El patrimonio cultural en Google Earth

viernes, 4 de febrero de 2011 · 01:00

MÉXICO, D.F., 2 de febrero (apro).- En el marco de la ceremonia de premiación del segundo concurso Pon a México en el mapa, el director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Alfonso de Maria y Campos, anunció que en la plataforma Google Earth pueden encontrarse virtualmente las 180 zonas arqueológicas mexicanas abiertas al público, los 116 museos bajo custodia del instituto y los 31 sitios declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO.

Así lo informó el propio INAH en un comunicado, difundido a finales de enero. Según De María y Campos, es una irrupción de la oferta cultural del instituto al “georreferenciador” de Google Earth, que se traducirá en “beneficios” para la industria turística del país

“De acuerdo con los estudios que ha hecho la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), el turismo cultural deja una doble derrama comprada con el turismo de sol y playa, lo que nos indica, además, que este sector del turismo viaja más, conoce y se lleva una mejor imagen del país y, sobre todo, deja más dinero en lugares no tradicionales.”

En el acto, realizado en el Castillo de Chapultepec, el gerente de Marketing de Google Latinoamérica, Miguel Ángel Alva, recordó que este “esfuerzo” se inscribe en el convenio celebrado entre el INAH y Google México “para la difusión de la riqueza cultural del país a nivel internacional”.

“De esta manera, se pone a disposición de toda la humanidad la información sobre el patrimonio de México; es tomar la información que genera el INAH, organizarla y hacerla accesible para su consulta en cualquier parte del mundo a través de Google Earth.

“Ahí, a través de imágenes de satélite, mapas y edificios en tercera dimensión, la gente podrá consultar información de zonas arqueológicas, museos y edificios que han sido declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO. De esta manera estamos abriendo una ventana que permita conocer México y que provoque el deseo de querer conocerlo”, dijo.

Y dio unos datos: Google Earth es utilizada por más de 200 millones de usuarios, y los datos del INAH, antes de anunciarse su colocación en la red, habían sido visitados por más de mil personas. Además, se anunció que el INAH tendrá su propio ícono para que la gente consulte directamente la información.

“Somos testigos --añadió el funcionario de la empresa multinacional-- de la modernidad que se respira en el INAH para promover la cultura de México y dar acceso a la información a distancia. Sin duda, es un esfuerzo único en la región latinoamericana, y un primer esfuerzo a nivel internacional por el contenido y el número de sitios que se están incluyendo.”

El contenido es un aspecto que pesa mucho en la llamada sociedad del conocimiento, donde los derechos de autor y la propiedad intelectual adquieren no sólo un valor simbólico, sino que van adquiriendo un valor preponderantemente monetario, y en este caso cabe preguntar quién o quiénes son los beneficiarios de ello.”

Colocadas en Internet, ¿a quién pertenecen las imágenes de las zonas arqueológicas, museos y monumentos históricos? ¿De quién los contenidos informativos que sin duda se basan en la investigación y el trabajo de muchos estudios nacionales y extranjeros? ¿Se cobra por descargar todo ello?

Google es una empresa, y el INAH es una institución de investigación, difusión del conocimiento y dedicada a la conservación del patrimonio cultural –no suyo, sino de la nación– de todos los mexicanos.

El convenio entre ambas instancias se suscribió en junio de 2009. Y con motivo de la campaña sobre Las Siete Nuevas Maravillas del Mundo, organizada por el empresario Bernard Weber, el especialista en legislación cultural y del patrimonio Bolfy Cottom, además de investigador de la Dirección de Estudios Históricos del propio INAH, advirtió a la prensa que por el uso de los bienes de la nación se deben pagar derechos de acuerdo con las tarifas establecidas por la Ley Federal de Derechos, expedida anualmente por el Congreso de la Unión.

Por el uso de imágenes, reproducciones, fotografías, videos con fines comerciales, se pagan ciertas tarifas. Pero, aclaró el especialista, “cuando el uso es con fines científicos y de difusión del conocimiento no se paga, aunque en el caso de Chichén (ahora una de las siete nuevas maravillas), como existe un uso comercial, tienen que pagar una tarifa que debe ser muchísimo, por el carácter internacional.”

Es innegable que Google y sus versiones de Google Earth y Google Maps se han convertido en una útil herramienta tecnológica, que millones ven y es fácil perderse navegando, viendo imágenes, leyendo, pero no se puede olvidar lo señalado por el profesor Cottom.

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