MÉXICO, D.F., 20 de octubre (apro).- El presidente Felipe Calderón inauguró hoy, en Acapulco, Guerrero, la Asamblea General de la Asociación de Comités Olímpicos Nacionales.
    La celebración se desarrolló en un ambiente poco común, no sólo porque México será sede de los XVI Juegos Panamericanos del año 2011, sino también porque el país figura oficialmente en el primer lugar mundial en obesidad, seguido de Estados Unidos, que antes ocupaba ese lugar.
    Al inaugurar la asamblea, en la que participan 205 delegados nacionales, Calderón señaló que su gobierno está obligado a promover el deporte “como una política pública que promueva la salud entre la niñez, la juventud y los adultos”, aunque no detalló los pormenores de ese impulso a la educación física en los años por venir.
    El Ejecutivo advirtió que una vez agotado el bono generacional que hace de México uno de los países más jóvenes, con un promedio de edad de 27 años, el grueso de la población podría sufrir graves enfermedades derivadas del sobrepeso, si no se actúa rápidamente en el terreno del deporte.
    El gobierno federal, apuntó, apoya diariamente a mil 300 deportistas de alto rendimiento e invierte 800 millones de dólares en infraestructura deportiva, y con ello se recuperan más de cuatro mil espacios públicos, principalmente en colonias populares.
    México, agregó, tiene “una política pública que en materia de salud es la mejor política preventiva que puede asumir un país”. No obstante, apuntó, “por desgracia” ocupa ya el primer lugar en obesidad.
    Y añadió: El mundo necesita de más espíritu olímpico, pluralidad y respeto, “independientemente de nuestros orígenes, de nuestros credos y nuestras razas”.
    Como muchas naciones, puntualizó, México “está obligado a promover el deporte intensamente, no sólo porque genera recreación, espacios, convivencia, valores y disciplina para quien lo practica, sino también para alejar a los jóvenes de las garras de las adicciones”.