Burdas y ofensivas, las declaraciones de Calderón: AMLO

miércoles, 6 de octubre de 2010 · 01:00

MÉXICO, D.F., 6 de ocubre (apro).- El excandidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador calificó las declaraciones del presidente Felipe Calderón, en el sentido de que es “un peligro para México”, como “burdas y ofensivas”, tanto que ni él, dijo, las utilizaría contra el Ejecutivo, a pesar de que durante su gobierno han muerto miles de personas en su guerra contra el narcotráfico.

            “Esa frase –dijo López Obrador sobre la expresión acuñada como parte de la campaña sucia de 2006-- no refleja la realidad de nuestro país, y es del todo burda y ofensiva, al grado que ni siquiera me atrevería a usarla en contra de Calderón, como nunca lo he hecho, repitiendo que ‘Calderón es un peligro para México’, a pesar de que durante su gobierno han perdido la vida cerca de 30 mil mexicanos por su irresponsabilidad e ineptitud”.

    Durante la presentación de su libro La mafia que se adueñó de México y el 2012, en la Feria Alternativa del Libro en la Alameda Central, López Obrador se refirió a las declaraciones de Calderón en una entrevista radiofónica, en la que reavivó la estrategia de descalificación contra el exjefe de Gobierno capitalino y de sus seguidores, a los que llamó “fanáticos”.

    Después de que el académico Armando Bartra y el asesor del llamado “gobierno legítimo”, Jesús Ramírez Cuevas, hicieron algunas observaciones sobre el nuevo libro de López Obrador, el noveno de su autoría, el
excandidato presidencial puntualizó que Calderón le robó la presidencia y lamentó que, “en vez de pedir perdón a los mexicanos por el desastre nacional, siga optando por la mentira, la confrontación y la ofensa a millones de mexicanos que no se dejan engañar y a los que llama ‘fanáticos’”.

    Al señalar que Calderón “fue impuesto por la funesta camarilla culpable de la tragedia nacional”, López Obrador dijo que de haberse respetado el voto popular en 2006, “en nuestro país habría crecimiento económico, empleo, bienstar, tranquiliad y seguridad pública”.

    Afirmó que las consecuencias de la “imposición” es que México atraviesa por una de las peores crisis económica y los mexicanos por “una profunda crisis de miedo, de inseguridad y de violencia, que afecta a todos a lo largo y a lo ancho del territorio nacional”.

    Al referirse a la frase que inventaron los publicistas Dick Morris y Antonio Solá, en el sentido de que es un “peligro para México”, López Obrador admitió que en México tuvo impacto porque “la mafia del poder controla a la mayoría de los medios de comunicación –sobre todo la televisión, en particular Televisa-- que, dijo, se encargan de repetir mentiras para tratar de convertirlas en verdad, como se hacía en la época de Adolfo Hitler”.

    Recordó que en Estados Unidos, Dick Morris, como asesor del republicano Johh MacCain, intentó aplicar la misma campaña sucia contra Barack Obama, “pero no funcionó por la pluralidad de los medios de comunicación estadunidenses”.

    López Obrador puntualizó que continuará con su movimiento “en busca de un cambio verdadero”,  y dijo que está “convencido de que el cambio vendrá y no lo van a impedir ni  la mafia del poder, ni (Carlos) Salinas, ni Televisa, ni (Enrique) Peña Nieto, ni el PRI, ni el PAN, ni sus voceros, ni los eternos sembradores de veneno, ni sus políticos paleros”.

    Afirmó que continuará encabezando a quienes Calderón llamó “fanáticos”, aquellos que “siguen expresando su decisión y trabajando para transformar a México por la vía pacífica, hasta derrotar en buena lid a la oligarquía y establecer una auténtica democracia, que permita que las riquezas de México se distribuyan con justicia y se utilicen para mejorar las condiciones de vida y de trabajo de la población”.

    Luego, López Obrador habló de su libro e invitó a los presentes --más de 500 personas que lo interrumpían para vitorearlo-- a convencer cada uno a cinco personas para que en el 2012 apoyen su proyecto de nación.

    Al término del evento, López Obardor autografió libros a personas que lo siguieron hasta su automóvil, donde fue despedido con fuegos artificiales, mientras decenas gritaban en coro  “presidente” y “es un honor luchar con Obrador”.

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