TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis., 28 de abril (apro).- Organismos no gubernamentales del estado condenaron hoy el ataque a una caravana de defensores de derechos humanos en Oaxaca, en el que murieron los activistas Alberta Beatriz Cariño Trujillo y el finlandés Jury Antero Jakkola.
            Gustavo Castro, miembro del organismo Otro Mundos, dijo que  Cariño era integrante del equipo nacional de Coordinación de la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA) y directora del Colectivo Cactus.
           Los miembros de la caravana de observación de derechos humanos intentaban llevar ayuda humanitaria a la comunidad autónoma Trique, en el municipio de San Juan Copala, Oaxaca, cercado por grupos paramilitares.
           Desde enero pasado, la comunidad se encuentra bajo el acoso de un grupo paramilitar, que ha cerrado los accesos al poblado. No hay médicos y los niños no asisten a la escuela. Tampoco hay energía eléctrica y agua potable.
          Castro culpó a esos hechos al gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, así como a Rufino Juárez Hernández quien encabeza el grupo paramilitar Unión de Bienestar Social de la Región Triqui (UBISORT), y a los miembros del Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (MULT).
           Dijo que la violencia y la presencia de los grupos paramilitares “no es posible sin el apoyo y complicidad del Ejército y la policía”, por lo que también hizo responsable al presidente Felipe Calderón.
          Castro, coordinador de REMA en Chiapas, demandó investigar la agresión y castigo a los autores materiales e intelectuales. Pidió la presentación con vida de los desaparecidos y alto a las agresiones contra el municipio autónomo de San Juan Copala.
           Por su parte, miembros del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, manifestaron su preocupación por las agresiones, hostigamientos y amenazas de que son objeto los defensores y defensoras de derechos humanos en México.