La vida de Solalinde corre peligro: Amnistía Internacional
MÉXICO, D.F., 30 de diciembre (apro).- La vida del sacerdote mexicano Alejandro Solalinde “corre peligro” por el apoyo que ha brindado a los inmigrantes en el albergue que dirige en Ixtepec, Oaxaca, advirtió hoy Amnistía Internacional (AI).
La organización defensora de los derechos humanos inició una campaña de apoyo al sacerdote, quien el pasado 16 de diciembre denunció el secuestro de, por lo menos, 50 indocumentados centroamericanos en el poblado de Chahuites, Oaxaca, que generó un diferendo diplomático entre México, Honduras, El Salvador y Guatemala.
Amnistía Internacional inició la recolección de firmas para una carta que será enviada al secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora, en la que demandará garantías para la seguridad de Solalinde.
La vida del sacerdote “corre peligro en México por haberla dedicado a proporcionar un lugar seguro a las personas migrantes", señaló AI, de acuerdo con un cable de la agencia EFE.
La organización destacó que desde hace varios años Solalinde ha sido víctima de amenazas, acoso e intimidación “por parte de funcionarios del estado y de residentes en la zona” donde coordina el albergue “Hermanos en el camino”.
“Nadie ha rendido cuentas por estos hechos, y el padre Solalinde no ha recibido la protección necesaria para llevar a cabo su trabajo sin temor a represalias", criticó AI.
El albergue “Hermanos en el camino”, afirmó Amnistía, “ofrece un lugar seguro a los migrantes que se exponen a sufrir abusos de bandas delictivas y funcionarios del Estado".
En la carta, que cuenta ya con medio millar de firmas, AI pide a Blake Mora para que "proporcione al padre Solalinde y a su equipo protección efectiva, conforme a sus propios deseos, de modo que puedan continuar con su trabajo en favor de los derechos humanos sin temor a represalias".
El pasado 11 de noviembre la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) pidió también a la Secretaría de Gobernación "medidas cautelares" a favor del sacerdote y de los habitantes del albergue “Hermanos en el camino”, al considerar que la vida e integridad física del sacerdote corrían peligro.