Clouthier al gobierno: "no sé tragar mierda"

lunes, 22 de febrero de 2010 · 01:00

MEXICO, D.F., 22 de febrero (apro).-  El diputado federal Manuel Clouthier Carrillo sabía que podría haber represalias al denunciar públicamente que el gobierno de Felipe Calderón ampara al narcotráfico en Sinaloa y al cártel que encabeza Joaquín “El Chapo” Guzmán, y se niega a ser sometido por las amenazas del gobierno y del Partido Acción Nacional (PAN).

            “Gozo y amo mi independencia”, dice y afirma que tiene una “escuela” de su padre, Manuel Clouthier del Rincón, candidato presidencial del PAN en 1988: “Habemos gentes que somos como los toros de lidia: entre más nos pican más embestimos.”

Y ante el acecho del gobierno de Calderón y del PAN, a raíz de la entrevista con Proceso, aclara sin atenuantes: “No sé tragar mierda sin hacer gestos. Me cuesta mucho callar.”

            Como parte de la entrevista periodística que concitó una amplia controversia en el país, y después de que también adelantó al semanario que no se postularía como candidato al gobierno de Sinaloa, Clouthier Carrillo interpretó qué significaría un castigo del gobierno y del PAN:

“Si fuese así significaría que son poquito, que son chiquitos, porque no es posible que alguien en el nivel de poder que se tiene le tenga miedo a la discusión.”

            Pero no se imaginó que las represalias serían vastas: El gobierno de Calderón y el PAN activaron, en una estrategia conjunta, varios mecanismos para censurarlo y buscar someterlo por denunciar que la “guerra” contra el crimen organizado no ha llegado a Sinaloa, cuyo cártel, encabezado por Joaquín “El Chapo” Guzmán, no ha sido combatido.

.           A la carta que el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, envió al “estimado Manuel” Clouthier para desmentirlo --cuya copia hizo llegar al semanario Proceso donde se publicó la entrevista--, siguió la decisión de la coordinación del grupo parlamentario del PAN en la Cámara de Diputados, el jueves 18, para exigirle al legislador retractarse o solicitar licencia y dejar su curul al suplente.

            Y el presidente del PAN, César Nava, también diputado federal, cerró la pinza la noche del mismo jueves: “El Comité Ejecutivo Nacional desautoriza expresamente las manifestaciones vertidas por el diputado Manuel Clouthier. No reflejan en modo alguno el sentir ni la posición de Acción Nacional y conducen a la confusión y a la mala interpretación de las acciones del gobierno.”

            Nava, quien rehuyó precisar si sabía del pacto entre Gómez Mont y la cúpula del PRI para aumentar los impuestos a cambio de que el PAN no se aliara con la izquierda --como acusó el secretario de Gobernación--, censuró a Clouthier por sus declaraciones a Proceso sobre la protección a la “narcopolítica” en Sinaloa.

Y advirtió: “No permitiremos que estas aseveraciones tiendan un velo de confusión entre la población, ni mucho menos se presten a intereses perversos o agendas distintas a aquéllas de los que buscamos precisamente el restablecimiento de la seguridad pública y del orden público en el país de la mano con el presidente Calderón.”

Sin embargo, ante el embate que comenzó con el emplazamiento del vicecoordinador de la diputación del PAN, Julio Castellanos --michoacano como Calderón y Nava-- de solicitar licencia o retractarse, Clouthier ratificó que el gobierno de Calderón no combate el narco en Sinaloa ni a la “camarilla mafiosa” que lo gobierna.

“El gobierno federal habla de una guerra contra el narcotráfico que en Sinaloa no se ha visto. Se ha golpeado a todos los cárteles y no ha sido proporcional con el cártel de Sinaloa. ¡Eso es evidente! ¡Y si nos preguntan a los sinaloenses es más evidente!”, declaró Clouthier.

Y en la entrevista con Proceso advirtió los costos de no atacar la “narcopolítica” en su entidad: ”Eso significa que nos va a costar a los sinaloenses generaciones enteras porque un cabrón irresponsable --y digo irresponsable porque es su responsabilidad-- no tuvo el tamaño de hacer lo que le correspondía por mandato.”

