Lo bueno de la danza en 2010

viernes, 21 de enero de 2011 · 01:00

MÉXICO, D.F., 21 de enero (apro).- En contra de la incontenible delincuencia organizada, el arte, y de manera especial la danza, ha pasado a otro plano, que la ha convertido en la mejor opción para permanecer en tranquilidad y disfrutar a plenitud a los creadores y ejecutantes.

Mientras el aparato político en México pareciera que se colapsa a ratos, hay quienes consideran que a través de la danza, como formación artística, se obtiene un medio fundamental para abrir la visión de miles de niños, adolescentes y adultos hacia un universo de creatividad y desarrollo físico e intelectual.

Lucina Jiménez, directora de Aprender Conarte AC, no sólo ha armado el mejor programa artístico para sensibilizar y capacitar a cientos de niños de escuelas públicas del centro de la Ciudad de México, sino que, con una tenacidad a prueba de balas, ha instrumentado ese mismo sistema en Ciudad Juárez, Chihuahua, con resultados que si bien no son considerados dentro de las estadísticas del INEGI, sí les ha cambiado la vida a decenas de familias que viven en una situación incontrolable de violencia extrema.

Con sede en “La Nana” –antiguo Salón México--, Conarte imparte clases de todo tipo con maestros de primer nivel, dirigidos a la población de escasos recursos. Y mientras los adultos toman clase de salsa y danzón, los adolescentes le hacen al hip hop, en tanto que los que viven en zonas “brava” se adentran en la cultura del cuerpo en movimiento.

Otro gran esfuerzo es el que se ha desarrollado en los Centros de Educación Artística (Cedart) del INBA, específicamente en la subdirección de educación artística que preside Maricela Jacobo, donde jóvenes con gran talento soportan con alegría el rigor académico, que en el caso del Cedart Diego Rivera incluye un intercambio con el Carnegie Hall en Estados Unidos y con instituciones culturales de India.

Además, resalta el nivel que algunos jóvenes han logrado alcanzar en escuelas como la Nellie y Gloria Campobello, así como en la Academia de la Danza Mexicana y la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea del INBA.

Con nuevas visiones, mejores actitudes docentes han permitido que artistas como Gabriela Medina, Oscar Ruvalcaba, Rodolfo y Saúl Maya, y Francisco Illescas, entre otros, desarrollen sus conocimientos académicos de forma directa con alumnos dotados y con aquellos que no necesariamente poseen cualidades para ser bailarines profesionales.

Entre otros esfuerzos destacables está el que encabeza la dirección de danza de la UNAM, a cargo de Cuauhtémoc Nájera, que se ha propuesto tener como invitada a una facultad, preparatoria o colegio de ciencias y humanidades, y con una plática didáctica ha logrado que poco a poco los estudiantes se acerquen a la sala Miguel Covarrubias.

Además, ha conseguido que su salón de ensayos se convierta en un espacio formal para la danza, y a aquellos que no tienen currículum les ha dado la oportunidad de presentarse.

Nájera, adicto ala computación y sus derivados, también ha creado todo un sistema de internet para trasmitir en vivo a todo el mundo lo que sucede en los espacios de la UNAM.

Por su parte, Carmen Bojórquez, a cargo de la coordinación nacional de danza del INBA, ha creado el mejor diseño esquemático que se ha hecho hasta ahora para hacer un primer diagnóstico nacional de la danza en México.

Interesada en los datos duros y en poder evaluar a fondo las condiciones de los grupos de danza, se ha encontrado con algunos obstáculos para poner en práctica su proyecto, que si se logra será fundamental para el desarrollo futuro de la danza nacional.

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