"La chica de mis sueños": una teen movie bastante oscura

lunes, 12 de julio de 2010 · 01:00

MÉXICO, D.F., 7 de julio (apro).- A simple vista, La chica de mis sueños (Youth in revolt, EU, 2010) de Miguel Arteta, es una teen movie cualquiera, de espíritu Indie, en donde los perdedores, o los nerds, terminan triunfando sobre los chicos conocidos como los populares. Pero lo interesante de la cinta es que nos permite ir más allá de esta simple lectura.

Debajo de su piel de teen movie boba, La chica de mis sueños nos presenta el absurdo del amor adolescente y de la supuesta rebeldía de los jóvenes: Nick Twisp es un chico sensible de nuestra época, le gusta el cine de arte y su cantante favorito es Frank Sinatra; Nick es un chico bueno y las chicas siempre adoran al chico malo.

Las cosas cambian cuando Nick debe irse a vivir a una cámper en el bosque con su madre Estelle (Jeane Smart), y el novio de su madre (Zam Galifianakis), debido a que este último realizó una estafa a unos marinos y ahora andan buscando para ajustar cuentas.

En este hogar temporal, Nick conoce a una bella chica llamada Sheeni (Portia Double Smart), quien gusta de escuchar a Serg Gainsburg y también adora el cine europeo.

Ambos chicos se llevan muy bien pero hay un par de detalles que pueden evitar que Nick, aún virgen, no pueda conquistar a Sheeni: Por un lado, los padres de Sheeni son muy conservadores, y por el otro, ella tiene un prometido, un chico llamado Trent Preston, poeta francés con el que Sheeni piensa hacer su vida.

Con todo y lo anterior, ambos se involucran en un breve romance, pero éste es interrumpido cuando Nick debe volver a su casa y dejar el trailer park. Es entonces que Sheeni y Nick idean un macabro plan que haga posible que los amantes vuelvan a estar cerca. Para esto, Nick debe crear un alter ego malévolo, Francois Dillinger, que lo ayudará a volver a los brazos de Sheeni.

Pero las cosas se complican y Nick (François) se mete en serios problemas.

Al principio, las acciones de François se ven como desplantes absurdos y divertidos, aunque poco a poco se van volviendo más obscuras; sus travesuras se ven como un juego pero podrían tener graves consecuencias.

Por su parte, Sheeni no es el ángel que Nick desea, si miramos con calma descubrimos que la susodicha es sumamente seductora y manipuladora.

De hecho todos los personajes tienen un lado bastante miserable: la madre de Nick es una mujer que mete a cualquier hombre a su casa; el hermano de Sheeni, Paul (Justin Long) es un drogadicto medio vividor, sin mencionar que el padre de Nick (Steve Buscemi) tampoco es un modelo a seguir.

Todos esos detalles sórdidos se descubren en una segunda lectura. Repito: Por fuera, la historia aparenta ser una boba comedia romántica que nos hará pasar un rato divertido, aunque podría haber estado un poco mejor, pero quizá eso significaría poner mayor énfasis en los detalles oscuros, con lo cual hubiera perdido algo de audiencia.

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