Primero el dinero, después la UNESCO
Miembro fundador de la UNESCO –y con un presidente en sus inicios, el poeta Jaime Torres Bodet–, México se ha ido alejando de ese organismo internacional, señala el embajador Juan Manuel Gómez Robledo en entrevista, y explica que en el área a su cargo, urgida por un ajuste presupuestal, “se nos ocurrió” como única opción retirar al representante mexicano ante el organismo. Rechaza que el informe de éste sobre la penosa realidad educativa que enfrenta el país influyera en la decisión, pues en la materia se trabaja con la OCDE, lo cual negó Miguel Székely cuando aún era subsecretario de la SEP.
Y a no hay marcha atrás en el asunto de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Aquí simplemente hay que “cuadrar” las cuentas y ajustarse al plan de austeridad. En la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ya se probó el recorte y no funcionó, y el Estado Vaticano no acepta embajadores dobles, así que el representante de la Misión en París se va.
Se fue. Porque a decir del embajador Juan Manuel Gómez Robledo, subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), desde el lunes 1 la ministra Cecilia Villanueva es la encargada de negocios en tanto asume sus funciones Carlos de Icaza, quien –si lo aprueba el Senado– será, además de embajador de México en Francia, representante de la Misión Permanente ante la UNESCO, en sustitución del escritor Homero Aridjis, quien terminó su encargo el 31 de enero.
En las oficinas de la cancillería en plaza Juárez, el subsecretario, maestro en derecho internacional por la Universidad de París y diplomado en relaciones internaciones por el Instituto de Estudios Políticos de la misma ciudad, relata a Proceso que desde el otoño del año pasado, cuando se tuvo una idea “muy clara” del presupuesto de la SRE para 2010, se les pidió recortar el gasto tanto en las oficinas en México como en el extranjero.
No ofrece estadísticas, datos comparativos de los resultados o beneficios que aporta cada representación a su cargo. Tampoco es una decisión vinculada con la pérdida de presencia e importancia política de la UNESCO de los últimos años, o a sus escándalos de corrupción, burocratización e ineficacia en que se ha visto envuelta; y mucho menos, una respuesta al último informe anual sobre la educación en México recientemente dado a conocer por el organismo, como considera la investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México, María Cristina Rosas (véase recuadro).
Es, sencillamente, el ahorro del sueldo del delegado permanente, la renta de la residencia oficial, gastos de “orden social”, automóvil y otros servicios vinculados a su estancia en París. Dice el funcionario que ya se han hecho reducciones en plazas y gasto corriente en “todos los rubros” de la cancillería, como viáticos, congresos, convenciones, pasajes; incluso los salarios ya habían tenido una reducción de 10% al inicio del sexenio. El 75% del presupuesto de la cancillería es para mantener las representaciones en el exterior y, por tanto, se ejerce en divisas, principalmente dólares y euros.
El funcionario evaluó las áreas a su cargo. La Misión de México ante Naciones Unidas de Nueva York, en la cual forma parte del Consejo de Seguridad, no podía sufrir ajustes. De hecho se incrementó su gasto desde 2009. En la OCDE, recuerda que en el periodo del canciller Jorge Castañeda, durante el gobierno foxista, se fusionó la representación ante este organismo con la embajada, y al cabo de seis o siete meses se dieron cuenta de que los asuntos no se atendían adecuadamente ante la organización y tiempo después se reabrió la oficina, por eso ahora no fue contemplada esa opción.
Tras considerar que en las áreas a su cargo nada había por recortar, “lo único que se nos ocurrió fue hacer en París lo que ya han hecho cerca de 80 países: Que el embajador ante el gobierno de Francia o el embajador ante la OCDE, en el caso de los países miembros, atienden también los asuntos de la UNESCO”. Y así lo planteó a la canciller Patricia Espinosa Cantellano y al oficial mayor Julio Camarena Villaseñor.
–¿Entonces la decisión fue de su área?
–No, no de mi área. Mi área propuso. Mi área identificó ese posible ahorro y se puso a consideración de todas las dependencias involucradas: Educación Pública (SEP), Conacyt (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología) y Conaculta (Consejo Nacional para la Cultura y las Artes). Luego se llevó a la consideración de la Presidencia de la República, pero es una decisión colegiada.
