Mensaje de Calderón: sólo un anuncio y reiteraciones
México, D.F a 2 de septiembre (apro).- Al llegar a su IV Informe, el presidente Felipe Calderón hizo un sólo anuncio llamativo: La promulgación de un decreto para transitar de un sistema de televisión abierta analógico a uno digital para mejorar la calidad de las señales que llegan a los hogares y abrir la competencia en telecomunicaciones.
Como no había sucedido desde que tomó protesta como Jefe del Ejecutivo – el 1 de diciembre del año 2006-, Felipe Calderón dejó de impulsar con vehemencia las llamadas reformas estructurales y dio por hecho que ya están sentadas las bases –sociales, económicas y políticas- para construir un México que pueda competir con las naciones más poderosas.
A lo largo de una hora con 17 minutos, Felipe Calderón leyó un mensaje desde Palacio Nacional en el cual lanzó siete arengas, las últimas con la voz entrecortada, para llamar “a todo México” a que “escribamos juntos la primera página del tricentenario de la Independencia”.
Felipe Calderón llegó a su IV Informe de Gobierno en Palacio Nacional con los niveles más bajos de aceptación entre la gente en los últimos cuatro años –entre 30 y 40 por ciento-, con dos alcaldes y un candidato a gobernador en Tamaulipas asesinados, con autos bomba colocados en zonas aún dominadas por narcotraficantes y, sobre todo, con la ejecución de 72 indocumentados a manos del cartel de Los Zetas.
En su discurso –por momentos improvisado- Calderón reprobó esta masacre; sin embargo, puso por delante el hecho de que su gobierno ha detenido a 125 líderes del narcotráfico, a 108 sicarios y a “miles y miles de de cómplices. Tan sólo este año fueron capturados tres de los líderes más importantes del crimen organizado”.
Ante unas tres mil personas reunidas en Palacio Nacional –en su mayoría servidores públicos de su Gobierno- enfatizó que la transición en el sistema de televisión permitirá tener más proveedores con lo que implícitamente se ampliarán las opciones de contenidos. Entre los invitados especiales estuvo el magnate Carlos Slim –uno de los hombres más ricos del mundo- quien ha intentado contar con una cadena de televisión.
Con esta migración de sistema digital se podrá liberar la banda de 700 megahertz del espectro radioeléctrico para ofrecer más servicios en telefonía móvil e internet de cuarta generación. Para acelerar este proceso –dijo Calderón- existe un plan que establece que “el apagón” analógico comenzará el año próximo y terminará en el año 2015.
En el mensaje con motivo del IV Informe de Gobierno estuvieron los gobernadores, algunos priistas como la dirigente nacional Beatriz Paredes, el presidente de la mesa Directiva del Senado, Manlio Fabio Beltrones –quien evitó aplaudir el discurso de Calderón- y el coordinador de los diputados, Francisco Rojas, entre otros.
El jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Marcelo Ebrard –fiel a su costumbre- ocupó su lugar después de que Calderón ya había saludado a los gobernadores de mano y salió de Palacio Nacional antes de que el mandatario se despidiera.
Desde el inicio hasta el final del discurso, los festejos patrios por el Centenario de la Revolución y el Bicentenario de la Independencia fueron constantemente mencionados por Calderón como una razón para que México se una ante los desafíos más apremiantes.
“La historia nos recordará como la generación que supo ponerse de acuerdo y sacar adelante a la patria; o bien, la generación que no quiso o no supo enfrentar sus desafíos”, destacó en los momentos en que, poco a poco, elevaba el tono de voz.
Luego, cerrando el puño de la mano izquierda, Calderón aseguró que al igual que las generaciones de 1810 y 1910 ahora nos toca, “a la generación del Bicentenario”, retomar lo mejor de los ideales de esas dos generaciones e impulsar cambios profundos.
“Y sólo por eso en esta fecha histórica es, a la vez, la hora del cambio para México. Es la hora de las transformaciones profundas que necesitamos, es la hora de tomar los riesgos y los costos que esos cambios implican. Y es por eso que debemos seguir adelante con los cambios que hemos emprendido e iniciar otros más. Sólo así habremos de consolidar a la Nación por lo que lucharon los insurgentes y revolucionarios”, afirmó Calderón en la última parte de su discurso, cuando el simbolismo de los héroes patrios servía para llamar a la unidad”.
Para Calderón la Guerra de Independencia demostró que cuando hubo divisiones se perdió la mitad del territorio y, por el contrario, cuando los mexicanos se unieron lograron derrocar a una dictadura.
“Podemos, por ejemplo, construir una política de Estado en materia de seguridad pública que articule los esfuerzos de todos”, expresó ante la mirada atónita de personajes como Marcelo Ebrad y Manilo Fabio Beltrones quienes observaban al mandatario gesticular mientras en las dos pantallas gigantes de televisión aparecían fotografías de los héroes patrios.
Calderón pronunció su discurso sobre un escenario que abarcó de lado a lado el patio principal de Palacio Nacional el cual estuvo cubierto con una fina duela y pintado en tonos pasteles. El atril de Calderón sobresalía algunos metros. Atrás de él, colocaron un enorme escudo nacional.
“Sé, bien lo sé, que en muchos ciudadanos existe hoy incertidumbre y pesar. Y a ellos les digo, y a todos les digo con absoluta certeza; que sí es posible someter a la delincuencia , que no será fácil ni rápido, pero sí es posible lograr la seguridad que anhelamos para los nuestros, que lo vamos a lograr”, afirmó Calderón arropado por aplausos de sus invitados.
Como residente de México –agregó- se que no podemos quedarnos cruzados de brazos viendo pasar nuestras mejores oportunidades.
“No estoy dispuesto a hacerlo, y en lo que a mí respecta, me esforzaré aún más, hasta el último día de mi gobierno para que no suceda”, agregó.
Con la voz entrecortada, Calderón concluyó: “Así es como México vive hoy su orgullo, su patriotismo. México vivirá y vivirá un futuro aún más grande y glorioso”.