Ley migratoria, racista y discriminatoria, acusa el padre Solalinde

martes, 22 de febrero de 2011 · 01:00

TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis., 22 de febrero (apro).- El sacerdote Alejandro Solalinde Guerra, coordinador de la Pastoral de la Movilidad Humana Pacífico Sur, acusó al Senado de la República de cocinar una ley migratoria “importada de Arizona”.
Se trata de una legislación que es claramente racista y discriminatoria, sostuvo.
“Estamos importando la ley de Arizona (porque) están criminalizando hasta la labor de quienes apoyamos a los migrantes, eso es inaceptable”, agregó Solalinde.
En la capital chiapaneca, donde la noche de ayer atestiguó la partida de un tren con un grupo de migrantes a bordo, el sacerdote y varios activistas mostraron pancartas contra la ley migratoria que se discute en el Senado y repartieron volantes para informar a los presentes sobre las arbitrariedades de dicha norma.
De acuerdo con el defensor de los derechos humanos, el gobierno de México tiene un doble discurso del gobierno, pues para ser directos, añadió, el que paga manda, “y en México quien manda es el gobierno de Estados Unidos, acá la soberanía vale sorbete”.
Como está planteada, dijo, ley migratoria es verdaderamente preocupante, ya que en su artículo 26, agregó, da facultades para que la Policía Federal (PF) realice la revisión a inmigrantes, pese a las denuncias en su contra por los asaltos, extorsiones y abusos durante los operativos realizados en Oaxaca, donde no estaba presente el Instituto Nacional de Migración (INM).
“Dice la fracción que en cualquier parte, ellos (la PF) pueden hacer la verificación migratoria y que avisarán al INM, pero ello no significa que van a estar detrás de un mostrador para pedirte tus papeles, sino que primero te agarran, te persiguen, te violentan, te hacen de todo y luego entonces viene la verificación migratoria”, puntualizó.
La nueva Ley de Migración “no toma en cuenta ni a sus propios migrantes expulsados ni las peticiones diplomáticas centroamericanas, y ni siquiera reconoce la realidad criminal de la gestión migratoria en México”, decía uno de los volantes distribuidos por los activistas.
“Es inconcebible que esta ley mexicana de migración sea todo lo contrario a lo que los migrantes en Estados Unidos denuncian como anti-humano. Mientras en Estados Unidos la disposición 287, que es sólo una política pública que permite que las autoridades migratorias suscriban convenios con policías locales, es cuestionada como anticonstitucional, en México el Senado convierte esta ilegítima estrategia en Ley Reglamentaria”, se leía en otro.
Y en uno más los activistas convocan a “mantener visible” en las redes sociales “la conspiración y complicidad en torno de los transmigrantes que son desplazados masivamente, tanto por el desempleo y la falta de oportunidades, como por fenómenos naturales producto del calentamiento global y la persecución política”.
En tanto, en un documento firmado por el Movimiento Migrante Mesoamericano se convoca a los distintos movimientos sociales “a pronunciarse públicamente en contra de este intento de criminalizar a los migrantes en nuestro país, legalizando la persecución represiva de la PF contra nuestros hermanos del sur”.
Asimismo, pide a los “legisladores progresistas” que reflexionen y se aseguren de que la ley migratoria “priorice los derechos humanos y se apegue a los postulados del derecho internacional”.

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