La hora del PT, de la mano de López Obrador

martes, 15 de marzo de 2011 · 01:00

MONTERREY, N.L., 15 de marzo (apro).- A 20 años de su nacimiento como organización política, al Partido del Trabajo le llegó su momento:
Conducido desde su origen por su fundador y único mando, el senador regiomontano Alberto Anaya Gutiérrez, el PT ha sido una presencia permanente en el juego electoral de las últimas dos décadas, con escasos logros propios y con algunos campanazos en alianzas.
    Ahora, el partido comienza a tomar forma y reconocimiento al prestarle toda su infraestructura y recursos a Andrés Manuel López Obrador, un perredista distanciado de la dirigencia de su partido.
Rumbo a los comicios presidenciales del 2012, con la crisis interna del PRD, el PT es uno de los ganadores. Independientemente del resultado electoral, al recorrer la pasarela junto a AMLO, ya obtuvo el reconocimiento que no había conseguido desde su creación.
Jesús Ortega Martínez, presidente del PRD, le ha negado a López Obrador plataforma y nomenclatura para iniciar la precampaña rumbo a los comicios presidenciales del 2012. Pero Anaya ha estado ahí para suplir a la organización perredista y acompañarlo en la precampaña.
Sin embargo, la indefinición del precandidato, que parece dividir sus afectos entre el PT y el PRD, sí ha provocado confusión y ha afectado al electorado, que no observa con claridad cuál es la postura del tabasqueño, como reconoce la secretaria de Acción Política electoral del PRD, Socorro Ceseñas Chapa.
El partido laborista había sido para el senador regiomontano su fuente de empleo permanente.
Desde la fundación, Anaya Gutiérrez ha sido tres veces diputado federal, y dos veces senador. Su esposa, María Guadalupe Rodríguez Martínez, es actualmente su suplente en la Cámara Alta.
Datos publicados por el Instituto Federal Electoral (IFE) indican que en el 2010 el PT ejerció un presupuesto de 210 millones de pesos y que para este año dispone de 219 millones de pesos.
Ejerce Anaya lo que el consejero perredista nuevoleonés Roberto Benavides llama un “centralismo democrático en extremo” basado en la estructura vertical del PT, donde su dirigente histórico ordena, sin que haya ni una sola persona que obnubile su poder.
Pese a su indiscutible posición plenipotenciaria, el líder del PT rechaza aceptar que él solo se ha designado candidato en todos estos años que ha vivido del presupuesto.
“Yo no decido (ser candidato). Eso se tiene que     aprobar por los órganos del partido”, se defiende en entrevista el dirigente, cuando se le cuestiona por qué ha ocupado de manera permanente candidaturas.
Sobre el resurgimiento del PT junto al Peje, Anaya precisa que “ha llegado la hora de las izquierdas en este país”.
El 20 de febrero, López Obrador anunció que se separaría del sol azteca sin renunciar a él, como una forma de protestar ante el intento de alianza entre su partido y el PAN para competir por la gubernatura del Estado de México.

