Murió el trovador escocés de Baker Street

jueves, 27 de enero de 2011 · 01:00

MÉXICO, D.F., 27 de enero (apro).- El canal del usuario norteamericano de YouTube "65Seasons" comunicó, el pasado martes 4, el fallecimiento del músico escocés Gerry Rafferty, autor del sonado éxito Baket Street, que a finales de 1978 alcanzó los primeros sitios de popularidad en el mundo pop, superando las ventas por siete millones de discos a la fecha, que además cada año le redituaba 125 mil dólares, es decir casi tres millones de pesos mexicanos anuales.

Cualquier lector probablemente guarde en su memoria el solo de saxofón que destaca en Baker Street y que se repite en tres ocasiones a lo largo de seis minutos y 14 segundos, tratándose de una melodía simple de blues, pero bastante hipnótica, al grado que muchos críticos del rock consideran es la frase musical más célebre de un solo de sax en la historia de la música popular.

Durante casi dos décadas se discutió sobre quién había ejecutado aquel solo de saxofón alto en Baker Street, y aunque aseguran fue obra del jazzista Al Newman, el consenso general se inclina por Raphael Ravenscroft, debido a su reconocido "sello" latente en otras sesiones de grabación suyas con artistas de la talla de Pink Floyd, Marvin Gaye, ABBA...

Las nuevas generaciones han escuchado el solo gracias a la novena temporada de la serie televisiva Los Simpson, de 1997, en el simpático tercer capítulo denominado El saxofón de Lisa, cuando Homero le regala un nuevo sax con el mensaje: “Querida Lisa, espero que tu saxofón te traiga muchos días de alegría”, y la pequeña comienza el meneado riff de Baker Street (http://en.wikipedia.org/wiki/Lisa%27s_Sax).

También el cineasta Quentin Tarantino dio a conocer al creador de esta música por incluirla en una escena sangrienta de la cinta Perros de reserva. A tales curiosidades se han sumado otros factores que han convertido a Baker Street en tema e discusiones apasionadas y que el propio Gerry Rafferty se encargó en definir en su esencia, así:

“Existen las buenas canciones y los grandes discos en el mundo de la música pop. Baker Street podría no ser una canción grandiosa, pero ciertamente es un buen disco. La existencia alienante es el motivo fundamental de mi trabajo artístico, un tema que de forma seminal ya expresaba desde que compuse Baker Street.”

Desde luego, el atractivo inmediato que suscita a reflexiones sui géneris parte del título: Baker St., la calle londinense donde Sir Arthur Connan Doyle ubicó la casa y el despacho del detective Sherlock Holmes y su pareja ayudante, el doctor John H. Watson, ambos personajes imprescindibles de cuatro novelas y 56 relatos de ficción que cautivaron Inglaterra entre 1881 y 1917.

Connan Doyle hizo “vivir” a Holmes en el número 221 “B” de Baker St.; sin embargo, la letra “B” no existía allí en el 221 de esa calle, la dirección mítica sería "fabricada" como realidad tangible casi un siglo más tarde en aquella zona chic de Londres, donde abrió el Museo de Sherlock Holmes, dando paso a tiendas de souvenirs con su efigie de pipa y gorra, así como un pub que muestra el violín y otros objetos “propiedad” del prestigioso investigador dueño de la expresión cool que nos marcó:

"¡Elemental, mi querido Watson!"

         (http://es.wikipedia.org/wiki/Sherlock_Holmes)

 

Misterios sin resolver                

Por qué la compuso abre el primer enigma.

Baker Street fue publicada por la disquera United Artists en el álbum solista de Gerry Rafferty City to City en 1978, tras años de amargas disputas legales con los demás miembros de su banda The Stealers Wheel, de quienes se apartó artísticamente en 1975.

         "Todos nosotros nos demandábamos mutuamente a diario, así que yo solía pasar mucho tiempo en el tren nocturno entre Glasgow y Londres para presentarme en las reuniones con los abogados. Conocí a un chavo, quien tenía un pequeño departamento por la calle de Baker St. y pasábamos la noche sentados, platicando o tocando guitarra", contaba.

