MÉXICO, D.F., 16 de marzo (apro).- La Oficina para el Control de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF, por sus siglas en inglés) reveló hoy que la red de trasiego de armas comandada por el alcalde de Columbus, Nuevo México, Eddie Espinoza, quien se encuentra detenido, mantenía vínculos directos con cárteles de la droga mexicanos.

Según  una nota difundida este miércoles por el diario KRQE News, filial de CBS algunas de las armas que Espinoza, en complicidad con el regidor Blas Gutiérrez, y el jefe de la policía Angelo Vega –los tres se encuentran bajo arresto--, vendieron a narcos mexicanos están relacionadas con al menos ocho crímenes cometidos en Ciudad Juárez y en Palomas.

Las armas fueron rastreadas por la ATF hasta las calles de Ciudad Juárez y Palomas, donde fueron usadas en ejecuciones del crimen organizado en ambas ciudades, dice la nota de KRQE News.

Además, da a conocer versiones de fiscales fronterizos que aseguraron que Gutiérrez y Vega acondicionaban una camioneta de la alcaldía de Columbus, con el objetivo de cruzar 600 libras de droga hacia Estados Unidos para un cártel en México.

Los involucrados fueron arrestados el 10 de marzo durante el operativo 'Rápido y Furioso' que se realizó en el Departamento de Policía, una tienda de armas y ocho casas en el poblado que está a 112 kilómetros al oeste de El Paso, Texas.

Espinoza, Gutiérrez y Vega se asociaron en la compra de armas a otro acusado, Ian Garland, para venderlas a cárteles de las drogas mexicanos.

Ayer un juez federal negó la fianza a los tres funcionarios acusados de asociación delictuosa para comprar armamento.

La víspera el Departamento de Justicia de Estados Unidos ordenó la suspensión inmediata de todas las operaciones encubiertas en las que se considere el recurso del tráfico ilegal de armas hacia México como parte de una investigación criminal.

La decisión, conocida a través de un memorándum interno del Departamento de Justicia al que ha tenido acceso la cadena CBS, ha sido comunicada a todos los fiscales estatales a lo largo de la frontera sur, para salir al paso de las denuncias formuladas por agentes de la Oficina para el Control del Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF, por sus siglas en inglés).