Las huellas del primer Naranjo en Michoacán
MORELIA, Mich., 10 de enero (apro).- Rogelio Naranjo dejó en esta entidad una impresionante huella de sus inicios en el dibujo (1959- 1962) en los medios más importantes en la cultura de esa época, como las revistas El Centavo, La Piedra Sonadora, Señal, el Suplemento Mensual de la Universidad Michoacana y otras publicaciones, en lo que se puede denominar “el primer Naranjo”.
El artista y caricaturista político, nacido en 1937 en Peribán, Michoacán, estudió dibujo en la Escuela Popular de Bellas Artes de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH).
Naranjo, quien en sus primeros dibujos firmaba “R.G.”, publicó sus obras en 1959 en el citado suplemento de la Universidad Michoacana (UM), dirigido por el rector interino Enrique Estrada, hasta su desaparición en julio de 1961 (el último número fue el 49), y en el semanario cultural El Centavo, encabezado por el periodista y catedrático de la UMSNH, Salvador Molina Martínez, ambos editados en Morelia, la capital.
Se encontraron dibujos de Naranjo en la revista de cuentos La Piedra Sonadora, de editorial Renglones, dirigida por René Nieto, donde el joven artista se encargaba del diseño artístico.
Y en los archivos de El Centavo, que actualmente dirige el historiador Arturo Molina García (hijo de Salvador Molina, su fundador), hay también ejemplares con más de 50 años de antigüedad, cuando Rogelio Naranjo era estudiante de la Escuela de Artes de la Universidad Michoacana.
Este 2011, El Centavo cumple 60 años y rendirá homenaje al dibujante, único que sobresalió de su generación en el ámbito nacional e internacional, publicando un material especial de sus obras.
Al revisar los archivos, los editores hallaron dibujos firmados primero por “R.G.” y luego por “R. Naranjo”, como signaba el actual cartonista de Proceso. Entre ellos se conservan dibujos en portadas donde retrata a los poetas chilenos y premios Nobel de Literatura Gabriela Mistral y Pablo Neruda, al poeta colombiano Porfirio Barba Jacob, al narrador estadunidense Ernest Hemingway, así como a otras figuras sobresalientes de la historia y la política, como el virrey Antonio de Mendoza sobre la ciudad de Morelia, a Miguel Hidalgo tras las rejas, a Vicente Guerrero, a los liberales juaristas Leandro Valle e Ignacio Manuel Altamirano (éste en el 68 aniversario de su muerte, el 13 de febrero de 1961), al líder cubano Fidel Castro.
En su ilustración titulada Homenaje a la Revolución Mexicana para la portada de la publicación de la UM (número 43 de noviembre de 1960), aparecen Francisco I. Madero, Emiliano Zapata y Lázaro Cárdenas.
De un año antes está un retrato del insurgente Mariano Michelena, otro de Zapata en el 40 aniversario de su muerte, y uno más de Venustiano Carranza.
Así como del rector de la UMSNH, el doctor Ignacio Chávez, en la revista El Centavo.
Naranjo tuvo como maestro en Bellas Artes al grabador, escultor, dibujante y pintor Alfredo Zalce.
“Rogelio era amigo de mi padre y le daba sus dibujos para que se los publicara en El Centavo, la revista cultural más importante del estado en esa época”, explica el historiador de la UNAM, Arturo Molina García.
A su vez, dice el actual director de la publicación:
“Mi papá tenía la revista en los años sesenta, y de finales del 59 es la fecha en que Naranjo comienza a dibujar y a darse a conocer en las publicaciones universitarias. Era la manera de darse a conocer, pidiendo en los medios que le publicaran sus dibujos.”
Naranjo ingresó a la Escuela Popular de Bellas Artes –rememora–, donde permaneció hasta 1961 y luego abandonó su estado natal. Ya en la capital del país publica en la revista Sucesos y en el periódico El Día. Su primera exposición de dibujos la hizo en 1966. Ganó el Premio Nacional de Periodismo en Caricatura en 1977.
–¿Usted lo trató en ese tiempo?
–No. El grupo de mi papá de El Centavo y los de la editorial Renglones sí. En el comité editorial de Renglones estaba Mario Aurelio Rodríguez Espitia, que ya murió, igual que René Nieto Caballero. No sé si viva Mario Mendoza Solórzano. Naranjo era director artístico, con Octavio Ortiz Melgarejo, maestro en ese tiempo de la UMSNH, quien está vivo pero enfermo.
–¿Qué se hicieron los dibujos originales?
–Yo pienso que la familia, tal vez, tiene esos dibujos originales de la revista de la universidad, o la familia de Chucho Puente, o se quedaron en la imprenta.
“Aquí en Morelia firmaba R.G. de 1959 a 1961, y luego, ya en el 62, R. Naranjo. De los primeros que recuerdo es un dibujo de la poetisa Concha Urquiza que hizo para una revista del ayuntamiento de entonces que se llamaba Señal, para un artículo de Alejandro Ruiz Villaloz.”
Salvador Molina Martínez impulsó a otros miembros de la generación de Naranjo, como Efraín Vargas, “algunas cosas de Rodríguez Oñate, y Manuel Pérez Coronado, de Uruapan, que era dibujante pero su fuerte fue el mural, la pintura y el grabado, y aún existe secuela de él en Uruapan”.
Arturo Molina, autor de Diez decálogos de la Universidad Michoacana y de Los libros malditos de la Universidad Michoacana, señala que Naranjo es un excelente dibujante y que elevó la caricatura en México “a un nivel muy estético, elaborado, porque siempre ha sido un excelente artista”. l