         Otra interpretación surge de los foros internet, en el sentido de que la calle a la cual hace referencia Baker Street realmente está situada en Dundee, "una gris ciudad de obreros en Escocia que inspiró varias de sus canciones" (http://www.songfacts.com/detail.php?id=4248).

         Dizque él caminaba por la calle Dura St. de Dundee, meditando acerca de su propio destino, cuando vio una antigua pastelería llamada Wallace Land O Cakes, hoy inexistente, y la relacionó con Baker St., que en castellano equivale a "la calle del panadero".         

         En las ediciones originales del LP City to City los créditos del ejecutante del sax pecaron de ambigüedad. Para la documentación que entregó Al Newman con su saxofón alto marca Selmor Alto Mark VI del año 1958, número 84452, al museo Howarths de Londres, se lee:

         "La última sesión en la toqué con este instrumento, previa a mi partida rumbo a Estados Unidos, data de finales 1977 y tuvo lugar en los estudios de grabación en la calle de Rodmarton St., cercanos a Baker St. en W1, donde me hicieron firmar un contrato del disco para aquella sesión. Más tarde supe que esa pieza era Baker Street de Gerry Rafferty y que en un comienzo el crédito se lo había llevado el productor del álbum (Hugh Murphy), para posteriormente otorgárselo a Raphael Ravenscroft, lo cual es mentira, pues él no tocó en dicha grabación. Fui yo."   

         Gerry había escrito la canción dando espacio a una parte instrumental para grabar con guitarras eléctricas, pero como su músico de sesión Hugh Burns se retrasó más de una hora, el productor Murphy perdió la paciencia, aceptó la sugerencia de Ravenscroft, quien fue por el sax a la cajuela de su auto, tocó el célebre solo y las guitarras se completaron poco después.

         Aunque Gerry siempre alegó la paternidad absoluta de la rola y del solo, el saxofonista Raphael Ravenscroft  (escritor del libro educativo The Complete Saxophone Player) lo negó, y sorprende que éste jamás pelease su derecho a mayores regalías:

         "De hecho, casi todo lo que toqué ahí fue una vieja frase de blues y viene al caso la cuestión: ¿Acaso me proporcionó Gerry Rafferty alguna partitura con el solo escrito para que yo lo tocara? No, entonces él no lo hizo (el solo). La canción que me dieron en el estudio estaba llena de lagunas, y me pagaron 24 libras esterlinas por mi intervención. De haber recibido carretadas llenas de dinero, no habría sabido qué hacer con tanto, seguro que habría destrozado toda mi vida."

         Para Ripley.

 

Crónicas etílicas

Martin Chilton, editor de cultura en The Telegraph digital apuntó en el obituario del músico que "amaba componer, grabar discos y cantar", pero "detestaba la industria musical".

         Hay quien ha apuntado que el amigo que visitaba en Baker St. era su colega Ian Campbell, y no falta quien atribuya a Gerry una relación homosexual que subyace en el fondo de la historia narrada en la lírica de Baker Street. Este reclamo de la comunidad gay nació por motivos extraliterarios, toda vez que la hiperamistad que unía a Holmes y Watson ha sido interpretada como producto de un amor “prohibido” del escritor sir Arthur Connan Doyle.

         O acaso la rola podría aludir a cierta chamaca que sale en busca de algún chavo con quien hacer el amor esa noche, lo encuentra en Baker St. Y, cumplido "el acostón", ella queda desencantada de la efímera experiencia sexual y abandona al tipo para tornar a su hogar en el amanecer.         

         Desde luego, cuando leemos hoy que Gerry Rafferty murió de cirrosis hepática por su adoración sagrada al whiskey escocés, o de su triste infancia en el seno de una familia católica irlandesa en Escocia y sobre el alcoholismo que heredó de un padre lunático, brotan algunos puntos de cruce que nos conducen a pensar, en efecto, que Baker Street es producto de fantasmas internos que lo habitaban, sobre todo en el verso que dice:

         Tiene la ensoñación de querer comprar unos terrenos,

         dejar el trago y los acostones de una sola noche...