Añade que se aprovechó el cambio en la dirección general en la propia UNESCO, con la salida en octubre del japonés Koichiro Matsuura y la llegada de la búlgara Irina Bokova. El Ejecutivo federal determinó igualmente poner fin a la comisión de Aridjis y así se le hizo saber desde noviembre, y se establecieron los plazos para la entrega de la oficina.
Se le pregunta al también exprofesor en la Universidad Panamericana de la Ciudad de México, propiedad del Opus Dei e hijo del desaparecido embajador Antonio Gómez Robledo, si con lo que se ahorrarán se palia realmente la disminución de presupuesto en la SRE. Asegura que contribuye.
–¿Saldremos de la crisis con esto?
–¡Nooo, por amor de Dios, no! Probablemente no, digo, los ahorros que debemos hacer –acabo de decirlo– son en todos los rubros. Tenemos que ahorrar tanto en México como fuera. Estamos extraordinariamente limitados ahorita para contratar personal, se han cancelado un montón de plazas, en fin, los presupuestos se han reducido, o sea todos tenemos que contribuir para que cuadren las cifras, no podemos terminar en números rojos. No ponga en mi boca palabras de que con esto ya se resolvió la crisis.
–No lo hago, sólo le pregunto.
Menciona entonces que se cerraron otras representaciones, como las embajadas en Pakistán y Angola, y los consulados en Porto Alegre (Brasil), Guayaquil (Ecuador) y Guatemala; este último pasó a ser sección consular en la embajada ante esa nación.
Y tras agregar que todos los países hacen continuas evaluaciones sobre la pertinencia de sus representaciones, alude a los cuestionamientos al hecho de cancelar el puesto del embajador ante UNESCO pero mantener la embajada en el Vaticano. Explica que todos los países que tienen relación con ese Estado tienen un embajador específico, pues así lo exige su gobierno:
“La santa sede no admite a un embajador acreditado ante el gobierno italiano, exige un embajador dedicado al Vaticano.”
La pregunta es, frente a los beneficios que la propia cancillería ha enumerado de la relación con UNESCO (entre ellos los sitios declarados Patrimonio de la Humanidad y la participación de México en distintos comités y comisiones), qué aporta a México la relación con el Vaticano.
–Ah, yo no llevo la relación con la santa sede. Mi colega la subsecretaria Lourdes Aranda es quien la lleva, pero le puedo decir que todos los países, aun aquellos donde el catolicismo no es una religión importante, tienen embajador ante la santa sede. Cuba, por ejemplo, nunca cortó relaciones. Y países donde el catolicismo no es muy importante como, India y Japón tienen embajador. De lo demás pregúntele a la embajadora Aranda.
Problemas de peso
El subsecretario precisa que hace tiempo la relación con la UNESCO estaba circunscrita a áreas como la cultura y la ciencia, pues en los últimos años, en materia de educación, México ha venido trabajando más con la OCDE “para mejorar el nivel educativo”. Curiosamente, hace unos meses el ahora exsubsecretario de Educación Pública, Miguel Székely, afirmó tajante a este semanario que México no recibía ningún tipo de lineamiento de ese organismo.
Gómez Robledo alude a un informe presentado en días pasados por el organismo, en el cual –dice– se valora de “manera muy positiva la alianza por la calidad de la educación”. Aunque lo que reportaron los medios en las noticias respecto de este informe es que los estudiantes mexicanos siguen teniendo uno de los niveles educativos más bajos entre los países miembros del organismo.
Según el embajador, la UNESCO se ha volcado al tema del analfabetismo y –afirma convencido– éste “no es el problema mayor de México ni mucho menos”, no obstante que el director del Instituto Nacional de Educación para los Adultos, Juan de Dios Castro, admitió hace un par de semanas que hay 33.4 millones de mexicanos que no saben leer ni escribir, no han terminado la primaria y secundaria, y lograr que lo hagan llevará “por lo menos 30 años”.
También se le pregunta qué otros temas son prioritarios para México en su relación con la UNESCO, además de la ciencia y la cultura. Y cuál será la agenda para este 2010. Esto responde:
“Estamos buscando, pero todavía no sabemos. Primero vamos a esperar que la nueva directora general presente su programa de trabajo, que se organice, acaba de tomar posesión, está nombrando a su gente, ya la invitamos a venir a México, no sabemos cuándo se concrete esa visita, pero en fin, creo que hay un tema que nos interesa mucho, que es la capital mundial del libro: Que una ciudad sea designada en un momento dado capital mundial del libro, lo que pasa es que ya ha habido muchas ciudades latinoamericanas que lo han sido, entonces tenemos que ver cuándo hay una buena coyuntura para ello. Y básicamente también seguir participando en todos los foros en que participamos siempre, de toda la vida, y ahora con la nueva directora general ver qué prioridades tiene ella.”
