Divisiones y deserciones por alianza PAN-PRD en Coahuila
SALTILLO, Coah. 8 de marzo (apro).- La intención de las dirigencias del PAN, PRD y de la Unidad Democrática de Coahuila (UDC, partido con registro estatal) por realizar una alianza en esta entidad no ha podido consolidarse, dada la resistencia de un amplio sector de militantes de los dos primeros.
Desde febrero, cuando los dirigentes nacionales hicieron público su deseo de construir una coalición, el consejo estatal perredista registra una severa división interna, en tanto el PAN enfrenta la renuncia de varios militantes con liderazgos emblemáticos que, por si fuera poco, se han afiliado al PRI.
Sin embargo, la dirigencia nacional del PAN emitió hoy un comunicado en el que informa que el dirigente de ese partido, Gustavo Madero, así como el del PRD, Jesús Ortega y el de la UDC, Brígido Moreno, acordaron contender en alianza en las elecciones locales de esta entidad, a celebrarse el próximo 3 de julio.
El comunicado señala que la alianza de esas tres fuerzas políticas presentará candidatos a gobernador y diputados, y es “la mejor manera de combatir los cacicazgos, como el que mantiene el PRI en Coahuila al gobernar por más de 80 años”.
La carta de intención para la alianza de los tres partidos se firmó el pasado 17 de febrero; sin embargo, no se ha registrado ante el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Coahuila (IEPC) que, conforme al calendario electoral de la entidad, tiene abierto el registro de coaliciones hasta el próximo 29 de marzo.
En Saltillo, el dirigente estatal del PAN, Carlos Orta, la diputada federal perredista, Mary Telma Guajardo y el precandidato panista a gobernador, Guillermo Anaya Llamas, anunciaron la formalización de la alianza, que aun no define quién será su abanderado para contender por la gubernatura.
Hasta hoy, sólo el PAN ha presentado como precandidato al senador con licencia y compadre de Felipe Calderón, Guillermo Anaya, cuya presencia motivó las preguntas de los reporteros que lo increparon por participar en la conferencia de prensa, hecho que podría ser interpretado como un acto anticipado de campaña, violatorio de la legislación electoral.
Anaya Llamas rechazó los cuestionamientos:
“Ni modo que me quede en mi casa… eso es lo que quisieran”, dijo, mientras Carlos Orta sostuvo que aún no se define quién será el candidato a gobernador, pero adelantó que será quien se encuentre mejor posicionado.
Dimisiones e inconformidades
Desde el registro de la precandidatura de Guillermo Anaya, y aun más, a partir del anuncio de la intención de alianza, las renuncias en el PAN y el PRD se han dado en cascada, anulando la posibilidad de retorno para liderazgos históricos de ambos partidos.
Justo hoy, al anunciarse la formalización de la coalición, el exdirigente estatal del PRD, Abundio Ramírez Vázquez, así como el “Colectivo Morelos”, que tiene unos 3 mil integrantes en la región lagunera, informaron su salida del PRD, en rechazo a la alianza con el PAN y la eventual postulación de Anaya Llamas.
La crisis en el PRD se había desatado desde enero, cuando el PT y Convergencia, junto con integrantes del Movimiento de Reconstrucción Nacional (Morena), decidieron postular por su cuenta a Jesús González Schmall, integrante del “gobierno legítimo” que encabeza Andrés Manuel López Obrador.
El pasado domingo 6 de marzo, durante el consejo estatal celebrado en un recinto del SNTE en Saltillo, los perredistas terminaron fragmentados, ya que entre los simpatizantes del Morena y los “Chuchos” surgieron dos dirigencias estatales que presumen legitimidad: por Morena, Luis Manuel de la Cruz Mejía y, por los “Chuchos”, Alfredo Martínez Guajardo. Este último fue quien presentó la alianza esta mañana.
Aun peor. Los estudios de opinión publicados hasta el momento otorgan una amplia ventaja al PRI, que contenderá en alianza con el PVEM y el PANAL, que cuentan con casi el 70 por ciento de las preferencias electorales, frente a menos de 15 puntos que registra el PAN, su nivel de preferencia más bajo en los últimos 20 años.
Entre otras mediciones, el Gabinete de Comunicación Estratégica publicó a mediados de febrero una encuesta en la que el candidato de la alianza PT-Convergencia, Jesús González Schmal, registra alrededor de un 13 por ciento de intención de voto, colocándose apenas 2 puntos abajo del panista Guillermo Anaya Llamas, antes de las dimisiones masivas en el PRD y el PAN.
Renuncias emblemáticas
Entre febrero y lo que va de marzo, líderes históricos del panismo han renunciado a su militancia y se han afiliado al PRI. Entre empresarios, exalcaldes y exdirigentes partidarios, las dimisiones han sido sonoras.
