El lodazal de la elección en Guerrero

sábado, 29 de enero de 2011 · 01:00

CHILPANCINGO, Gro., 29 de enero (apro).- Este domingo, un priista y un ex priista, ambos ligados por vínculos familiares y señalados por testigos protegidos y en narcomantas por sus presuntos nexos con el narcotráfico, disputarán la gubernatura de Guerrero, en medio de un contexto de convulsión política, inseguridad y violencia extrema.
También se advierte que la elección de Guerrero, la primera a nivel nacional en este año, es uno de los preámbulos de la elección presidencial del 2012.
Al candidato de la coalición Guerrero nos une (PRD, PT y Convergencia), Ángel Aguirre Rivero lo respaldan la corriente al interior del PRD denominada Los Chuchos, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, el perredista Marcelo Ebrard y de último momento, el Comité Nacional del PAN, conformado por políticos cercanos al presidente Felipe Calderón, que determinó que su candidato a la gubernatura, Marcos Parra declinara a favor del senador con licencia y expriista que abandera a la izquierda en la entidad.
Mientras que el excandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, se mantuvo al margen de la campaña de Aguirre por sus diferencias sobre el polémico proyecto hidroeléctrico La Parota, que impulsa el gobierno federal y que ha sido rechazado por ejidatarios de la zona donde se pretende construir la presa.
El candidato de la coalición Por tiempos mejores para Guerrero (PRI, PVEM y Nueva Alianza), Manuel Añorve Baños es apoyado por el senador priista Manlio Fabio Beltrones, la dirigencia nacional del PRI y los exgobernadores Rubén Figueroa Alcocer y René Juárez Cisneros.
Aunque el gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, personaje cercano a Aguirre, estuvo en un momento apoyando a Añorve, este lo abandonó en la última etapa de la campaña; mientras que la líder del magisterio institucional y del partido Nueva Alanza, Elba Esther Gordillo, nunca hizo presencia en Guerrero para apoyar al abanderado del tricolor.
Las campañas electorales que comenzaron a principios de noviembre y concluyeron este miércoles 26, estuvieron marcadas por una serie de confrontaciones verbales entre los candidatos y sus equipos de campaña, asi como por diversos hechos de sangre.
De las denuncias por acciones de propaganda negra y despilfarro de recursos, así como los señalamientos por injerencia electoral en contra del gobernador del Estado de México, el priista Enrique Peña Nieto, y el jefe de Gobierno del Distrito Federal, el perredista Marcelo Ebrard, vinieron los señalamientos sobre la presunta infiltración del narco en las campañas de los principales candidatos.
En la edición del jueves 27 el diario Reforma reveló un supuesto apoyo de capos del narcotráfico al candidato de la alianza Por tiempos mejores para Guerrero (PRI, PVEM y Nueva Alianza), Manuel Añorve.
Según esa versión, sustentada en declaraciones de un testigo protegido identificado como Mateo, Héctor Beltrán Leyva, El H, líder del cártel del Pacífico Sur, entregó 15 millones de dólares a Añorve Baños para su precampaña, bajo el compromiso de proteger negocios de Édgar Valdez Villareal, La Barbie, en Acapulco, cuando el priista se desempeñó como alcalde el año pasado.
Horas después, fueron colocadas dos narcomantas en distintas zonas públicas de Acapulco, en las que se denuncian presuntos vínculos del candidato de la coalición Guerrero nos Une (PRD, PT y Convergencia), Ángel Aguirre Rivero, con el líder de un grupo de narcotraficantes que disputan la plaza en este destino de playa, identificado como Víctor Aguirre, a quién señalan como primo del abanderado de la izquierda.
Estos hechos provocaron reacciones de los dirigentes estatales partidistas: Mientras el presidente estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Efrén Leyva Acevedo, aseguró que el proceso electoral en la entidad “es un pinche lodazal”; el dirigente estatal del PRD, Misael Medrano Baza acusó al alcalde interino de Acapulco, José Luís Ávila de encabezar la guerra sucia contra Aguirre, al asegurar que trabajadores del ayuntamiento porteño colocaron las mantas que señalan presuntos nexos del candidato de la izquierda con el narco.
Previo a estas imputaciones, el candidato del PAN, Marcos Parra de manera sorpresiva declinó a favor de Aguirre, la noche del martes 25 en un acto realizado en Acapulco donde estuvieron presentes los dirigentes nacionales del PAN, Gustavo Madero y del PRD, Jesús Ortega y destacó la ausencia de los dirigentes partidistas que conforman la coalición en Guerrero, Luís Walton de Convergencia y Alberto Anaya del PT. 
La declinación del panista a favor de Aguirre, desató una serie de reacciones, entre ellas la del dirigente estatal del PRI, Efrén Leyva, quien afirmó que el presidente Felipe Calderón “es el verdadero jefe del PAN, y con ello sólo demuestra su perversidad manifiesta con antelación a lo que viene (en otras entidades)”.
Entre otros hechos que enturbiaron el clima electoral destacan los secuestros del exrector de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), y activista del PRI, Arturo Contreras, ocurrido a mediados de noviembre y del exalcalde de Huamuxtitlán y representante de la coalición Guerrero nos une ante el consejo distrital XXII, Juán Carlos García Jiménez, el miércoles 26. Hasta el momento ambos no han sido liberados. Otro fue el del médico Pedro Salgado Leyva, promotor de Aguirre, plagiado el martes 25 y liberado tres días después.

Asimismo, la golpiza al representante del la coalición Guerrero nos Une (integrada por PRD, PT y Convergencia), Guillermo Sánchez Nava, agresión que lo mantiene hasta la fecha convaleciendo en un hospital privado en la ciudad de México.
A pesar de que se implementó un dispositivo de seguridad denominado Plan Conjunto Guerrero, donde participan policías de los tres niveles de gobierno, la violencia ejercida por el narco no cesa: del domingo 23 al sábado 29, se registraron 14 ejecuciones y un enfrentamiento entre militares y presuntos sicarios en la región de Tierra Caliente que dejó un saldo de tres gatilleros muertos.
Autoridades estatales informaron que para este domingo, la elección será vigilada por 7 mil 200 policías federales, estatales y municipales, apoyados por soldados y marinos. Las zonas consideradas como focos rojos, por la presencia del narco, se enfocan en Acapulco, Tierra Caliente, Costa Grande y la zona Centro, indican reportes de la Secretaría de Seguridad Pública estatal.
De acuerdo a datos del Instituto Electoral del Estado de Guerrero (IEEG), las siete regiones que conforman la entidad están divididas en 28 consejos distritales; Acapulco representa poco más del 30 por ciento de los dos millones 427 938 ciudadanos que conforman el listado nominal.
En la víspera de la elección, se ha desatado una campaña de intimidación contra la sociedad y funcionarios electorales.
Desde la mañana del sábado se reportó una ola de llamadas telefónicas anónimas donde advierten sobre amenazas de bomba y balaceras; fue distribuido un documento donde se indica que los registros de los candidatos del PRI y PRD fueron cancelados porque presuntamente ambos fueron detenidos por la Siedo por “sus nexos con el narco” y ciudadanos seleccionados como funcionarios de mesas de casilla han recibido amenazas para que no se presenten el día de le elección, principalmente en Acapulco.

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