Alberto Anaya y su PT

El PT ha sido siempre discreto en el espectro electoral mexicano.
Se le ha conocido más por coyunturas. Ganó notoriedad por haber cobijado a Rafael Acosta Ángeles, Juanito, en el sainete electoral por la jefatura delegacional de Iztapalapa, en el 2009, donde el PT prestó su partido para que se desencadenara el mayor enredo electoral del que se tenga memoria en México.
También se le acusó, en su momento, de haber sostenido nexos, componendas y financiamiento de Carlos Salinas de Gortari.
El 8 de marzo del 2010 en la Macroplaza de Monterrey, durante la celebración del día Internacional de la Mujer, López Obrador hizo pública su ya conocida intención de participar en los comicios presidenciales. En el evento estuvo presente, entre otros, Alberto Anaya, quien organizó la presentación.
El aspirante siguió cerca de Monterrey y Anaya en los meses siguientes.
El 20 de octubre de ese año, AMLO regresó a la ciudad para presentar su eje económico y tener un acercamiento con empresarios locales. El 26 de ese mes volvió a presentarse ante hombres de negocios, entre los que se encontraba el exgobernador nuevoleonés Fernando Canales Clariond, integrante de la corriente panista tradicional en la entidad y uno de los empresarios más reconocidos en ésta.
En la pasada campaña, rumbo al 2006, el entonces candidato manifestaba una fobia a todo lo que representara al capital. Ahora su estrategia ha cambiado y ya quiere que no lo vean como un peligro para México. El acercamiento funcionó porque por lo menos hubo una aproximación tersa.
En estos eventos en Monterrey estuvo acompañado por el líder petista que comienza a ser reconocido a nivel nacional de la mano de López Obrador.
El plan es consolidar el DIA (Diálogo por la Reconstrucción de México), alianza integrada por el PT, PRD y Convergencia, que pretenden lanzar un solo candidato que represente a la izquierda mexicana en los comicios presidenciales. Anaya Gutiérrez ha contribuido a consolidar el bloque para lanzar a AMLO.
Beto, como le conocen sus amigos, es un líder social regiomontano que conformó, en 1973, al norponiente de Monterrey, la colonia proletaria Tierra y Libertad, y después, en 1976, el Frente Popular Tierra y Libertad (FPTyL), movimiento urbano que fue la base de la fundación del Partido del Trabajo.
De 65 años, nacido en Aguascalientes, pero avecindado desde joven en Monterrey, es licenciado en derecho y economía, con maestrías en investigación y administración, y con un postgrado en sociología, de acuerdo con su currículum difundido por el PT.
Ha sido líder sempiterno del partido.
Organización de corte socialista y de base popular, el PT fue fundado en 1990 y  se estrenó en las urnas en 1991 con una incursión fallida, donde no pudo conseguir el 1.5 por ciento de votos fijados por la ley para obtener el registro.
Hasta las elecciones de 1994, cuando obtuvo la cuota electoral, el Instituto Federal Electoral lo inscribió formalmente como partido político, y desde entonces se ha sostenido con alianzas con las que ha obtenido gubernaturas, alcaldías, regidurías y senadurías.
Aunque nunca han perdido el registro, el partido que tiene base en Nuevo León, han logrado escasos resultados en lo individual.
Según datos proporcionados por el propio PT, hasta octubre del 2010 tenía un total de 233 mil 523 ciudadanos empadronados, de los cuales 230 mil 716 son afiliados y 2 mil 807 militantes.
Emergidos sólo del PT, actualmente cuentan, a nivel nacional, con 30 diputados locales, 42 presidentes municipales y 490 regidores y síndicos. Tienen 13 diputados federales y cinco senadores.
Según la fuente, en los próximos meses asumirán en todo el país unos 20 alcaldes y 150 regidores que obtuvieron triunfos en comicios del año pasado.
El partido ha requerido impulso de mercadotecnia para mantenerse vivo. Tan sólo en Nuevo León, a lo largo de los años han sido presentados en candidaturas impensadas contendientes para prácticamente todos los puestos de elección popular, la mayoría sin fortuna: el cantante regional Julián Garza, alias El Viejo Paulino; el ex estrella de Tigres y ahora entrenador de Morelia, Tomás Boy; el ex Rayado mundialista Francisco Javier Abuelo Cruz; Diana Perla Palacios, ufóloga, conductora y madre de la cantante infantil Tatiana.
También han contendido bajo sus siglas la miss México, Judith Grace González; la ultramaratonista Silvia Graciano; el comediante alburero Jesús González Leal, Chis Chas, ya fallecido; la chica sexy del clima de Televisa Monterrey, Karla Marqueda, y el periodista y presentador de televisión Santiago González. Por eso hay quienes le llaman al PT el Partido de la Tele.
El pasado 8 de diciembre el partido celebró sus 20 años de existencia. Parece que los virajes políticos ahora favorecen a Anaya y a su partido.
Entrevistado en su visita a Monterrey, se le preguntó a López Obrador qué había encontrado en el PT, y respondió que no sólo está con esta organización sino con el resto que integran el bloque de izquierda que representa.
Contestó ambiguamente: “Yo soy militante del PRD, pero en este momento hay militantes de los tres partidos del Frente Amplio Progresista, del PRD, PT y Convergencia. Me acerco a la gente, al pueblo, yo estoy bien definido”.
