Desafía Solalinde al narco: encabeza protesta en San Fernando
OAXACA, Oax. (apro).- El sacerdote Alejandro Solalinde Guerra, coordinador de Pastoral de Movilidad Humana del Episcopado Mexicano, desafió hoy al crimen organizado y realizó una protesta en San Fernando, Tamaulipas, donde el 23 de agosto de 2010 fueron ejecutados más de 70 inmigrantes indocumentados, la mayoría centroamericanos.
Solalinde explicó que junto con las 33 madres y familiares de inmigrantes desaparecidos que realizan el recorrido de la Ruta del Migrante del Golfo de México, decidieron realizar la protesta ante la falta de voluntad política del gobierno de México para atender el problema de los centroamericanos desaparecidos.
Durante la protesta “simbólica” exigieron al gobierno de Felipe Calderón que investigue las desapariciones masivas de centroamericanos ocurridas en territorio mexicano.
“Ya hemos desafiado a la delincuencia organizada porque primero fuimos a Medias Aguas, Coatzacoalcos y Tierra Blanca, el bastión de Los Zetas en Veracruz, y ahora en Tamaulipas, en donde fueron masacrados 73 migrantes” el año pasado, señaló el sacerdote fundador del albergue Hermanos en el Camino.
Advirtió que continuarán realizando caravanas hasta que su demanda sea atendida por el gobierno federal. “Esto ya no puede seguir pasando en México”, agregó.
Recordó que ya se unieron al Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad que encabeza el poeta Javier Sicilia, y al que lidera el académico de la Universidad Autónoma Metropolitana, Edur Velasco, quien se declaró en huelga de hambre frente a la Bolsa Mexicana de Valores.
“Esta lucha sigue –sentenció– porque aunque seamos incómodos y le moleste al gobierno, no vamos a quitar el dedo del renglón porque siguen desapareciendo los migrantes y los propios mexicanos; siguen los secuestros y la localización de fosas”.
Lo que le parece preocupante, dijo, es que de nada sirve que ellos tengan la intención de buscar a los desaparecidos si por parte del gobierno de México no hay condiciones, pues “persiste la corrupción y la impunidad” que los obliga a “seguir tapándose unos a otros”.
En esta caravana participan familiares indocumentados desaparecidos de Honduras, Nicaragua, El Salvador y Estados Unidos, quienes recorrerán nueve estados de la República Mexicana.
Entre sus actividades realizan plantones y exposiciones en las plazas públicas de los lugares emblemáticos por donde pasan los indocumentados en su ruta hacia el norte; visitas y alojamiento en los albergues de inmigrantes y convivencia e intercambio de información con los inmigrantes que se encuentran en ruta.
Además, recaban mensajes de estos inmigrantes para llevarlos a sus familias en los lugares de origen (correo comunitario); pesquisas y seguimiento de pistas para encontrar a los desaparecidos; visitas a hospitales, prostíbulos, reclusorios, albergues de indigentes y/o minusválidos, y a cualquier lugar público en donde pudieran encontrarse.
En San Fernando, Tamaulipas, lugar de la masacre de 73 inmigrantes centro y sudamericanos, se realizaron ceremonias en memoria de los indocumentados asesinados y cuyo impacto moral y político esperan que justifique el peligro de pisar ese terreno.
El objetivo es denunciar y enfocar la atención de los medios masivos de comunicación nacionales e internacionales para evidenciar el trato ilegal, inhumano y criminal que México dispensa a los inmigrantes en tránsito.
Asimismo, para denunciar y exigir cambios al gobierno mexicano; encontrar pistas de sus desaparecidos, y saber si viven o murieron, o están privados de su libertad o en situación de trata de personas; de no permitir que sus gentes queden ignoradas y declaradas inexistentes y siempre esperando encontrar vivos a sus familiares.
También trabajan para lograr la solidaridad comunitaria del pueblo de México, eliminar la xenofobia e impedir que lo que les ha sucedido siga ocurriendo.
La caravana ingresó el pasado 28 de octubre en Tenosique Tabasco, continuó por Veracruz y este día llegó a San Fernando, Tamaulipas.