Deudos de mineros de Pasta de Conchos se suman al plantón del SME
MÉXICO, D.F., 10 de junio (apro).- Tres representantes de la Organización de Familias de Pasta de Conchos se sumaron hoy al plantón que miembros del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) mantienen en el Zócalo de la Ciudad de México, donde aún permanecen en ayuno 25 trabajadores, informó el líder sindical Martín Esparza.
El dirigente de los electricistas dio a conocer también que durante la celebración del mundial de futbol Sudáfrica 2010, algunos de cuyos partidos se transmitirán en un pantalla gigante instalada en el zócalo, el SME mantener sólo la carpa donde 25 trabajadores --de 68 que iniciaron—permanecen en huelga de hambre. Todas las demás carpas serán retiradas para evitar provocaciones, aclaró.
Esparza explicó que, entre las personas que se sumaron al plantón se encuentran, Raúl Villasana, padre de Raúl Villasana Cantú, uno de los 65 mineros que fallecieron en la explosión de la mina de carbón Pasta de Conchos, el 19 de febrero de 2006. Es esposo de Trini, una de las activistas más aguerridas del movimiento minero que exige al gobierno federal el rescate de los restos mortales de las víctimas de la tragedia.
También se incorporó Abel García, hermano de Jesús García, el minero que falleció en mayo de 2010 en un pocito de carbón, de los que rodean al filón; así como la viuda de éste, la señora Diana. Ellos estuvieron acompañados por el obispo Raúl Vera, Cristina Auerbach, de la organización católica Pastoral Laboral.
El secretario general del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), Martín Esparza, manifestó su solidaridad y apoyo a los familiares de los mineros muertos y les dio la bienvenida al plantón, que hoy cumplió 45 días.
“Nos queda claro a los mexicanos que el gobierno federal sí pudo sacar a los héroes del Angel de la Independencia, pero no quiere sacar a los 63 mineros que permanecen sepultados en Pasta de Conchos”, criticó Esparza.
El dirigente sindical criticó que el gobierno de Felipe Calderón responda los “justos reclamos” de los trabajadores con la Policía Federal y el Ejército por delante.
Al respecto, el obispo Raúl Vera reprochó la represión del gobierno hacia los trabajadores y cuestionó que haya favorecido al empresario Germán Larrea, propietario de Grupo México, concesionario de las minas de Cananea y de Pasta de Conchos. Pasó por encima de los trabajadores para entregar los filones al consorcio minero.
“Estamos viviendo una situación caótica. La violación de los derechos laborales es sistemática. No es casual”, apuntó.
Asimismo, se anunció que el domingo darán a conocer el resultado de las quejas por el caso Pasta de Conchos que presentaron ante la Organización Internacional del Trabajo y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
En este contexto, Esparza responsabilizó a Felipe Calderón y a los secretarios de Gobernación, Fernando Gómez Mont, y del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, de la represión en la mina de Cananea, que horas antes había sido “tomada” por más de tres mil policías y 800 empleados opositores a Napoleón Gómez Urrutia para reiniciar operaciones en el filón. El movimiento dejó como saldo un minero herido.
Por la tarde, el SME marchó del Angel de la Independencia al zócalo para protestar por la represión en Cananea y demandar la recuperación de Luz y Fuerza del Centro, declarada inexistente el 10 de octubre del año 2009.
Los electricistas manifestaron su rechazo a la decisión de Grupo México de “sellar” la mina Pasta de Conchos para evitar que se descubra la verdad sobre la explosión, aun cuando la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) no ha autorizado la operación, aunque tampoco lo ha impedido.