         A Gerry Rafferty le era imposible hacer giras promocionales o conciertos con las piezas de sus recientes grabaciones, aun cuando recibió ofertas de abrir a Paul McCartney u otros importantes rockeros ingleses de exhibirse en público.

         "Me gusta observar la vida, no que observen la mía", justificaba.

         Su amor al whiskey hizo que su matrimonio fracasara y un año antes de morir había escapado de una clínica de rehabilitación al no soportar el ansia de beberse un trago. A la semana reapareció ante su familia.

         Padecía, por decir algo poético, del síndrome John Barleycorn, el Juanito Cebada de tantos cantos aguardentosos del folk británico, celta, escocés y galés. Empero, la canción Baker Street que abre aquel dichoso álbum, y aquella otra con que culmina City to City, son excelentes ejemplos del alma profunda, cariñosa y sensible que habita el arte de Gerry y su personalidad impenetrable:

         Aquello que está escrito en tu corazón

         es todo lo que en verdad importa.

 

Poética de la calle Baker

Hace un año, el canal "65Seasons" de YouTube grabó el video clip de Baker Street, que inicia con el símbolo de la estación Baker St. en el metro londinense y un avión sobrevolando Dinamarca (http://www.youtube.com/watch?v=2j7uAimpx3k). 

         "Iba a bordo de un vuelo desde Bangkok a Copenhague, cuando escuché por vez primera esta canción Baker Street en abril de 1978. Al día siguiente de aterrizar en el aeropuerto de Kastrup, inmediatamente busqué la pieza. Desde entonces, ha sido una de mis baladas favoritas…", apareciendo la letra de esta canción que en español diría:

 

(Primera parte) 

Vuelan tus pisadas por la calle de Baker Street
Con luz sobre tu cabeza

Y la muerte pisándote los pies
Porque bueno, ha sido otro día muy loco
Y te beberás la noche entera para olvidarte de todo.

Sientes cómo éste desierto citadino te congela
Hay tantas personas quienes carecen de alma
Y tú has tardado mucho en darte cuenta
Porque te habías equivocado
Cuando pensaste que habías logrado poseerlo todo.

Solías creer que era demasiado fácil
Solías decir que era tan fácil
Que sigues creyendo lo mismo ahora
Estás intentando convencerte de lo mismo.
Que el año que entra tú serás feliz
Sólo un año más y serás feliz
Pero estás llorando
Ahora mismo estás llorando.

 
(Segunda parte)
Al fondo de la calle hay una luz en su hogar
Él te abre la puerta

Con la típica expresión en su mirada
Te pregunta dónde te habías metido
Le cuentas sobre cuantos hayas visto
Y hablas de cualquier cosa que se te ocurra.

Él sueña con comprarse algunos terrenos
En que dejará el trago

Y los acostones de una sola noche
Y que entonces va a sentar cabeza
Estableciéndose en algún pueblito tranquilo
Para olvidarse del mundo entero.

Pero tú sabes que él continuará sus andanzas
Bien sabes que nunca abandonará sus mañas

Porque le gusta rolar
Él es la piedra rodante.

Y cuando te levantas ya alborea una nueva mañana
El sol resplandece con una nuevo amanecer
Pero tú te vas ya
Vas de regreso rumbo

A tu propio hogar.

         Tras un paseo por la estatua de Holmes en la estación del subterráneo en la calle Baker St., concluye el video clip de “65Seasons” (http://www.youtube.com/watch?v=2j/uAimpx3k):

“Esta canción me hizo prometer que visitaría la calle de Baker en la primera oportunidad que tuviera. Y sí, tiempo después visité Baker Street, después de escuchar esta melodía. Gracias por ver mi producción.”

Gerry Rafferty nació en Pasley, Escocia, el 16 de abril de 1947 y murió con su hija Martha a su lado, en algún lugar de Inglaterra, a los 61 años de edad.

 

ap/cvb

--FIN DE NOTA--

/v/v

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