El funcionario se muestra optimista en la naciente gestión de Bokova y confía en que pueda revitalizar a la UNESCO, la cual “ha pasado por una serie de malos ratos desde los ochenta”, pues luego de la salida de Estados Unidos y Reino Unido cayó en una crisis de imagen.
En los medios se ha hablado incluso de casos de corrupción durante la gestión del español Federico Mayor. A decir de Gómez Robledo, Matsuura puso “orden en la casa”, pero el organismo, como quiera, ha perdido “mucha visibilidad política”.
–¿Cuál diría entonces que es el papel de la UNESCO en el contexto mundial actual?
–No desempeña ya el papel para el cual fue creado, sin duda alguna. La UNESCO de hoy no es la de Jaime Torres Bodet, pero puede desempeñar un papel muy importante en un tema que cada día cobra más importancia, más allá de todo lo que le acabo de decir: el tema de la Alianza de las Civilizaciones. La búsqueda de mejores entendimientos entre Occidente y el mundo islámico es un tema fundamental en la política del día de hoy.
Destaca que la Alianza de las Civilizaciones fue una propuesta del presidente español José Luis Rodríguez Zapatero y el primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan. Y considera que aunque a la UNESCO se le ha acusado en ocasiones de caer en la politización y ocuparse de temas que no le corresponden, sí debe colaborar en el entendimiento entre musulmanes y judíos, y advertir cuándo el conflicto puede afectar sitios o monumentos fundamentales para cualquiera de las dos civilizaciones.
–¿A México le interesa tener participación en este tema?
–México es miembro de la Alianza de las Civilizaciones. Participa en sus reuniones bajo la conducción del expresidente portugués Jorge Sampaio. Y es un tema en el cual, a nuestro juicio, la UNESCO debe meterse más, porque tiene mucho que aportar para generar una serie de programas que propicien una mejor comprensión entre Occidente y el Islam.
Farol de la calle
No obstante el juicio sobre la UNESCO del embajador Gómez Robledo, precisa que México continúa pagando puntualmente sus cuotas. Para 2010 se destinarán 4 millones 262 mil 582 dólares, más 3 millones 810 mil 247 euros (porque así se paga, en euros y dólares), que sumados representan 2.356% del presupuesto total de la UNESCO, frente a 0.86% que aporta Brasil, por ejemplo. Estados Unidos aporta 22%, que es su límite de contribución. Es desde 2002 cuando México comenzó a contribuir más, pues según el embajador las cuotas aumentaron “porque nuestras cifras macroeconómicas han mejorado”.
–¿De algún modo se obtiene entonces derecho a fiscalizar a la UNESCO?
El subsecretario asegura que sí, y que incluso México llegó a votar contra incrementos de presupuesto que estaban destinados a la nómina y no a programas sustantivos, propuestos por el japonés Koichiro Matsuura.
Durante la gestión de éste, se desarrolló la guerra de Estados Unidos contra Irak y hubo varios señalamientos en el sentido de que el organismo no había condenado con firmeza el saqueo del patrimonio cultural del país árabe, documentado ampliamente por investigadores como el español Joaquín María Córdoba Zoilo.
Pero nada de eso ni los escándalos de corrupción ni la pérdida de su prestigio o de su importancia en el mundo actual motivaron que México retirara a su embajador. La razón es simplemente unos miles de pesos:
“Repito: Las cuentas tienen que cuadrar. El Presupuesto de Egresos de la Federación lo aprueba el Congreso, le llega a cada dependencia y con ese presupuesto tiene que hacer lo que puede, punto. No hay que buscarle razones donde no las hay, créalo usted, tenga la certeza, y si quiere enviar a su corresponsal en París a verificar in situ si sigue el personal de la Misión trabajando en el 1 de la calle Miollis, ahí verá a Cecilia Villanueva, a Beatriz Hernández y a otros colegas trabajando como siempre. Y llegará un embajador con una doble función y la va a desempeñar tan bien como lo hacen otros tantos países. No veo ninguna vinculación entre el tema de Irak y el tema actual, no tienen nada que ver.”