"Natán el sabio"
MÉXICO, D.F., 20 de junio (apro).- La primer sorpresa que nos ofrece la puesta de Natán el sabio, del dramaturgo alemán Gotthold Ephraim Lessing (1729-1781), a cargo de la Compañía Nacional de Teatro (CNT), es que, inexplicablemente, un texto de este calibre, de gran profundidad filosófica, ética y humanística, nunca antes había sido montado en nuestro país.
Las acciones suceden en Palestina, en 1188, tras la caída de Jerusalén en manos del sultán musulmán Saladino. Los personajes principales son un judío, un cristiano y un musulmán. Ahí, en la ciudad de David, capital del imperio cristiano de Oriente, conviven en un frágil equilibrio las comunidades de las tres grandes religiones monoteístas.
Se trata sin duda de una obra central del patrimonio dramatúrgico universal, de gran contenido ideológico, poético y teatral, creada por el padre de la dramaturgia alemana, renovador de la poética teatral del mundo, autor de la Dramaturgia de Hamburgo, tratado teórico que sigue siendo parámetro para la discusión de los principios estéticos y teóricos de la literatura.
Natán el sabio se escribió y estrenó en Alemania en 1799 y desde entonces ha estado presente en el repertorio de las compañías teatrales más importantes del mundo, además de ser constante referencia en el discurso del sentido que debe tener el teatro, al igual que en la discusión sobre lo humano y lo social.
Lessing fue además un teólogo importante del luteranismo alemán, que entabló una fuerte discusión con la dogmática, circunstancia que traslada al escenario, como se puede observar en Natán el sabio, donde plantea una fuerte crítica a las normas y conductas del catolicismo y sus altas jerarquías.
Lessin afronta las tentaciones del pensamiento único a través de un texto que pareciera versar fundamentalmente sobre la tolerancia, pero que, como plantea Enrique Singer, habla en realidad sobre el amor, sobre la humanidad, sobre cada uno de nosotros en lo individual, de nuestra relación con Dios y cómo enfrentamos lo diferente.
La sencillez es el hilo conductor de la dirección escénica de Singer, dirección casi imperceptible que se fundamenta en un elenco de primerísimo nivel, encabezado por Ricardo Blume, Adriana Roel, Rosenda Monteros y Luis Rábago.
El nudo temático se encuentra en la pregunta que Saladino plantea a Natán: ¿Cuál es la fe verdadera? Para dar respuesta, Lessing recupera la famosa fábula de los tres anillos, que es uno de los momentos más bellos de la puesta de la CNT, con la recreación de esta fábula de actualidad insólita a través de títeres.
Natán el sabio, afirma Luis de Tavira, director artístico de la CNT, “bien podría ser el drama emblemático de la unificación espiritual de la actual Europa y la expresión teatral más lúcida de la reconciliación universal de estos tiempos de miseria ética, barbarie integrista, oscurantismo religioso y discordia de las diferencias”.
La versión al castellano es de Stefanie Weiss y Luis de Tavira; la escenografía, iluminación y multimedia de Philippe Amand; el diseño de vestuario de Mario Marín; movimiento corporal de Marcela Aguilar; maquillaje de Amanda Schmelz, y musicalización de Julián de Tavira.
Las funciones se realizarán a partir de este miércoles 16 y hasta el 4 de julio, miércoles, jueves y viernes a las 19:00 horas, sábados a las 18:00 y domingos a las 17:00 horas, en la Casa de la CNT (Francisco Sosa 159, Barrio de Santa Catarina, Coyoacán). La entrada es libre.