En ese acto se le preguntó por qué mantenía una indefinición y no revelaba a cuál partido abanderaría en el 2012. El aspirante evadió: “¿Cuál indefinición? Yo estoy bien definido. Yo quiero la transformación de México, que haya democracia en el país, con intención social. No quiero alianzas ni con el PRI ni con el PAN, porque son lo mismo”.
Es pública la ruptura que hay entre López Obrador y el dirigente nacional del PRD, Jesús Ortega, por la simpatía de este último por hacer una alianza con Acción Nacional  con miras a  los comicios del Estado de México.
Mientras no se concilian posturas dentro del PRD, AMLO descansa en la estructura petista.
En entrevista, Anaya Gutiérrez considera que la misma crisis social y la desesperación popular han generado condiciones para que las izquierdas tengan su momento histórico en el país.
“El electorado cada día más voltea sus ojos hacia las izquierdas. El PAN ha tenido dos sexenios la responsabilidad del país, sin resultados favorables. El PRI gobernó durante cerca de 70 años, y la gente está cansada de esas prácticas”.
Como muestra están los estados de Guerrero, donde participaron juntos los partidos del DIA para candidatear a Ángel Aguirre Rivero, que derrotó a Manuel Añorve del PRI, y  Michoacán, donde ya hay negociaciones para abrir otros frentes en las elecciones de este año.
Las izquierdas, incluidos PT y PRD, ya hicieron en el pasado alianzas con Acción Nacional, con exitosos proyectos electorales para la gubernatura en estados como Nayarit, Chiapas y Yucatán, entre otros. Pero nunca han ganado una elección solos.
Presumen, entre sus conquistas individuales, las alcaldías de Durango (en dos ocasiones) y Mazatlán.
Ahora, en la carrera presidencial los partidos de izquierda no se aliarán con el PAN, afirma Anaya Gutiérrez. Aclara que si lo hicieron antes fue con el argumento de que “en el marco de una elección local, y para abonar una alternancia, se pudiera acabar con caciquismos de 70 años, presentándole una nueva alternativa a la población. Pero hoy hay que buscar un deslinde para evitar confusiones en el electorado. La cercanía del 2012 hace todo diferente”.
En elecciones presidenciales, el Partido del Trabajo ha tenido una sola participación en solitario, cuando en 1994 presentó a Cecilia Soto, con resultado fallido. En el 2000 formó parte de la coalición que abanderó a Cuauhtémoc Cárdenas, que fue derrotado, y en el 2006 también hizo alianza para respaldar la candidatura de López Obrador, a quien superara  el panista Felipe Calderón.
Ahora, a partir del 2010, el PT vuelve a reunirse con el político perredista como parte del acuerdo que pactaron los partidos de izquierda, de respaldar en los siguientes comicios al candidato mejor posicionado.
“El Partido del Trabajo le apuesta a López Obrador. Lo empujamos para que sea el candidato de las izquierdas en el 2012. Andrés Manuel no ha necesitado cobijo de los partidos y ha estado a la cabeza del movimiento del gobierno legítimo. Ahí se va a mantener como dirigente”.
Ante los señalamientos que se le han hecho al PT, de haber sido financiado en sus orígenes por Carlos Salinas de Gortari, Anaya responde que el partido que representa ha sido siempre independiente.
“Hay que ver que nuestro registro definitivo lo tuvimos hasta el 94, cuando ya había salido Salinas y en su gobierno no tuvimos legisladores. (Esos comentarios) son parte de la guerra sucia que se ha hecho contra los partidos”.
En respuesta a sus detractores, recuerda los señalamientos que se han hecho sobre otras organizaciones políticas: “Al PRI se la ha acusado de que hace campañas a costa del erario. A Acción Nacional se le acusa de ser patrocinado por el Partido Republicano, de Estados Unidos, y el Partido Popular de España. Al PRD se le acusa de ser fractura del priismo. Todo es parte de la guerra sucia entre partidos”.
Anaya se ha eternizado como representante popular. Ha sido diputado federal en tres periodos. Primero obtuvo la posición del 88 al 91, bajo las siglas del Frente Democrático Nacional (FDN), que impulsó la candidatura presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas. Tuvo otros dos periodos con el PT, del 94 al 97 y del 2003 al 2006. También repitió como senador, primero del 97 al 2000 y ahora del 2006  al  2012.
Prácticamente todo el tiempo que lleva de existir su partido él ha ocupado cargos de elección.
Sin embargo, se niega a aceptar que es el único candidato. “El partido siempre ha contado con cargos de elección popular en distintas regiones. Las fracciones del partido han variado en la Cámara de Diputados, de 14, 10, 7 representantes. En esta ocasión somos 13,  y en el senado cinco”.
“En la dirección nacional del partido tenemos un sistema colegiado y el estatuto señala que se va renovando periódicamente, situación que se ha estado cumpliendo”, señala.
Estatutariamente, el partido no tiene un dirigente único, sino una dirigencia nacional colegiada que, en teoría, recoge las ideas de las masas, para sistematizarlas y luego regresárselas. Así, dicen los folletos de propaganda, se le da todo el poder al pueblo.

