MÉXICO, D.F. (apro).- Custodios del penal de Atlacholoaya, el más importante del estado de Morelos, encontraron la noche del pasado domingo 11, un túnel de casi dos metros de profundidad por el que presuntamente se iban a fugar varios internos recluidos en ese lugar. En el interior del túnel encontraron tres celulares con cargador y un pico de excavación. El agujero, localizado en el taller de carpintería del penal, estaba oculto tras una loza floja, tenía una profundidad de 1.80 metros y, según las autoridades penitenciarias, se habría empezado a construir hace dos días. Tras el hallazgo, los custodios iniciaron tareas de supervisión en todo el penal, pero no lograron encontrar algún otro indicio de fuga. El secretario de Gobierno estatal, Oscar Sergio Hernández Benitez, informó que no hay detenidos y la Secretaría de Seguridad Pública estatal tampoco tiene pistas de quién o quienes pudieron haber participado en el intento de fuga. “Fue aproximadamente a las 20:00 horas, que dando seguimiento a las supervisiones en áreas comunes y en talleres, que se realizó la inspección física del taller de carpintería y cerámica. Personal de Seguridad y Custodia, al inspeccionar el área donde se realizan trabajos de tallado de piedra, encontró la base de una fuente de cantera que se estaba realizando. “Al mover dicha pieza, los elementos visualizaron algunas grietas en el piso, por lo que removieron el polvo encontrando fragmentado un cuadro de aproximadamente 40 por 30 centímetros, removiendo pedazos de piedra lograron visualizar la entrada de un túnel de 1.80 metros de profundidad, con una longitud excavada de aproximadamente 1.5 metros" refirió el titular de la SSP de Morelos, Gilberto Sánchez Toledano. La dependencia estatal solicitó apoyo a la Policía Federal destacamentada en el Estado de Morelos, y a la 24ª Zona Militar, quienes realizaron un operativo en las inmediaciones del penal para reformar la seguridad de las instalaciones. El intento de fuga se da a una semana de que presuntos miembros del crimen organizado dejaron varios narcomensajes en distintos puntos de Cuernavaca, en los que advertían que iniciarían una guerra en el interior del penal. Amenazaron también con asesinar a tres presuntos miembros de la organización delictiva de los Beltrán Leyva.