Descendiente de la familia que detonó la industrialización de Monclova, el exalcalde panista de esa ciudad, Hal Pape Felán, cuyo apellido figura en la nomenclatura y nombra escuelas y parques de la ciudad, renunció al PAN y se adhirió al PRI el pasado 16 de febrero.
Ese mismo día, otro líder panista emblemático de la región centro de Coahuila, el exalcalde de Ciudad Frontera, Cutberto Solís Oyervides, anunció su adhesión al PRI, y Humberto Moreira Valdés y Cristina Díaz, hasta entonces fórmula electa para la dirigencia nacional del PRI, encabezaron el acto de presentación de quienes serán los candidatos de ese partido a diputados locales.
En el tumulto, destacaba la presencia del exalcalde de Saltillo y exdiputado federal panista, Manuel López Villarreal y su esposa, Teresa Romo de López. Aun sin militar en otro partido, es uno de los herederos del Grupo Industrial Saltillo, el corporativo empresarial de inversión local más importante de la región.
López Villarreal es sobrino de Rosendo Villarreal Dávila, también exalcalde de Saltillo, ex senador, exdirigente estatal del PAN y exdirector de Administración y Finanzas de Pemex. Tío y sobrino encabezaban el llamado “Grupo Saltillo”, que durante varios años dirigió al panismo coahuilense.
Otro de los asistentes al acto fue el exalcalde panista de Ramos Arizpe, Ricardo Aguirre Oyervides, actual director general de Bibliotecas y Publicaciones del gobierno estatal de extracción priístay quien enfrenta un proceso de expulsión en el PAN, por haber aceptado trabajar en el gobierno estatal; según declaró, esperará su expulsión sin defensa, pues no piensa volver a su antiguo partido.
Luego, el pasado 2 de marzo, el exdirigente municipal del PAN en Saltillo, Julio Martínez, el exregidor panista, Abraham Ramírez, así como los consejeros estatales, Mauricio Lumbreras y César Ramírez, junto a los exalcaldes Pape y Oyervides, rindieron protesta como militantes del PRI, ante la dirigencia estatal de ese partido.
Costosas imposiciones
Desde la primera semana de enero, cuando el PAN abrió el registro a aspirantes a candidatos a gobernador, y empezó a manejarse la posibilidad de una alianza, las inconformidades se pusieron de manifiesto.
El 5 de enero, los panistas Guillermo Anaya, Eduardo de la Peña y José Manuel Villegas solicitaron contender en un proceso interno para elegir candidato a gobernador.
Sin embargo, Villegas fue rechazado, dejando sólo a Anaya y a De la Peña en la contienda interna; este último había sido funcionario y se le considera un cercano colaborador de Anaya.
Durante los días en que debía realizarse la precampaña, De la Peña desapareció, dejando la agenda y las actividades a su compañero. Conforme fueron realizándose las elecciones internas en cada región, el repudio panista se materializó en la poca asistencia, pues en algunos de los casos apenas participó el 20 por ciento del padrón partidario.
El pasado 7 de marzo, el diputado panista y exdirigente municipal del PAN en Torreón, José Manuel Villegas, renunció a su militancia, y hoy tomó protesta como militante del PRI ante la dirigencia estatal de ese partido.
En este escenario electoral, el candidato del PT-Convergencia, Jesús González Schmal, ha cuestionado la construcción de cacicazgos familiares en la política coahuilense, en abierta referencia al lazo consanguíneo de Rubén Moreira con el exgobernador Humberto Moreira; en tanto, en el PAN-PRD prevalece “el vínculo espiritual” de Guillermo Anaya con su compadre, el presidente Felipe Calderón.
Expanista también, aunque su renuncia se dio en los años noventa como dirigente del Foro Doctrinario, González Schmal se ha convertido en un peligro para la alianza PAN-PRD, dada la dimisión de militantes de ambos partidos que rechazan la coalición y su candidato.
Sin embargo, desde el PAN se ha intentado minimizar la situación, e inclusive hoy, con todos los estudios de opinión en contra en Coahuila, el comunicado conjunto de PAN-PRD-UDC que publicita la alianza afirma que con ésta se asegura el gane de la gubernatura y de los 16 distritos locales en disputa.
Incluso, el dirigente estatal del PAN, Carlos Orta, dijo el pasado 1 de marzo que los desertores no le preocupan, pues no ocupan cargos relevantes en la estructura panista y hasta presumió que había priístas en el PAN.
“Yo tengo que ser caballeroso, hay muchos priístas que ahorita están apoyando al PAN, a su causa y a sus campañas, pero yo no les voy a decir los nombres. Los que quieran hacer público que una persona acompañó a uno u otro candidato, allá ellos, pero yo respetaré los nombres de altos priístas que no están de acuerdo con el PRI”, añadió.