MÉXICO, DF, 24 de sep (apro).- Un día después de que el michoacano Julio César Godoy Toscano burlara un operativo federal y rindiera protesta en San Lázaro, la diputada priista Maricela Serrano fue agredida por personal de Resguardo Parlamentario, quienes pretendieron impedir su ingreso, junto con sus acompañantes, al recinto legislativo.
    En un comunicado, la diputada federal por el municipio mexiquense de Ixtapaluca denunció los excesos con que se conduce el personal de Resguardo Parlamentario en la Cámara de Diputados.
Al pretender ingresar a la Cámara de Diputados por la avenida Sidar y Rovirosa --relata Serrano Hernández-- para asistir a la comparecencia del secretario de Gobernación, José Francisco Blake Mora, los guardias del recinto se lo impidieron con el argumento de que no lo podía hacer con las personas que la acompañaban, pues así lo dicta el reglamento.
“Uno de los guardias le advirtió que no podría acceder con las personas que la acompañaban, argumentando una ‘reglamentación’ inexistente”, destaca el texto.
“Ante la negativa, la diputada Serrano intentó personalmente abrir el portón; entonces el vigilante respondió chocando con violencia la puerta contra ella, a cuyo forcejeo se sumaron cinco guardias más. De la actitud violenta e intimidatoria del grupo de Resguardo, que se mostró siempre intransigente, fueron testigos los seis acompañantes de la legisladora”, se indica en el comunicado.
    La legisladora iba acompañada por integrantes del cabildo mexiquense de Chimalhuacán, quienes demandan de la Secretaría de Gobernación la liberación de 93 millones de pesos destinados al programa Subsidio para la Seguridad Municipal (Subsemun), recursos retenidos desde 2009.
    Además, se aprovecharía la presencia del secretario de Gobernación para demandarle atención al conflicto de límites entre las comunidades mexiquense de Mixtepec y Yosoñama, de Oaxaca.
    También se pediría la intervención del gobierno federal para resolver los graves conflictos de persecución a campesinos en la Costa Chica de Guerrero, y el acoso contra campesinos que alienta el alcalde de Tlalnchinol, en Hidalgo.