Se autoexculpa Peña Nieto de la muerte de su primera esposa

jueves, 10 de febrero de 2011 · 01:00

MÉXICO, D.F., 10 de febrero (apro).- A cuatro años del fallecimiento de su primera esposa, Mónica Pretelini, el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, volvió a tocar el tema y subrayó que él nada tuvo que ver con el deceso.
En una entrevista concedida a Jorge Ramos, de la cadena Univisión,  el aspirante presidencial del PRI sostuvo que Mónica sufrió muerte cerebral por insuficiencia de oxígeno, a pesar de que el médico que la atendió en aquel tiempo calificó de “inusual” el deceso.(Proceso 1576).
 “Cuando yo llego a la casa la encontré prácticamente en estado ya de shock sin respiración que después te comenté en esa entrevista (la primera que le concedió al mismo periodista) la trasladamos de inmediato al hospital, la reanimaron nuevamente con todos los medios médicos que se pudieron valer en ese entonces, pero al final de cuentas y lamentablemente ya había tenido ella muerte cerebral por insuficiencia de oxígeno en ese momento, así fue como sucedió aquello", dijo.
Además, lamentó mucho las descalificaciones y señalamientos que se lanzaron tras la muerte de su primera esposa.
"Lamenté mucho, recuerdo muy bien, aquel episodio, todas las descalificaciones, señalamientos que en algunos medios me parece de forma irresponsable empezaron a decir sobre la muerte de mi esposa desde que se había suicidado, de que si habían sido tales causas de su muerte, que si había participado".
Ramos le preguntó luego que si estaría dispuesto a hacer público el parte médico del fallecimiento, y el mandatario mexiquense respondió afirmativamente.
"Por supuesto, a ver, yo no tendría ningún empacho alguno y está el médico que la atendió en su momento", dijo.
La muerte de Mónica Pretelini Sáenz ha sido una de las que más ha llamado la atención en los últimos años en la vida política del país. Esto, a pesar de que la mujer no provenía de ninguna familia poderosa, sino más bien por ser la esposa de Peña Nieto.
El alcance político de su muerte se pudo medir con el número de esquelas que aparecieron en nueve periódicos nacionales. Al día siguiente de su muerte, el 12 de enero de 2007, se publicaron 469 esquelas de condolencias y pésames.
La madrugada del jueves 11, Mónica fue llevada de urgencia a un hospital. Presentaba un cuadro crítico: convulsiones epilépticas. Al agudizarse su mal, fue trasladada al hospital ABC de Santa Fe, donde tomó el caso el doctor Paul Shkurovich Bialik –el medico que la atendía desde hace ocho meses por su problema de epilepsia idiomática--, aunque quizá demasiado tarde: la paciente presentaba un cuadro de trastorno respiratorio y alrededor del mediodía del jueves fue declarada su muerte cerebral.
En declaraciones al semanario Proceso en aquel entonces, el propio médico del hospital ABC calificó de “inusual” el fallecimiento.

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