Sumar marines a lucha antinarco, propone The Washington Post

viernes, 26 de noviembre de 2010 · 01:00

WASHINGTON, 26 de noviembre (apro).- La solución al problema del narcotráfico y el crimen organizado en México es dejar de lado el orgullo y el nacionalismo y facilitar el ingreso de los marines, propuso Edward Schumacher-Matos, un columnista del Washington Post.

“Todavía la clase elitista mexicana y el Ejercito siguen siendo muy orgullosos para hacer lo que inmediatamente deberían hacer: llamar a los marines”, señaló Schumacher-Matos en su columna que este viernes publicó el Washington Post y que lleva por título “México, llamen a los marines”.

El columnista y también académico de la prestigiosa Universidad de Harvard, considera que ante el grave y creciente problema de la narcoviolencia, los mexicanos deberían dejar de lado su persistente prejuicio frente a Estados Unidos y permitir que las Fuerzas Armadas estadunidenses coadyuven a encarar este problema de inseguridad que se ha perpetuado en lo que va del sexenio de Felipe Calderón.

“Digo esto con un tono un poco tendencioso para sacar a los mexicanos de su estupor nacionalista. De hecho, ellos deberían llamar (en su auxilio) al Ejército de Estados Unidos, a la Marina y también a la Fuerzas Aérea”, sostiene el columnista.

Al abordar el tradicional e histórico sentir de los mexicanos respecto de Estados Unidos, Schumacher-Matos advierte que “el orgullo nacional es bueno hasta que el agua te llega al cuello y tu nación continua hundiéndose”.

Aclara que aunque “México todavía no está hundido”, el problema de inseguridad que lo aqueja se concentra en el control que al menos siete cárteles ejercen sobre varias ciudades y algunas de las rutas del trasiego de los narcóticos en la frontera norte, así como de los centros de producción y sus bases centrales de operación.

Al justificar su propuesta de llamar a los marines, el columnista acota que México no necesita un ingreso masivo de las Fuerzas Armadas estadunidenses para que lo rescaten.

“México está en una calamitosa necesidad de personal militar estadunidense especializado que se coloque dentro de sus fronteras para ayudar al país a construir un poderosos sistema electrónico de inteligencia, así como para dar adiestramiento moderno a las Fuerzas Armadas y policiales con el propósito de reemplazar a sus líneas sofocantes, jerárquicas y caducas”, detalla Schumacher-Matos.

Luego asume que con su propuesta tal vez se sentirán insultados muchos mexicanos, pero subraya que esto lo hace por el amor que tiene para con México y sus ciudadanos.

“México ni es un Estado fallido ni un sociedad totalmente corrupta, como curiosamente consideran los estadunidenses nativistas y como lo claman los humanistas en el debate del tema de la reforma migratoria”, establece el articulista.

También cuestiona al presidente estadunidense Barack Obama por haber disculpado la controversia abierta hace unas semanas por su secretaria de Estado, Hillary Clinton, al señalar que los cárteles del narcotráfico estaban metamorfoseándose en un “insurgencia”.

“México y Estados Unidos deben reconocer que los cárteles en México y en otras partes del mundo representan lo que un creciente número de especialistas con una visión clara llaman una nueva forma de insurgencia criminal”, matiza Schumacher-Matos.

La realidad en México, y que es la base de la opinión del académico de Harvard y columnista del Washington Post, es que los cárteles del narcotráfico, a través de la intimidación, ejecuciones, masacres y el cohecho, se han apoderado de la policía, los políticos y la prensa.

“De manera valerosa, el presidente Felipe Calderón trata de romper el ciclo (de violencia) con una guerra contra los cárteles, pero después de 28 mil muertes la mayoría de los mexicanos piensa que los cárteles van ganando la batalla”, apunta Schumacher-Matos, para luego enfatizar con el siguiente análisis:

“El periodo presidencial de Calderón termina en dos años y México enfrentará la decisión de seguir luchando o regresar a la vieja política de ‘vive y deja vivir’ con uno o más de los cárteles. Esta última idea se está haciendo cada vez más atractiva”.

Una mayor intervención de la inteligencia militar estadunidense en México es para el columnista la fórmula más efectiva de acabar con el problema de la inseguridad y el narcotráfico en México.

“México necesita ahora la ayuda militar y policial”, destaca el académico, quien pone como ejemplo de éxito la intervención militar estadunidense en la lucha contra el narcotráfico en Colombia.

El Plan Colombia, concluyó, “ha sido un éxito porque varios cientos de adiestradores militares y operadores de inteligencia han trabajado con la mano enguantada con los colombianos dentro de ese país”.

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