El registro de un precandidato único: la "cargada" que nunca se fue

domingo, 27 de noviembre de 2011 · 18:23
MÉXICO, D.F. (apro).- Al filo de las 12:00 horas aparece en las pantallas de televisión, instaladas en la explanada del PRI, la imagen de Enrique Peña Nieto, acompañado por su esposa Angélica Rivera. Ingresa al auditorio Plutarco Elías Calles del tricolor para registrarse como el precandidato único a la Presidencia, apoyado por todos los sectores, organizaciones y comités directivos estatales del Revolucionario Institucional. Pocos detectan que Arturo Montiel, su tío, tutor político y exgobernador del Estado de México, es uno de los primeros en abrazar a un efusivo Peña Nieto que es recibido con aplausos en el auditorio. Montiel, quien abandonó hace seis años su precampaña en medio de una serie de escándalos sobre corrupción de sus hijos, está al lado de la exdirigente nacional del PRI, Beatriz Paredes, quien porta un vistoso chal folclórico de color beige. Ella, como Montiel, está feliz. Minutos antes, en la explanada del PRI, el mariachi que amenizaba el evento de la “cargada” priista cantaba los éxitos de Paquita la del Barrio como aquellos que aluden a la “rata de dos patas” o presume: “tres veces te engañé, tres veces te engañé”. La cúpula priista en pleno se dio cita para apoyar al precandidato que encabeza las encuestas. Los 18 gobernadores priistas, los dirigentes de los tres sectores, destacadamente, los “dos Gamboas”: Emilio Gamboa, dirigente de la CNOP, y Joaquín Gamboa Pascoe, el octogenario líder de la CTM que acude quizá a su décimo “destape” entre las “fuerzas vivas” priistas. Sólo está ausente el coordinador de los senadores del PRI, Manlio Fabio Beltrones. El sonorense renunció a la contienda seis días antes. Para nadie es un secreto que se inconformó con la convocatoria emitida por Humberto Moreira, el presidente priista, por permitir las muestras de “adhesión” de gobernadores, sectores y líderes de organizaciones priistas para favorecer a uno de los precandidatos. Justo lo que sucede en esta mañana nublada del 27 de noviembre en la sede nacional del PRI. Miles de personas con matracas, globos rojos, batucadas, bandas de pueblo, mariachis, transportadas en decenas de camiones apostados en los alrededores del edificio de avenida Insurgentes Norte, forman parte del “acarreo” priista, una de las instituciones más arraigadas en la cultura del partido que va en pos del triunfo electoral del 2012. Todos muestran su adhesión: los de la Confederación de Trabajadores y Campesinos (CTC), del Estado de México, los municipios mexiquenses, los contingentes de Veracruz, Colima, Guadalajara, el Movimiento Nacional de Ciberactivistas, la lideresa de vendedores ambulantes capitalinos Alejandra Barrios, la CROM, la CTM, los petroleros –uno de los contingentes más numerosos–, el Movimiento México Avanza y decenas de grupos más que conforman “las fuerzas vivas” priistas, nuevas y añejas. La pertinaz lluvia de la mañana inhibe un poco la alegría. Los organizadores reparten lonas rojas para cubrir a los cerca de 8 mil priistas teñidos del color de la Fuerza Electoral Mexiquense, creada precisamente por Arturo Montiel hace seis años. Hay tamales, tacos, tortas, refrescos, globos y muchas canciones de José Alfredo Jiménez. A las 11:45 horas, cuando el mariachi entona El Rey, ya todos saben que Peña Nieto ha bajado de su camioneta negra, acompañado por la actriz de Televisa, Angélica Rivera, por los hijos de ambos, por sus principales asesores y su equipo de seguridad que no deja en ningún momento al exgobernador mexiquense. La ceremonia de registro es un mero trámite. Dura menos de 40 minutos El senador Pedro Joaquín Coldwell, presidente de la Comisión Nacional de Procesos Internos, recibe la documentación y le informa que “estaremos atentos a sus documentos”. Nadie más se inscribe. Peña Nieto es el candidato de “todos” los organismos priistas. Mientras Peña Nieto saluda de mano a los simpatizantes que se agolpan en torno a las vallas, se escucha la música que Ennio Morricone compuso para la película La Misión, filme que relata la rebelión de indígenas guaraníes, apoyados por misioneros jesuitas, en contra de El Vaticano. “A falta de don Beltrones, Morricone”, escribe con ironía un usuario de Twitter. Los tres compromisos de Peña Nieto Nadie opaca a Peña Nieto durante su discurso de menos de una hora ante la explanada del PRI. Sólo reciben más aplausos los miembros de la farándula como Carmen Salinas, el cantante Emanuelle y el boxeador Juan Manuel Márquez, el mismo que lució un logo del PRI en su calzoncillo durante su pelea contra Manny Pacquiao. “Aquí queda claro que el PRI está más vivo que nunca”, arenga Peña Nieto. “El PRI es un partido plural y diverso… siempre se ha enriquecido con la participación plural de todos”, presume el hijo más famoso de Atlacomulco, y resulta una ironía que hable de pluralidad cuando es el precandidato apoyado por todos los grupos de su partido. Peña Nieto expresa su “amplio reconocimiento” al senador Manlio Fabio Beltrones, el único ausente. “Gracias por su participación y profesionalismo político” insiste el joven político, integrante de la generación conocida como los Golden Boys. En medio de la retórica tradicional del PRI, Peña Nieto cuela una crítica a la actual situación del país: “Hoy en México hay miedo, zozobra, desánimo, pero al mismo tiempo, hay una fuerza extraordinaria” de los priistas. “Comienza a soplar un viento de cambio y esperanza”, remata. En la parte final de su discurso, Peña Nieto asume tres compromisos: cuidar la “unidad del PRI” promoviendo la inclusión de todos; “privilegiar las ideas, propuestas y compromisos” con el electorado sin caer en “las provocaciones de nuestros opositores”; y “hacer que las causas de México sean las causas del PRI”. Los aplausos son tímidos. Las porras no se escuchan. El momento cumbre de Peña Nieto en su carrera por la candidatura a la Presidencia del PRI no depara ninguna sorpresa. Nada se sale del guión. Sólo la presencia y el abrazo de Arturo Montiel, el único de los exgobernadores priistas que no sube al templete público, dejó en claro para los observadores el origen de este proyecto.

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