Jornada de violencia deja saldo de 26 ejecutados

lunes, 12 de julio de 2010 · 01:00

MEXICO, DF, 12 de julio (apro).- La jornada de violencia en el país, destacadamente en Tamaulipas, Jalisco, Nuevo León y Baja California, dejó un saldo de 26 ejecutados.
En Valle Hermoso, Tamaulipas, doce cadáveres apilados, entre ellos el de una mujer, fueron abandonados en la carretera que comunica a esta ciudad con la capital del estado, en el punto conocido como Las Yescas.
Los cuerpos presentaban huellas de tortura e impactos de bala, además de que algunos portaban playeras con la letra “Z”.
El fiscal en turno de la Procuraduría de Justicia, Miguel Ángel Ríos San Juan, dijo que aparentemente estas personas fueron ejecutadas en otra parte y después fueron llevadas a ese lugar de la carretera para tirarlos sobre la cinta asfáltica.
La mayoría de las víctimas estaban descalzas, algunos vestían shorts y otros llevaban pantalón de mezclilla, pero no portaban documentos que permitieran su identificación.
Y en Reynosa, una balacera entre militares y civiles dejó un saldo de dos personas muertas.
El enfrentamiento tuvo como escenario el cruce de bulevar Hidalgo con Vista Hermosa, en la entrada al auditorio municipal, una de las zonas más transitadas de Reynosa.
Las calles fueron acordonadas por elementos del Ejército Mexicano pero, según testigos, en el lugar quedaron además los cuerpos de dos civiles.
Mientras tanto, en Cihuatlán, Jalisco, fueron ejecutados siete integrantes de una familia.
Según informes policiales, el pasado fin de semana un comando, integrado por al menos 15 hombres, levantó y ejecutó a siete integrantes de una familia que se encontraban en una reunión en la comunidad de La Minita, a 20 kilómetros de la cabecera municipal de Cihuatlán, en la costa sur de Jalisco.
Seis de las víctimas fueron tiradas en el mismo poblado, mientras que la séptima se menciona que fue localizada en la brecha Arroyo Seco-La Huerta, en la misma zona sur de la entidad.
Las víctimas fueron identificadas como Luis Madrigal Virrueta, de 68 años; sus hijos Héctor, de 35; José Luis, 34; Ezequiel, 32, y Antonio, de 28, de apellidos Madrigal Guillén, así como Juan Madrigal Virrueta, hermano del padre de éstos, y Santiago Madrigal Esparza, de 72 años.
Familiares de las víctimas señalaron que alrededor de las 20:00 horas del sábado, cuando departían en el rancho, llegaron alrededor de 15 sujetos armados con rifles AK-47 y R-15 en cuatro camionetas. En ese momento separaron a los ahora fallecidos y se los llevaron en las camionetas que traían, además de utilizar una camioneta Tacoma de la misma familia de las víctimas.
Versiones señalan que a escasos dos kilómetros del lugar donde los levantaron, formaron a las siete víctimas para después hincarlas y dispararles.
Autoridades de la Procuraduría de Jalisco no descartan que esta ejecución se encuentre relacionada con otra registrada en la costa sur de la entidad, en el municipio de La Huerta, a fines de 2009, cuando ejecutaron a Leopoldo Madrigal Betancour, su esposa María de Jesús Virrueta Baltasar, su hijo Macario Madrigal Virrueta y Efraín Valencia Madrigal, varios de ellos con apellidos afines a los ahora ejecutados.
Por otra parte, la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) de Nuevo León reportó el hallazgo de cinco cuerpos en el interior de una camioneta abandonada al sur de esta ciudad.
Dos de las víctimas, al parecer, se desempeñaban como policías estatales, quienes previamente fueron secuestrados con violencia la noche del sábado. Sobre los cadáveres se encontró un ‘narcomensaje.
El domingo por la mañana una denuncia anónima alertó a la policía sobre una camioneta X-Trail blanca, con placas de Nuevo León, abandonada en el cruce de Sierra Morena y Garza Sada, en la colonia Más Palomas.
Hasta el lugar llegaron elementos de la AEI, de Seguridad Pública del estado y del Ejército que acordonaron el área.
En el interior de la camioneta fueron encontrados apilados los cuerpos de cinco hombres.
Uno de los cadáveres estaba decapitado y la cabeza se encontraba en el interior del vehículo. Todos presentaban impactos de bala, aunque no había rastros de sangre en la unidad, por lo que se presume que fueron asesinados en otro lugar y abandonados en la calle. Los dos policías, cuyas identidades aún no han sido divulgadas, habían sido levantados en la madrugada en Luis Elizondo y Río Nazas, en la colonia Las Retamas, después que fuera baleada la patrulla 953 en la que se desplazaban.
Trascendió que los uniformados estaban fuera del sector que les correspondía.
Sus cuerpos y los de los demás estaban en ropa interior y con huellas de tortura.
En tanto el gobernador Rodrigo Medina confirmó que eran policías dos de los muertos y lanzó un exhorto a los uniformados para que no sucumban a la tentación del crimen organizado.
“Les hacemos el llamado de que no caigan en las filas del crimen organizado, que no se coludan con ellos porque esas historias siempre terminan mal”, comentó y dijo que investigarán los antecedentes de los oficiales para verificar si no habían reprobado anteriormente controles de confianza.
Y en Baja California, una mujer de 44 años y su nieto de 4 fueron baleados en su domicilio al sureste de Tijuana. Ambos lograron sobrevivir al atentado.
La Procuraduría de Baja California informó que el ataque se produjo poco después de las ocho de la mañana, en Privada 16 de Septiembre, lote 1 manzana 7, de la colonia 3 de Octubre.
En el Hospital General se informó que la mujer presenta disparos de arma de fuego en tórax y pecho, mientras que su nieto tiene una lesión en el glúteo.
Extraoficialmente se identificó a la mujer como Matilde Rocha Reyes y al pequeño como José Manuel Mancillas Reyes.

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