MÉXICO, D.F. (apro).- Darell Issa, presidente del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, afirmó que unos 200 mexicanos fueron asesinados por las armas que el gobierno estadunidense permitió que pasaran a México en el marco del operativo “Rápido y Furioso”. En una entrevista con la cadena de televisión CNN, el legislador admitió: “Estamos hablando de gente asesinada en ambos lados de la frontera. Se estima que unos 200 mexicanos fueron asesinados por armas que nuestra administración, nuestro gobierno, permitió que pasaran”. El legislador republicano mostró su indignación por la falta de disposición a cooperar con el Comité que preside y que investiga el operativo, a pesar de que ha quedado demostrado que dos de las armas traficadas fueron usadas para asesinar al agente de la Patrulla Fronteriza, Brian Terry. Del otro lado, el demócrata de más alto rango en el Comité, Elijah Cummings, ha criticado la investigación con el argumento de que “tiene tintes políticos”. Al ser cuestionado sobre esas presuntas motivaciones políticas, Issa se limitó a decir: “Espero que no”. Por su parte, la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, criticó la lógica de la operación “Rápido y Furioso” en una audiencia legislativa, pues afirmó que no se deben dejar “fuera de control” armas de alto poder. Tras el escándalo desatado por el operativo que permitió la entrada de más de dos mil armas a México, la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por su acrónimo en inglés), informó la semana pasada que llevará a cabo una reestructuración general de la agencia y una revisión de sus tácticas. Aún está pendiente la comparecencia del procurador general de Justicia, Eric Holder, y de altos funcionarios del Departamento de Justicia para que entreguen documentos sobre su papel y conocimiento de “Rápido y Furioso”.