MÉXICO, D.F., 2 de mayo (apro).- El Campeonato Mundial de Ajedrez, que se juega en Sofía, Bulgaria, inició el pasado domingo 24. El campeón del mundo es el indio Viswanathan Anand, jugador que ha demostrado una habilidad extraordinaria para el juego, que lo ha llevado a ser campeón en todas las modalidades que la Federación Internacional ha impuesto: torneo todos contra todos, matches, individuales, etc.

El retador, Vesselin Topalov, también ha sido campeón del mundo. En 2005 ganó en San Luis, Argentina, un fortísimo torneo que lo coronó campeón mundial, mismo en el que participó Anand e incluso Judit Polgar, la única mujer que hoy por hoy ha estado ya sólidamente en la elite ajedrecística.

Para llegar a este momento, Topalov tuvo que pasar antes, como campeón, por una defensa de su título, que le fue arrebatado por Vladimir Kramnik en 2006. Para 2007, la FIDE organizó el Campeonato Mundial, que se realizó en la Ciudad de México. Anand ganó el título.

Topalov no fue invitado a este torneo de todos contra todos, aunque se ganó el derecho de retar en algún momento al actual rey del ajedrez mundial. A todo esto, en el Mundial 2007 Kramnik dijo que le estaba prestando el título al ahora campeón Anand, pues jugarían un match en 2008 para probar qué jugador era mejor.

Anand ganó dicho match a un Kramnik que no se preparó como el actual campeón y realmente fue sacado del tablero inmisericordemente.

Todos estos tejes y manejes empezaron hace años, cuando Kasparov y Short jugaron un Campeonato Mundial sin anuencia de la FIDE. En ese entonces, la Federación Internacional decidió una torpe maniobra: convocar a Timman y a Karpov a que jugaran el Campeonato Mundial Oficial, que ganó Karpov con cierta facilidad.

Con esta medida se armó un desconcierto generalizado y ya se tenían dos campeones. Si para esto ponemos a Fischer, que en ese tiempo aún se consideraba campeón mundial, pues tenemos un tercero en discordia. Por supuesto que a Fischer nadie le hizo mucho caso.

Sea como sea, finalmente el título máximo del ajedrez se está reconciliando con sus jugadores, y para la FIDE al menos, Anand es el actual campeón del mundo. Topalov busca arrebatarle la corona en un encuentro que se antoja corto, sólo 12 partidas. Aun con esta fuerte restricción, el retador, Topalov, venció con cierta facilidad a su poderoso oponente, en una defensa Grunfeld, donde ambos jugadores hicieron las primeras 20 jugadas en una hora... Y de pronto, Anand sintió que algo andaba mal. Meditó unos 10 minutos y cometió un fallo inexcusable, de manera que pronto se encontró en una posición desesperada. Perdió rápidamente.

Las críticas no se hicieron esperar. ¿Estará Anand mal preparado? Es ya un hecho conocido que Topalov es un trabajador incansable del ajedrez y a cada rato saca alguna novedad teórica. Con Kramnik, por ejemplo, en Wijk aan Zee (Corus), Topalov descorchó una novedad con sacrificio de caballo con el que a la postre derrotó al ruso en una partida que se antoja fascinante para el análisis.

Anand, en lugar de irse a esconder a una esquina y lamerse las heridas de la primera partida, salió a devolver golpe por golpe y triunfó en una muy interesante partida, donde sin duda dejó ver su altísimo nivel de juego. Dejó a Topalov en una posición pasiva, sin posibilidades, y poco a poco lo fue llevando a una situación por demás comprometida, hasta que el búlgaro entendió que había que rendirse.

Así entonces, en dos partidas, las dos primeras de este Mundial, las emociones han estado a un máximo histórico. Aparte de la pugna deportiva, ya Topalov calentó antes el ambiente indicando que el campeón del mundo no movió un dedo para que se realizara la justa. De hecho, Bulgaria, a través de una serie de patrocinios privados, logró la bolsa monetaria por la FIDE para que el encuentro se pudiese llevar a cabo.

Cabe destacar que Anand no contestó a las puyas de su rival. Lo más probable es que haya pensado contestarle con las mejores jugadas que encuentre en el tablero.

Por lo pronto, las hostilidades han comenzado y se espera un interesante duelo, aunque en opinión de muchos es muy corto, considerando que sólo se jugarán 12 partidas.

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