Rosendo contra la mentira gubernamental
MÉXICO, D.F., 7 de julio (apro).- El madrileño Rosendo Mercado Ruiz, de 56 años de edad, uno de los mejores guitarristas eléctricos de rock hispano, acaba de grabar un nuevo CD en Las Landas, Francia, intitulado A veces cuesta llegar al estribillo, donde exhibe la hipocresía de los políticos.
Rosendo se dio a conocer en México hacia 1984 tras su separación de la banda Leño, durante una gira promocionando su primer disco de Larga Duración y casét como solista Loco por incordiar, que registró aquel año en Alemania, el cual contenía un clásico suyo de rock duro: Agradecido (ver sitio de la red Internet http:// www.youtube.com/watch?v=EZyfZV96nPA).
En reciente entrevista realizada en la casona y estudio de grabación del requintista en el barrio de Carabanchel, publicada el pasado 28 de junio por el diario español Público (ver sitio Internet www.publico.es), dijo:
“Yo cuando escribo procuro decir cosas que siento y que me preocupan. Cosas que llevo dentro y que me creo. Hace tiempo que lo que cuento son sensaciones y situaciones que vivo, un detalle que te sugiere una canción, el sentimiento cotidiano…Ya no hablo tanto del barrio ni de la ciudad. Ahora canto sobre sentimientos más personales. Con Leño el sentimiento era más de grupo, era otro momento. Ahora prefiero contar cosas íntimas.”
Acerca del porqué del título A veces es difícil llegar al estribillo, el célebre rocker peninsular manifestó al periodista Jesús Miguel Marcos:
“Porque hacer una canción es difícil, igual que vivir. El estribillo es una frase divertida que te sale a la primera, pero luego hay que vestirlo con unas estrofas, y ahí está la dificultad. En la vida me pasa lo mismo; ahora vivo relajado, como en un estribillo, después de muchos años de trabajo sin descanso.
“…Cuando empecé, comprar una guitarra era imposible porque valían un dineral. Mi padre era un zapatero, un currante (trabajador) que no tenía medios. Entonces, una guitarra era un capricho que nadie entendía… Todo era bastante duro.”
Sin embargo, Rosendo Mercado no ha quitado el dedo del renglón musical:
“Yo he hecho rock and roll, lo que implica decir cosas que no están bien vistas por el sistema. Ha sido una pelea constante y, afortunadamente, he llegado a mis 56 años haciendo lo que me gusta, diciendo lo que tengo que decir y hasta se me ha reconocido a nivel con la medalla de Bellas Artes.”
Efectivamente, en octubre del año 2006 recibió de manos del monarca español Juan Carlos de Borbón la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes en Asturias, aunque por las imágenes difundidas en la prensa, era obvio que nunca se encontró a gusto con el monarca. Hoy recuerda:
“La pasé muy mal. (El rey) no me dijo nada, sólo felicidades por la medalla. (Joaquín) Sabina sí que estuvo de cháchara con él, pero yo soy muy cortado y me veía totalmente fuera de lugar. Fue un día impensable, no por el reconocimiento a mi persona, sino por el hecho de que se reconociera al rock and roll como algo serio y asimilado.”
--¿Usted por qué sigue en la carretera?
--Es mi profesión, mi forma de vida. Yo quería dedicarme a la música no para salir en la tele ni para ligar mucho --bueno, esto quizás cuando era más joven--, pero tenía muy claro que la música era mi medio de vida y la dificultad estaba en cómo vivir de ello. Una vez que he llegado aquí, quiero morirme haciendo música…
“Es cierto que el rock and roll es energía y la energía se va perdiendo con el tiempo. Pero si las cosas se hacen con convencimiento y ese convencimiento se nota, la cosa no tiene porqué descuadrarse… Yo no puedo dar saltos en el escenario como hace veinte años, pero tampoco es necesario. La música no son los saltos.”
Cuando Rosendo comenzó a tocar rock durante el franquismo, España padecía enorme censura y represión a todo nivel.
“Estábamos muy aislados. No sabíamos lo que pasaba afuera. En la época en que yo era chaval lo que más me apetecía era salir fuera, ahora cualquier chaval ha viajado más que yo. Todo ha cambiado mucho. Yo empecé a tocar con (la dictadura de Francisco) Franco y por aquel entonces el rock estaba perseguido y penado. Sólo por llevar el pelo largo eras un delincuente.”
Confiesa que ha tenido bloqueos creativos:
“La paso muy mal a la hora de escribir. No tengo técnica, porque no me gusta leer. Leo prensa y poco más. Encima, me gusta no decir lo que dice todo mundo, contar mis historias de verdad, las que me creo pero utilizando el vocabulario y saliéndome del estándar. Me cuesta mucho, es un suplicio, me salen pupas, no duermo y se me envenena la sangre; por eso sigo… porque cuando lo veo acabado, la satisfacción es tan grande que me compensa.”
La cera que arde es uno de los nuevos temas en reggae del CD A veces cuesta llegar al estribillo:
“No escucho mucho (reggae), me llega más por mi hijo que hace reggae de verdad y tiene discos de señores mayores negros, con unas pintas de hace mil años…”
Otro es Rompe la cadena:
“Precisamente esa letra es de mi hijo. Siempre hay cadenas por romper. El que tiene inquietud y ganas de hacer o investigar, siempre encuentra dificultades. Sobre todo, con las pocas posibilidades que hay para hacer algo que se salga de lo normal, y en el terreno de la música más. Si no haces algo que suene comercial y lo que todo mundo tiene asimilado, estás peleando con los elementos de por vida.”
--¿Qué hay que denunciar hoy?
--Sobre todo, la mentira que nos ofrecen los gobiernos. Se dice una cosa y se hace otra… siempre al servicio del capital y del poder, que es lo mismo. Te pueden contar mil milongas, pero al final quien sale ganando es el que está al servicio del capital, y la paga el que está menos protegido.
“Ahora lo estamos viendo con la crisis: al primero que se le facilitan las cosas es al que menos lo necesita, o al que ha sido culpable de la hecatombre.”
La humildad de Rosendo es proverbial:
“Técnicamente no me considero un músico serio, utilizo la guitarra para hacer mis canciones y poco más; pero soy conciente de que hay una forma de hacer personal que ha influido en mucha gente joven porque cantábamos en castellano, hacíamos rock desde aquí (España) y ahora la gente joven valora la constancia…
“Pero me da miedo de que me pongan de maestro, porque ni siquiera yo tengo las cosas muy claras.”
Sus influencias son las mismas de antaño: mucha música clásica, Peter Gabriel, Eric Clapton y, encima de ellos, su ídolo guitarrístico, el irlandés Rory Gallagher, fallecido apenas hace un año (www.rosendo.es).