Sarukhán dejó en claro que México realiza un intenso cabildeo, “cuidados y muy activo” con la sociedad civil estadunidense, con los congresistas, gobernadores y alcaldes para lograr que se apruebe la reforma. Sin embargo, aclaró que la actuación del gobierno mexicano ha sido de bajo perfil, “discreto, eficaz… por debajo del radar”.
    Aseguró que el gobierno mexicano seguirá trabajando “como lo ha estado haciendo de una manera denodada, cuidadosa, inteligente”.