COLIMA, Col., 1 de marzo (apro).- Esta madrugada, a los 73 años de edad, murió Jesús Antonio Sam López, policía de la vieja guardia que se encargó de combatir a la guerrilla en el Distrito Federal entre 1970 y 1976, periodo en el que dirigió a la Policía Judicial de esa ciudad.
          Debido a la diabetes, en los últimos años le habían sido amputadas las dos piernas, aunque su muerte, ocurrida a las 03:00 horas de hoy en la capital del país, se derivó del cáncer.
           Durante más de cuatro décadas de carrera policial, Sam López fue también director del penal de las Islas Marías; procurador de Justicia de su natal Nayarit en el sexenio del coronel Rogelio Flores Curiel; procurador de Justicia de Colima durante más de nueve años, en las administraciones de Carlos de la Madrid Virgen y Fernando Moreno Peña; así como funcionario adscrito al área de estupefacientes de la Procuraduría General de la República (PGR).
           Autodefinido como un hombre duro, en la mayoría de los puestos que ocupó, Sam López  dejó tras de sí una estela de acusaciones de represión y abuso de autoridad contra ciudadanos y luchadores sociales, como fue el caso de Nayarit, donde dirigentes del movimiento estudiantil lo responsabilizaron de detenciones arbitrarias y torturas, y en el estado de Colima, donde hubo movilizaciones para exigir su destitución.
           No obstante, al mismo tiempo, Sam López fue respaldado por sectores empresariales y los gobernadores en turno, con el argumento de que era efectivo en el combate a la delincuencia, especialmente en el caso de los secuestros.
          Sobre los señalamientos en su contra, Sam López argumentaba: “Yo vivo de mi mala fama”, y se jactaba: “De tres cosas nunca podrán acusarme: de ladrón, flojo o desleal, y lo demás tienen que probarlo”.
          Tampoco se mostró preocupado por las investigaciones de la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (Femospp), en el sexenio de Vicente Fox, que buscó enjuiciar a los responsables de la “guerra sucia” en la década de los setentas.
            En entrevista con Apro en noviembre de 2001, Sam López aseguró que, desde su cargo como director de la Policía Judicial del Distrito Federal nunca ordenó la desaparición de nadie, por lo que las indagatorias sobre lo sucedido entonces “me tienen sin cuidado, porque tengo la conciencia tranquila”.
         Además, el entonces procurador de Justicia de Colima consideró que la actuación de la policía en esa época, “dentro de los cánones legales, como se llevó a cabo, ayudó a la paz y tranquilidad que ahora tiene este país”.
          Sin embargo, en 1996, en una comparecencia ante el Congreso del estado, Sam López reconoció el “trabajo sucio” de la corporación.
          "Su servidor y amigo –dijo a los diputados-- vivió ya la guerrilla hace 25 años. Mi director y subdirector en ese tiempo fueron enviados al hospital heridos, su servidor también. Es cierto, ya la vivimos, y puedo decirles que a la Policía Judicial, no sólo la del Distrito Federal, que estaba a mi mando en ese entonces, sino las de toda la República, se encargaron del trabajo sucio. Nos apoyaron las Fuerzas Armadas, por supuesto, pero el trabajo sucio lo realizó la policía."
         En la entrevista concedida en 2001, Sam López se quejó de que nadie reconocía el trabajo de la policía. “La mejor prueba es que tengo en el cuerpo un plomazo calibre 45, ¿y quién defendió mis derechos humanos cuando me dieron el balazo? Hasta la fecha sigo esperando que me digan. Me mandaron al hospital, estuve un mes y ya me andaba muriendo”.
           --Desde su perspectiva de jefe policiaco, ¿cómo le tocó vivir aquella época? –se le preguntó.
         --Ya lo viví y ya lo olvidé. Ahora soy procurador de Justicia en Colima. Lo pasado es pasado… Yo vivo en paz, feliz, gozando de mis hijos, nietos y mi esposa, en santa paz. Creo que cumplí con mi deber como debí haberlo hecho.
            En tanto, en declaraciones realizadas este mediodía a la radiodifusora local XERL, el exgobernador Fernando Moreno Peña lamentó la muerte de Sam López, a quien calificó como un “excelente funcionario, eficaz, responsable y leal, defensor de las instituciones, que trabajó en beneficio de los colimenses, posicionando en esos años a Colima, como una de las entidades más seguras del país”.
           El cuerpo de Sam López es velado esta noche en una funeraria de la ciudad de México. Sus restos serán cremados mañana y serán depositados en una cripta familiar de la Basílica de Guadalupe.