Comando masacró y quemó a cazadores, revela sobreviviente

lunes, 13 de diciembre de 2010 · 01:00

GUANAJUATO, Gto., 13 de diciembre (apro).- De acuerdo con el testimonio de uno de los dos sobrevivientes del grupo de cazadores levantado por policías en el municipio de Joaquín Amaro, en Zacatecas, sus ocho compañeros fueron ejecutados y quemados por un comando de sicarios al cual fueron entregados por parte de los preventivos.
El testimonio forma parte de las denuncias por la desaparición de los ocho habitantes de León, un grupo de amigos dedicados al comercio de calzado, que fueron presentadas por sus familiares entre el 6 y el 11 de diciembre, sin que hasta el momento hayan sido localizados en la zona donde fueron vistos por última vez.
    La averiguación previa 353/2010 desglosa las nueve denuncias interpuestas en León, y la cual fue enviada a la Procuraduría de Zacatecas con las fichas de búsqueda de los ocho desaparecidos para trabajar conjuntamente en su localización y en la investigación del caso, informó la Procuraduría de Guanajuato.
En una de las denuncias se acusa directamente a los policías de Joaquín Amaro de haber detenido a los cazadores de venados y de haberlos entregado al grupo armado que los habría ejecutado y quemado.
    Así lo confirmó el procurador de Zacatecas, Arturo Nahle García, quien informó que este día comparecen ante el Ministerio Público todos los integrantes de la Policía Municipal de Joaquín Amaro, a los cuales personalmente ha tomado declaraciones por encomienda del gobernador Miguel Alonso Reyes.
    Al mismo tiempo, “en toda el área donde se localiza el municipio de Joaquín Amaro se mantiene un operativo que intenta dar con el paradero de los guanajuatenses”, dijo Nahle.
    Los ocho desaparecidos, integrantes del club cinegético de caza, tiro y pesca “Aldama” son: Ernesto y Diego Cordero Anguiano, de 37 y 47 años (el primero es un militar retirado); Juan Diego Cordero Valdivia, de 22 años; Josué Bocanegra López, de 19; Sergio Sánchez Pérez, de 32; Mario Alberto Reyes, de 26; José Javier Martínez, de 46 y Héctor González Cervantes, de 37 años.
    En entrevista con Apro, el procurador zacatecano dijo que, según el testimonio de un sobreviviente contenido en la averiguación, el grupo conformado por nueve adultos y un menor de 15 años viajó el fin de semana de León a Zacatecas en una camioneta Suburban roja modelo 1994, todos vestidos con camuflaje militar y sus armas para la caza deportiva.
    El grupo se dirigió al rancho de San Lorenzo, ubicado en el municipio de Mómax, con la intención de cazar venado y gualojote, como lo hacía con frecuencia.
El martes 7, los cazadores fueron abordados por los preventivos de Joaquín Amaro, quienes los detuvieron y llevaron a la cárcel municipal, donde estuvieron durante algunas horas.
    “Es normal, si los vieron con uniformes tipo militar y armados, que los hubieran detenido para verificar”, justificó el procurador Nahle.
    Sin embargo, el testimonio refiere que unas horas más tarde, los hombres fueron sacados de los separos por los policías y llevados ante un grupo de unos 20 sicarios con los rostros cubiertos por pasamontañas y quienes portaban armas largas.
    Uno de los hombres –originario de Jalisco-- logró escapar y huyó, mientras que el menor fue liberado. “Le dijeron que se fuera porque ellos no mataban niños”, contó Arturo Nahle.
    Mientras esto ocurría, algunos de los familiares decidieron viajar al rancho de San Lorenzo para preguntar por los hombres, ya que éstos habían informado que volverían el lunes 6 y no llegaron a sus domicilios.
Ahí les informaron que los habían visto por última vez precisamente el lunes, cuando consumían algunas bebidas con el guía al que contrataron para ir a cazar.
    Fue al regresar a León cuando los familiares fueron enterados de que un sobreviviente había vuelto a la ciudad y refirió toda la historia de lo que ocurrió con los ocho desaparecidos.
    La Procuraduría de Guanajuato informó que, según el testimonio, el grupo fue llevado por los sicarios en una camioneta por una brecha rumbo a la sierra de Morones, después de haber sido golpeados y torturados.
Aunque logró escapar con una herida de bala en una pierna, uno de los dos sobrevivientes reveló haber visto cuando el grupo armado baleó a sus acompañantes y posteriormente quemaron los cuerpos.
No obstante, el procurador de Zacatecas indicó que hasta el momento cuenta con otra versión, de uno de los policías, en el sentido de que los cazadores fueron trasladados hasta la capital del estado.
Al momento han declarado cuatro de los siete policías presuntamente implicados en estos hechos, tres de los cuales aseguraron que estuvieron de descanso el día en que desaparecieron los cazadores.
“Pero tenemos algunos datos por otro de los preventivos, y aún nos faltan tres más por rendir su declaración para tener información más precisa sobre el paradero del grupo”, señaló el procurador Nahle.

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