Beyeler: un comerciante en arte posmoderno

martes, 9 de marzo de 2010 · 01:00

MÉXICO, D.F., 9 de marzo (Proceso).- El pasado 25 de febrero murió el prestigiado galerista, coleccionista y filántropo suizo Ernst Beyeler (Basilea, 1921-2010). Aun cuando su vida puede parecer ajena al escenario mexicano del arte, su protagonismo en el desarrollo del mercado global lo convierte en una figura relevante para la construcción del sistema artístico que define la transición entre el siglo XX y el XXI: el mercado ferial.

Pionero en el modelo de promoción artística que vincula negocio, legitimación institucional y filantropía, Beyeler destaca por el fuerte y solidario compromiso que mantuvo con su ciudad natal. Un compromiso constante que logró convertir a Basilea en el punto de encuentro anual para el coleccionismo internacional de más alto poder adquisitivo.

Cofundador de la prestigiosa feria Art –ahora conocida como Art Basel– que se realiza anualmente desde 1970, Beyeler se considera como el último gran comerciante en arte moderno del siglo XX. Astuto para el negocio del arte y apasionado de la pintura vanguardista, el comerciante se hizo famoso tanto por su amistad con artistas de renombre –Picasso, Klee, Bacon–, como, muy especialmente, por su habilidad para comprar obras subvaluadas que posteriormente vendía a precios muy altos.

Interesado en la construcción de redes entre museos, coleccionistas, artistas y estrategias de inversión financiera, Beyeler fue pionero de la legitimación que define actualmente al mercado del arte contemporáneo. Involucrado en Art Basel directamente hasta 1992 e indirectamente hasta la actualidad, el comerciante fue parte del potente fenómeno ferial cuya fuerza no podría entenderse sin sus vínculos con la Unión de Bancos Suizos (UBS).

Compilador de una espléndida colección de arte moderno que, además de contener obras modernas emblemáticas –de Kandinsky, Monet, Henri Rousseau y Giacometti–, también tiene presencias de expresionistas estadunidenses, artistas pop y pintores contemporáneos como Anselm Kiefer y Neo Rauch, el galerista incursionó en actividades filantrópicas a través de la Fundación Beyeler y la Fundación Arte para la Selva Tropical. 

Decidido a difundir tanto su colección como a creadores invitados, Beyeler abrió en 1997 un museo en Riehen –poblado vecino de Basilea– que sorprende por la belleza de su arquitectura. Diseñado por Renzo Piano, el edificio que integra arte, naturaleza y contemporaneidad (www.beyeler.com), se convierte cada vez más, bajo la dirección de Samuel Keller –exdirector de Art Basel (Proceso 1438, 1545,1593)– en una referencia museística global.

Al margen de la excesiva y no siempre positiva influencia que ejerce Art-Basel en la definición de los actuales valores artísticos, la figura de Beyeler es interesante por los vínculos que detonó entre arte, negocio, inversión, filantropía, ecología y su ciudad. 

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