Las paradojas de José Emilio Pacheco

miércoles, 3 de marzo de 2010 · 01:00

CAMPECHE, Camp., 3 de marzo (apro).- El escritor y periodista José Emilio Pacheco recibió hoy el Grado Doctor Honoris Causa de la Universidad Autónoma de Campeche (UAC), en reconocimiento a su destacada trayectoria literaria y su vinculación con el quehacer universitario.
     En sesión solemne del Consejo Universitario realizada en el Aula Magna “Tomás Aznar Barbachano” de la máxima casa de estudios de Campeche, Pacheco dijo que podría hablar de las grandes tragedias de México y el mundo, pero prefirió hacerlo sobre los lazos de sangre que lo unen a esta entidad, donde sus padres nacieron.
     “Lo que tendrán que escuchar ustedes es más bien una conversación pública y, a la vez, privada. Nunca lo he hecho y jamás lo repetiré. Es una circunstancia única que no hubiera podido darse antes, y en ningún otro lugar que no fuera Campeche”, señaló Pacheco antes de hacer una remembranza sobre sus orígenes campechanos.
     “De modo alguno intento hacerme pasar por campechano. No nací aquí, pero en esta catedral me bautizaron. Afortunadamente se ha encontrado el acta, porque uno ya a esta edad tiende a hacer ficción de su pasado para quedar bien con ustedes; pero no, hay un acta de que yo fui bautizado en la Catedral de Campeche”, añadió, tras agradecer el reconocimiento, que dedicó a la memoria de su padre.
     Hijo de José María Pacheco Chi, nativo del poblado de Lerma, conurbado a esta capital, y de Carmen Berny Abreu, oriunda del sureño municipio de Palizada, el escritor, emocionado, dijo que esta distinción es el obsequio que le hubiese gustado darle en vida a su padre, en cuya tumba, afirmó, depositará su “tan inmerecido” galardón.
     Y “como un intermedio cómico, lleno de absurdos y calamidad”, Pacheco compartió una paradoja de su vida:
     “Tal vez saben ustedes que mi padre hizo una composición, al parecer muy popular, que se titula ‘Vámonos a Campeche’. Pero hay otro compositor campechano llamado Emilio Pacheco. Vean la relación, autor de una hermosa canción, no sé si sea un bambuco o un bolero, llamada ‘Presentimiento’, con letra de Pedro Mata, poeta español del siglo XIX.
          “Cuando empecé a escribir mi primer libro que publiqué en mi vida, cuando tenía 16 años, se llama ‘Campeche’, y habla de Campeche, muchas personas entonces me dicen: ‘la vena artística proviene de tu padre, el genial autor de ‘Presentimiento’. Les aclaro: yo no soy nada del señor Emilio Pacheco.
        “Las aclaraciones fueron en vano, a estas alturas de mi edad, a mis 70 años cumplidos, todavía hay gente que me dice: `de todo lo que ha escrito usted, lo que más me gusta es su canción`”.
         Pacheco dijo que, si bien algunos escritores tienden a hacer una ficción del lugar de su nacimiento, hay “constancia” de que él fue bautizado en la Catedral de Campeche, porque ya se encontró la fe bautismal que lo prueba.
         En su charla, en la que hizo gala de su buen humor, Pacheco comentó que, pese a que él no nació en esta entidad, como sus padres, la distinción que hoy recibió es de las más valiosas porque siempre tuvo presente a Campeche, a donde no obstante no había regresado en medio siglo.
         “El mar del que hablo mucho en mis obras, es ese mar que conocí cuando de niño veníamos cada año a esta ciudad, en cuya Catedral fui bautizado. En mi casa en la ciudad de México siempre ha habido comida, música, charla y presencia de Campeche”, señaló.
         Otra de las anécdotas fue sobre el expresidente Vicente Fox, quien alguna vez comentó respecto del escritor que “era muy talentoso para ser tan joven”.
         Debido a ello, dijo Pacheco divertido, sus amigos lo bromeaban: “¿Cómo era que siendo tan joven, me veía tan acabado?”.  
         Al término del evento, al que llegó acompañado por su esposa, la también escritora Cristina Pacheco, y la rectora Adriana Ortiz Lanz, en entrevista Pacheco calificó como “terrible” la situación en la que hoy se encuentra México, “una tragedia innumerable”.
          Señaló: “Es una barbaridad… Ayer hubo 16 muertos en Ciudad Juárez. Poco a poco nos estamos acostumbrando a este tipo de cosas. En un año vamos a decir que ayer hubo 200 muertos en Juárez. Mientras más muertos hayan, más se difunde...
         “Lo que decía Stalin era muy preciso: un muerto es una tragedia, mil 500, son una estadística… Se habla de los muertos, pero no de los hijos, de las esposas de esos muertos. ¿Qué pasa con ellos? Es terrible. Yo no sé cómo vamos a salir de esto, tampoco me corresponde. Es a los políticos, a esa gente que quiere mejorar el mundo y termina empeorándolo,  pero sí, es muy doloroso lo que pasa”, añadió.

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