ZACATECAS, Zac., 7 de febrero (apro).- Elementos de la Policía Estatal Preventiva (PEP) tomaron la sede de la corporación y mantienen una protesta por los bajos salarios, la falta de equipo y los turnos que actualmente son obligados a cubrir, ante la carencia de nuevos agentes y las difíciles condiciones en que operan, en medio de una crisis por los recientes narcobloqueos y enfrentamientos que la semana pasada causaron la muerte de uno de sus compañeros.
Desde esta mañana, un centenar de integrantes de la PEP cerraron los accesos a las instalaciones ubicadas a un costado del bulevar Solidaridad, y exigieron hablar con el gobernador Miguel Alonso Reyes, quien efectuaba una gira de inauguración de obras.
Los policías se han quejado de los turnos de 24 horas de trabajo por 24 de descanso que han tenido que cubrir, e incluso de la mala alimentación, así como de malos tratos de parte del general Jesús Pinto Ortiz, titular de la corporación, cuyo cese reclamaron.
Los policías pidieron más armas, chalecos antibalas, pero principalmente demandaron un mejor sueldo y la contratación de más elementos, ya que actualmente no llega a 300 el número de agentes de este cuerpo de seguridad para la cobertura del territorio zacatecano, los cuales percibe un ingreso quincenal promedio de 2 mil 500 pesos.
También acusaron al secretario Pinto Ortiz de anomalías en la entrega de los viáticos cuando deben salir a diversos municipios. “Queremos que se le haga una auditoría”, pidieron.
Por la tarde, un grupo de unos cincuenta agentes se reunieron para dialogar con el secretario de Gobierno, Esaú Hernández Herrera, a quien primero había rechazado cuando éste se apersonó en las instalaciones de la PEP. Sin embargo, hasta el momento no habían llegado a un acuerdo y mantenían sus peticiones.
Recordaron que varios de sus compañeros resultaron heridos en la refriega del martes pasado y permanecen hospitalizados, por ello insistieron en contar con un mejor equipo y armas para enfrentarse a la delincuencia organizada.
Al ser interrogado sobre esta protesta durante su gira de trabajo, el gobernador Miguel Alonso Reyes admitió que el reducido número de policías ha ocasionado una sobrecarga de trabajo “y es natural que reaccionen”.
Informó que se está en un proceso para duplicar el número de elementos, pero esto lleva tiempo.
“Mientras ese proceso de reclutamiento se está dando, se está un poquito cargando la mano para que mientras tanto haya la vigilancia, los rondines, el patrullaje, las tareas de contención, que la Policía Estatal está haciendo, estamos recargándonos en lo que tenemos a nuestro alcance”, reconoció Alonso Reyes.
Ofreció revisar los turnos y mejorar “otras condiciones” que no especificó. Pero el gobernador también reiteró su llamado al gobierno federal para voltear los ojos hacia Zacatecas y atender las peticiones de apoyo que en varias ocasiones le ha presentado al presidente Felipe Calderón.
“Ha faltado la llegada de efectivos, porque además de que es competencia de la Federación (el combate la delincuencia organizada), son ellos quienes tienen la estructura, el personal, el equipamiento, el armamento suficiente para hacer frente a este tipo de flagelos”, dijo el gobernador.
Y aunque hace un par de semanas arribaron a la entidad efectivos de la Policía Federal Preventiva para reforzar la vigilancia carretera, “este apoyo es absolutamente insuficiente” para la entidad, puntualizó Miguel Alonso.