            Militante panista hasta 1994 --“cuando tenía chiste ser panista, es decir, cuando era ir en contra de todo el establisment, cuando era un panismo generoso, de entrega y no un panismo de oportunidad en el poder”--, el hijo de Manuel Clouthier del Rincón, candidato presidencial del PAN en 1988, afirma que goza su libertad y que no la depondrá por un cargo.

“Gozo y amo mi independencia. Es de lo que me jacté los 15 años que estuve en el periodismo. Y hoy, que he decidido meterme a la política, no voy a perderla por un huesito”, dice el legislador.

Como ocurrió con su hermana Tatiana, quien renunció al PAN en 2005, Manuel dice que su marginación en el PAN obedece a que está siendo castigado. “Si fuese así significaría que son poquito, que son chiquitos, porque no es posible que alguien en el nivel de poder que se tiene le tenga miedo a la discusión.”

--¿Calderón es repelente a la crítica?

--No puedo asegurar eso. Pero si es real que se me está aplicando un castigo, primero se equivocan: No voy a aprender con esos castigos. Si alguien cree que con eso van a someterme, se equivocan.

Y advierte: “Primero, tengo una escuela que aplica una tesis distinta y lo decía Maquío. Habemos gentes que somos como los toros de lidia: entre más nos pican más embestimos. Segundo, gozo y amo mi independencia y mi libertad. Y tercero: soy un convencido que aun con todas mis limitantes algo tendré que aportar.”

De plano suelta: “No sé tragar mierda sin hacer gestos. Me cuesta mucho callar.”

                                   “Matar” al Maquío

En la entrevista, el jueves 11 --justo el día en que Gómez Mont renunció a su militancia--, Clouthier interpretó ésta como “un campanazo” para sacudir al PAN, como lo hizo su hermana Tatiana y como él mismo trató de hacerlo con un desplegado que publicó, el 1 de octubre de 2002, para evaluar el gobierno de Fox.

            “Percibo que hay una cerrazón el PAN, poco interés en saber qué pasa en gente de tradición panista y hoy que Gómez Mont está dando su renuncia al PAN quiero ver de nueva cuenta un campanazo que obliga a que el PAN se revise, pero también que se atreva a escuchar, a generar un mecanismo institucional de escucha. Se ha ensimismado en muchos sentidos y ha dejado de vincularse con la ciudadanía y, lo que es más triste todavía, pareciera que con el propio panismo.”

Y advertía: “Esto es serio. Si no se aprende de esto, si no se hace un verdadero ejercicio institucional para escuchar, para preocuparse y saber qué está pasando por la mente de muchos panistas, que a todas luces no se sienten representado en su cúpula por una serie de prácticas y que obliga a replantear si el panismo no está perdiendo su línea de cara a un pragmatismo en el ejercicio del poder.”

Cuando publicó el desplegado al inicio del gobierno de Fox, evoca, pensó que podía ser escuchado, pero, como ahora, no ocurrió así:

“Cualquiera hubiera pensado que habría interés en escuchar qué piensa el hijo del Maquío. No por ser hijo. Se los dije a miembros de las cúpulas panistas y del gobierno: Una persona que se espera 20 años para entrar a la política siendo hijo del Maquío es más que obvio que no viene por la herencia, si no, no te esperas 20 años. Pero parece que alguien tiene mucho miedo que pueda venir por la herencia.”

--¿Qué quiere decir?

--Ahí la dejamos --evade.

Pero insiste: “No sé hasta dónde haya la intencionalidad de matar la figura y el nombre de Clouthier, porque en los discurso podrán decir muchas cosas, pero los hechos te dicen cosas”, advierte.

Pone como ejemplo que una estatua de su padre haya sido depuesta de su pedestal y embodegada, en Zapopan, Jalisco, cuando el PAN era gobierno en ese municipio. “Esto, que es tan ilustrativo, me hace preguntarme si lo que se quiere es arrumbarlo en una bodega.”

--¿Quién podría estar interesado en eso?

--En Jalisco fue el gobierno municipal que todavía era panista. Y no olvidemos: Dirigir es educar. Nuestras acciones mandan mensajes.

                                               ---FIN---

 

 

 

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