Los vuelos de EU "controlados por México": Espinosa
MÉXICO, D.F., 17 de marzo (apro).- La canciller Patricia Espinosa confirmó que México estuvo informado del sobrevuelo de aeronaves de Estados Unidos para labores de espionaje, negó que violaran la soberanía porque están “delineadas y controladas” por el gobierno de Felipe Calderón, y reprobó lo dicho por el director del FBI, Robert Muller, quien criticó la falta de éxito en la guerra contra el narcotráfico.
En medio de severas críticas de las bancadas del PRD, PRI y PT por la “tibieza”, las contradicciones y la dependencia ante Estados Unidos, la titular de Relaciones Exteriores afirmó que México exigirá al gobierno estadunidense que aplique “todo el peso de la ley” contra los responsables de la operación Rápido y Furioso, si se confirma la denuncia de un agente de la ATF, quien informó que se permitió el ingreso ilegal de casi 2 mil armas a territorio mexicano.
A la defensiva, Espinosa negó que el sobrevuelo de aviones no tripulados de Estados Unidos sobre territorio mexicano implique violaciones a la soberanía y a la Constitución; aclaró que es facultad del presidente de la República autorizar este tipo de acciones.
Además, recordó que también lo autoriza la nueva Ley de Seguridad Nacional.
“No son violatorios estos vuelos porque son controlados por el gobierno de México”, insistió la Canciller durante su comparecencia en el Senado de la República que se prolongó durante más de tres horas.
“Reprobamos lo dicho por el director del FBI, Robert Muller”, sentenció Espinosa, en respuesta a las afirmaciones del funcionario, quien consideró “poco exitosa” la guerra de Calderón contra el narcotráfico.
Para el senador del PT, Ricardo Monreal, la explicación de la Canciller sobre la presencia de aeronaves estadunidenses fue “chicanera” porque en ninguna parte de la fracción III del artículo 76 de la Constitución se le autoriza al Ejecutivo federal aprobar este tipo de sobrevuelos con una finalidad de espionaje.
Después de la comparecencia, el presidente del Senado y coordinador del PRI, Manlio Fabio Beltrones, advirtió que lo delicado del caso no son los sobrevuelos, sino “no saber a dónde va a parar esa información”.
Beltrones admitió que estas operaciones se realizaban también en el pasado, con aeronaves estadunidenses, pero tripuladas por mexicanos y la información se quedaba en México.
El senador del PRD, Graco Ramírez, aventuró la hipótesis de que la incursión de aeronaves estadunidenses está asociada a la operación Rápido y Furioso, ya que las armas que ingresaron de manera ilegal en el territorio mexicano “traían un chip que puede ser localizado por esas aeronaves”.
Pablo Gómez, también senador del PRD, cuestionó a Espinosa cuando ésta dijo que México ha tenido el “control” de los vuelos no tripulados.
“¿Quiere decir usted que el gobierno de Estados Unidos no los controla? Recuerde que ellos tienen siempre un absoluto control sobre sus aeronaves. Si el gobierno de Estados Unidos admitiera que el control lo tiene el gobierno mexicano, la administración de Obama se cae”, polemizó Gómez. La Canciller no respondió.
El tema de los vuelos de las aeronaves espías a ocupó una buena parte de la comparecencia de la titular de la SRE ante la Cámara alta. Espinosa reconoció que es verídica la información publicada días antes por The New York Times, el diario que dio a conocer este tipo de operaciones, pero advirtió que es “absolutamente imposible” ventilarlas públicamente por razones de seguridad nacional.
Espinosa insistió que se trataba de operaciones “limitadas y específicas”, con aviones no tripulados y sin armas. Incluso, reconoció que el éxito de distintas detenciones de narcotraficantes o de los atacantes de agentes de Estados Unidos se ha debido, en parte, a este tipo de maniobras que se mantenían en secreto.
Operación Rápido y Furioso
El segundo tema que concentró la atención durante la comparecencia fue el operativo Rápido y Furioso que dio a conocer la cadena televisiva estadunidense CBS.
Espinosa indicó que el gobierno de Calderón supo del operativo a través de los medios, y aseguró que “inmediatamente” solicitó información oficial a Estados Unidos, mientras que la Procuraduría General de la República inició una investigación para sancionar a los responsables, si se acredita la existencia de delitos.
“En todo momento, la exigencia de México es que estos operativos deben realizarse con respeto a la legalidad”, afirmó la canciller.
Los senadores del PRI, PT, PRD y del Partido Verde le reprocharon a Patricia Espinosa la reacción “tibia” del gobierno de Felipe Calderón, e incluso señalaron que la administración calderonista tiene un doble discurso frente a este operativo.
El exgobernador priista de Chihuahua, Fernando Baeza, le reprochó a Espinosa que el procurador de Estados Unidos, Erick Holder, afirmó ante el Congreso de Estados Unidos que México sí sabía del operativo, a pesar de que Poiré lo rechazó en reiteradas ocasiones.
Caso Florence Cassez
La crisis diplomática entre el gobierno de México y el de Francia por el caso de Florence Cassez fue otro tema que acaparó la atención de los senadores, así como los desacuerdos crecientes con el embajador estadunidense Carlos Pascual.
Espinosa acusó al gobierno de Nicolas Sarkozy de haber adoptado una “postura cambiante” frente al caso de la ciudadana francesa acusada de secuestradora.
“Los motivos para no conceder el traslado (de Cassez) no son triviales… Existen fundadas razones para creer que, de haber sido trasladada a Francia, no cumpliría su condena”, admitió Patricia Espinosa.
Insistió que las relaciones diplomáticas entre México y Francia son “intensas, estrechas y sólidos”; que no se afectarán en temas de la agenda internacional donde ambos países coinciden.
Por otra parte, Espinosa evadió en varias ocasiones opinar sobre el distanciamiento entre el presidente Calderón y el embajador Carlos Pascual. La senadora priista y excanciller Rosario Green le preguntó: “¿Qué injerencia tiene el embajador? ¿Es cierto que el presidente no lo recibe? ¿Quién le proporciona información al embajador?”. La titular de Relaciones Exteriores no respondió.
Green fue contundente durante su primera ronda y acusó a la actual estrategia diplomática del gobierno calderonista de estar dominada por una “gran confusión”, por subordinarse ante Estados Unidos y por olvidar relaciones importantes con Cuba y con Brasil. Incluso, se quejó de la falta de información sobre los convenios no explícitos en la Iniciativa Mérida.
“Nunca antes se había entregado tanto por tan poco y con mediocres resultados”, sentenció la senadora priista.
Espinosa negó estos juicios y justificó la ausencia de Calderón y de ella en la toma de protesta de la nueva presidenta brasileña Dilma Russef. “Estuvimos con una agenda muy cargada” a fines de diciembre de 2010, justificó.