MÉXICO, D.F., 18 de marzo (apro).- Hace ya un par de años, el maestro FIDE Silvio Pla y yo decidimos escribir un libro sobre Robert James Fischer, el undécimo campeón del mundo de ajedrez. Para ambos, Bobby ha sido el mejor jugador de todos los tiempos y aunque este juicio es debatible, creemos que debido al contexto histórico de su época, los recursos con los que el estadunidense contaba y su muy particular vida, resulta francamente admirable y fantástico que se haya convertido, finalmente, en 1972, en campeón del mundo, al derrotar a Boris Spassky en un encuentro que es conocido como “el match del siglo".

Para escribir este libro nos hicimos de toda la bibliografía que pudimos. Leímos sobre Fischer, su vida, sus partidas, su desarrollo como ajedrecista, etcétera. Nos empapamos de sus mejores partidas. Revisamos con los programas informáticos sus encuentros más significativos y emblemáticos. Intentamos entender su estilo, su manera de ver el ajedrez y por qué llegó al nivel que logró.

Bobby Fischer representa para el ajedrez la lucha de un individuo contra la maquinaria soviética, la que controló el ajedrez prácticamente desde que terminó la Segunda Guerra Mundial. Es el esfuerzo individual contra el colectivo y el estadunidense demostró un genio sin límites que, quizás, fue, al final de su vida, lo que lo acabó.

Nosotros quisimos enfocarnos en los aportes de Fischer al ajedrez, más que en tratar de explicarnos sus problemas en el mundo real, con los organizadores, con otros ajedrecistas, con los rusos o, incluso, sus escándalos casi mediáticos, etcétera. De hecho, estamos convencidos que finalmente como dijo Boris Spassky, "Fischer es uno de los mejores representantes de la escuela soviética", porque éste asimiló todo lo que el ajedrez soviético pudo darle en su momento y, en ese sentido, Bobby puede ser estudiado como el gran ajedrecista que fue.

Dos años después de un intenso trabajo, Pla y yo terminamos el libro. La editorial Selector se animó a publicarlo y el volumen saldrá para mediados de este mes de marzo. Los autores estamos contentos que la obra finalmente llegó a la publicación. Yo, al menos, aunque sé que Pla seguro comparte esta visión, siento que este libro que está por nacer, es como el homenaje que le debíamos a Bobby Fischer, porque, finalmente, si no fuese por él, quizás no hubiésemos conocido el ajedrez ni nos hubiésemos involucrado con este fascinante juego nunca.

Así pues, desde aquí va nuestro agradecimiento a la editorial Selector por seguir apostando por el ajedrez y, en particular, quisiéramos agradecerle a Bobby Fischer lo que hizo por nuestro juego y por el hecho de que gracias a él, nosotros nos involucramos en el juego ciencia. Esperamos que este libro sea del agrado de los aficionados mexicanos.