Indefinición nociva

Socorro Ceseñas Chapa considera necesario aclarar que Andrés Manuel López Obrador es militante del PRD, pero aparece en los spots televisivos patrocinados por el PT, porque ésta es la organización que le ofrece espacios de difusión.
La secretaria de Acción Política Electoral a nivel nacional estima que ha sido necesaria la ayuda del partido laborista ante la negativa de Jesús Ortega de permitir que El Peje se promocione con las silgas perredistas.
El electorado se ha confundido.
Explica: “Si se le invitara, Andrés Manuel estaría en los espacios del PRD. Esa es una responsabilidad de la dirección nacional, particularmente de Jesús Ortega. Nosotros hemos hecho la solicitud de que debe invitársele, porque es muy importante que un reconocido perredista, del perfil de López Obrador, esté en nuestros espacios de radio y televisión”.
“Si no está con el PRD es porque no lo han invitado y el PT sí. Eso, obviamente, genera confusión, pero aprovecho la oportunidad que me das para aclarar que Andrés Manuel es perredista y si no está en los espacios del PRD es porque Jesús Ortega no le ha hecho la invitación”.
Dentro del deslinde, la que fuera dirigente estatal del PRD en Nuevo León aclara que hay sólo una parte de la dirigencia perredista que está distanciada de AMLO, y un factor de esta división es la línea política marcada por Ortega Martínez.
“Nosotros estamos con Andrés Manuel, pero mientras Jesús Ortega ha impulsado alianzas con Acción Nacional y refleja claramente acuerdos ya con ellos, aunque le den puñaladas por la espalda; por otro lado está la línea política que aprobó el Congreso Nacional, que no es lo que dice Socorro Ceseñas”.
“Esto tiene que ver con la búsqueda de alianzas electorales con movimientos y partidos de izquierda afines a nuestro programa”, dice la dirigente en entrevista.
Más que oportunismo político, Ceseñas Chapa observa en el respaldo de Anaya Gutiérrez a López Obrador una visión de futuro. “Lo que hace el PT es tener una visión estratégica a futuro, rumbo al 2012, que le permita reflejar y decirle a la comunidad a lo que se está comprometiendo el PT. Eso no es oportunismo”.
La encargada de la política electoral del partido dice estar confiada en el destino del PRD para los comicios presidenciales, pues tiene sólidos contendientes. “Como partido, somos el único en el país con dos cartas muy fuertes (AMLO y Marcelo Ebrard) que hacen una gran competencia. Ni el PAN ni el PRI tienen candidatos con perfiles como los del PRD”.
Por su parte, Rogelio Benavides González, ex candidato a la gubernatura por el PRD, observa que la estructura del PT, basada en el centralismo democrático y similar al de los viejos partidos comunistas, ha sido ideal para los fines de López Obrador, que no ha necesitado aproximarse más que a una sola persona.
“Beto Anaya trabaja con visión de coyuntura y se ha acoplado a la que se abrió después del 2006. Paulatinamente, el PRD se alejó de López Obrador, y a éste se le alejaron los recursos del partido. Eso fue sustituido por el PT, que se convirtió en el principal soporte político y financiero del movimiento de López Obrador, de quien se ganó su confianza al poner a su disposición toda la estructura y el financiamiento”.
El respaldo al perredista le garantizará votos, como ocurrió en Iztapalapa  donde, bajo el nombre de López Obrador, el PT obtuvo triunfos como el de Juanito, además de diputaciones y prestigio electoral, señala.
“Nunca, como ahora, el PT había tenido tanta presencia. Se está basando en el cobijo de López Obrador para tener un crecimiento que no había tenido nunca. Y con la votación que tenga va a mantener el registro en automático”, sostiene.

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