Calderón debe rectificar guerra contra el narco: García Ramírez
MADRID, 15 de febrero (apro).- Al gobierno de México “le hace falta mucha autocrítica” en relación al combate al crimen organizado, dijo Sergio García Ramírez, expresidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH) y extitular de la Procuraduría General de la República.
“La autocrítica (del gobierno de Felipe Calderón) no ha dado resultados, porque después de tener los resultados como los que estamos viviendo, e insistimos en los mismos métodos que han probado su ineficacia, estamos lloviendo sobre mojado”.
En su opinión, la autocrítica en el gobierno de México “no ha sido tan profunda ni tan transparente para hacer notar lo que para muchos es obvio: que las estrategias adoptadas no son suficientes, que están fallando, que hay que modificar la manera de enfrentar el fenómeno de la criminalidad”.
Consideró que se debe recurrir a métodos adicionales que no excluyen la persecución penal, pero que incluyen otras políticas de Estado, como las de carácter educativo, social y económico.
“Al crimen no sólo se le combate con acciones bélicas, sino con acciones sociales y educativas”, dijo en entrevista en el marco del foro Iberoamérica frente al feminicidio: el fin de la impunidad, organizado por la Universidad Carlos III de Madrid, en Casa de América de la capital española.
Y eso parte de una “vigorosa autocrítica” viendo qué funciona y qué no para dar “los pasos en una dirección distinta. Esto es lo que yo no veo, ni mucha gente lo ve, esto es lo que hace falta”, añadió.
El extitular de la PGR en el sexenio de Miguel de la Madrid (1982-1988) puso en perspectiva el tema del combate al crimen organizado que le tocó a él enfrentar y el que se vive hoy.
“La situación era distinta a la que prevalece, vea las estadísticas y dónde están los responsables de los delitos de aquel entonces”, planteó.
En referencia a las críticas que ha lanzado el presidente Felipe Calderón de lo que no se hizo en el pasado en el combate a la delincuencia, García Ramírez consideró que decir que “lo que pasa hoy es consecuencia de lo que sucedió antes, es una manera poco ingeniosa de eludir las responsabilidades”.
“La responsabilidad de hoy, se tiene hoy”, repitió, tal como lo dijo en la entrevista que ofreció a Proceso en su edición 1771, del 10 octubre de 2010.
Recordó entonces que se debe luchar contra las nuevas conductas delictivas que se presentan y modificar las leyes y aceptar que el crimen tiene “rendimientos extraordinarios”, pero “hay que revisar las leyes sin detrimento del esquema democrático y sin poner en predicamento el estado de derecho y sin violar los derechos humanos”.
“La Constitución, los derechos humanos y la democracia no son los responsables de la criminalidad, en todo caso son víctimas adicionales de la criminalidad”, opinó el investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM.
Las reformas legislativas, añadió, se deben hacer dentro de patrones justos, juiciosos y democráticos, dijo el autor del libro La reforma penal constitucional, ¿democracia y autoritarismo?
Porque, explicó, a veces hay reformas legales que son concesiones entre corrientes democráticas y corrientes autoritarias, bajo el lema de que es necesario desatar las manos del Estado y darle más instrumentos para combatir la delincuencia.
“Sí hay que darle más instrumentos (al Estado), pero no instrumentos que pongan en peligro la democracia y los derechos humanos, hay que hacer una nueva estructura de nuevas prácticas que están fallando, no las leyes, sino la aplicación de ellas”, consideró.
Asimismo, García Ramírez recordó que México enfrenta actualmente cinco sentencias de la CoIDH siendo, a su juicio, la más compleja de resolución la del llamado Campo Algodonero, sobre mujeres asesinadas en Juárez, Chihuahua
Hasta ahora, México ha iniciado el cumplimiento de la misma, pero todavía le falta un largo trecho por recorrer, porque no son sentencias sencillas.
En esta resolución, recordó, la sentencia obliga al país a que debe modificar su sistema de justicia penal, los patrones de investigación con perspectiva de género, alentar en la sociedad nuevos patrones de comportamiento social, desarraigar estereotipos sociales que han militado en contra de las mujeres en Ciudad Juárez, entre otros.
No obstante, aclaró, se deben cumplir, porque es un compromiso soberano del Estado mexicano.
Asimismo, el jurista consideró que México debe avanzar en el tema de inseguridad que representan las agresiones a los derechos humanos de los migrantes, pero precisó que esto no priva al país de cumplir con las obligaciones contraídas en el ámbito internacional en la materia.
“Pase lo que pase, en la guerra contra el crimen no hay pretexto para no cumplir con sentencias internacionales, tan específicas y tan claras. Lo que ha pasado con los migrantes es un hecho inaceptable, es una vergüenza nacional, todo lo que hay que hacer es perseguirlo en sus términos, sin eludir las responsabilidades”, dijo.