Suman siete los futbolistas llaneros muertos en ataque armado

lunes, 24 de enero de 2011 · 01:00

MÉXICO, D.F., 24 de enero (apro).- La Fiscalía General del estado de Chihuahua informó que suman siete las personas ejecutadas ayer en una cancha de futbol rápido de Ciudad Juárez.
De acuerdo con la dependencia, el Ministerio Público abrió una investigación para establecer el móvil del ataque, en el que un grupo de sujetos armados disparó contra los jóvenes que jugaban futbol en un centro comunitario ubicado en las calles Porfirio Parra y Juan Balderas, de la colonia Francisco I. Madero.
Según la Fiscalía, en el lugar se localizaron los cuerpos sin vida de Gustavo Alberto Moreno Lazcano, de 23 años; Ángel Ulises Reyna Domínguez, de 22, y Oscar Sánchez Rodríguez, de 21 años.
Otros cuatro jóvenes, añadió, fallecieron esta mañana en diversos hospitales. Se trata de Mario Magdiel Moreno Lazcano, de 19 años; Ernesto Flores Acosta, de 26; Aarón Prieto Gaytán, de 21, y José Ángel Galván Esqueda, de 24 años.
En cuanto a las dos personas lesionadas, informó que hasta las 13:00 horas de este lunes se reportaba como delicado el estado de salud de un joven de 24 años, mientras que una adolescente de 13 ya fue dada de alta.
Asimismo, informó que personal de Atención a Víctimas y Ofendidos del Delito se entrevistó este lunes con familiares de los siete jóvenes ejecutados, así como de las dos personas lesionadas, para brindarles ayuda material y psicológica.
En la escena del crimen, agregó, peritos del Servicio Médico Forense aseguraron 128 balas de armas calibres .40, .223 y 7.62x39 mm.
La ejecución de los siete jóvenes futbolistas se da a sólo una semana del primer aniversario luctuoso del asesinato de 15 estudiantes y jugadores de futbol americano del equipo Los Jaguares, de la Liga Juvenil AA, quienes fueron acribillados cuando asistían a una fiesta de cumpleaños de uno de sus compañeros.
El 30 de enero de 2010, un grupo de amigos se reunió en la casa ubicada en la calle Villa del Portal 1308, colonia Villas de Salvárcar, para celebrar el cumpleaños de Jesús Enríquez, uno de sus compañeros de estudios.
En la fiesta todo iba bien. Había música, carne asada, botanas y refrescos.
A las 23:30 horas de ese día, el señor Jaime Rosales salió de su casa, ubicada en el número 1311 de la misma calle, justo enfrente del domicilio donde los jóvenes festejaban. Cuando iba a meter su auto, vio que varias camionetas se atravesaron para cerrar la calle. De las unidades bajaron hombres armados.
El señor Rosales le dijo a su esposa que no saliera y corrió a la casa marcada con el número 1308, donde su hijo festejaba con sus compañeros. Ya estaba cerca de su muchacho, cuando los sicarios le dispararon por la espalda. Jaime Rosales perdió la vida, pero logró salvar a su hijo.
En unos cuantos segundos murieron 15 personas más y 10 resultaron heridas.
A un año de esa masacre, hay cuatro detenidos. Sin embargo, padres de los jóvenes fallecidos, como Luz María Dávila, están convencidas de que los detenidos son “chivos expiatorios”.

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