"La Madrina" de la cocaína en Estados Unidos

viernes, 17 de septiembre de 2010 · 01:00

MÉXICO, D. F., 17 de septiembre (apro).- Griselda Blanco, alias La Madrina, fue durante la década de los setenta y principios de los ochenta la principal narcotraficante en Miami y una de las más sanguinarias y excéntricas. Es responsable de cientos de asesinatos e incluso estuvo acusada de planear el secuestro de John F. Kennedy.

El canal de paga Infinito muestra quién era esta mujer a través del documental Cocaine cowboys II, dirigido por Billy Corben,  donde su examante Charles Cosby, un distribuidor de drogas que se volvió millonario dirigiendo sus negocios, cuenta todo lo que sabe de ella.

En dicha cinta cinematográfica (que se proyecta el martes 14 de septiembre a las 23 horas y se repetirá el sábado 18 a la 1 de la mañana) se muestra que durante los setenta y ochenta, la cocaína encabezó la lista de preferencias para la mayoría de los consumidores de droga en Estados Unidos. El comercio ilegal de narcóticos se extendió por todo Miami gracias a La Madrina, pionera en la “importación” masiva de cocaína desde Colombia, su país natal.

Ella introdujo en Estados Unidos más de 300 mil toneladas de drogas y es culpable de la muerte de por lo menos 250 personas durante la década de los ochenta en Miami.

La Madrina nació el 15 de febrero de 1943 en la costa norte de Colombia, en la más absoluta pobreza. Se trasladó a Medellín cuando tenía tres años de edad. Y luego de una dura infancia, sufrió abusos por parte de su madre alcohólica, creció siendo asaltante en Medellín y con sólo 11 años se convirtió en prostituta. Su padre abandonó a la familia muy pronto. En los setenta emigró a Nueva York para comenzar su ascenso en el mundo del tráfico de drogas.

Perseguida por la policía, tuvo que huir a Miami donde rápidamente amplió sus negocios convirtiéndose en pieza clave de la organización colombiana dedicada al tráfico de cocaína: el cartel de Medellín.

         La película explica que también era conocida como La Reina de la Coca y La Viuda Negra, este último apodo porque asesinaba a sus amantes cuando rompía con ellos. La Madrina gozó de una gran popularidad por su conducta psicopática y crueldad absoluta, fundando un estilo que la convertiría en una de las narcotraficantes más sangrientas y una mujer de negocios sin escrúpulos.

Sembró la violencia y el terror manejando a su ejército de sicarios llamado Los Pistoleros que ejecutaban a familias enteras; además, mataban a los rivales para mantener a Blanco en el poder y eliminaban a acreedores que no pagaban sus cuentas a tiempo. El mensaje era claro: “O paga o muere”. También creó compartimientos especiales para que las jóvenes reclutadas como mulas transportaran la droga en su ropa interior o en los tacones de sus zapatos sin ser detectadas, lugares inimaginables para la época.

Es curioso que fuera una coleccionista regular de arte y joyas. Nombró a su hijo más pequeño Michael Corleone, en honor a la película El Padrino, de Ford Coppola, y disfrutó su fortuna con lujosas joyas, algunas de las cuales pertenecieron a Evita Perón, tuvo centenares de zapatos, una limusina blindada y un juego de té de porcelana que perteneció a la Reina Isabel.

Hacia 1985 La Madrina fue arrestada en Florida y le dieron 25 años de reclusión en Estados Unidos. En 2004 fue deportada a Colombia, donde permanece escondida.

 

ap/rm

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